Secretos del Siglo

Habían transcurrido tres fechas de la fase regular del torneo y los números reflejaban el presente: tres presentaciones e idéntico número de derrotas. Las piezas estaban sueltas, la motivación tenía sus baches y el signo de interrogación asomaba en primer plano acerca de qué podía entregar el equipo en el Apertura de la Liga Provincial de Básquetbol.

La lista estaba compuesta por valores que podían ilusionar, sin embargo, con los cabos sueltos ese paso firme no podía concretarse. Allí comenzaron a intercambiarse los WhatsApps. Stéfano Pierotti con Ariel Scherf, luego con Matías Schoffen y así comenzó a tomar forma el objetivo: ser competitivos y que Siglo XXI avance a playoffs y pelee en serio por el título.

Esas primeras señales se percibieron en el cuarto partido. Fue triunfo frente a Capri y un primer estímulo para que el grupo comience a tomar forma. Con la paradoja además de que Stéfano enfrentó de forma oficial por primera vez a su hermano Laureano. Cambiaron las caras, los entrenamientos tuvieron otra sintonía y se trazaron los objetivos a corto plazo. El primero de ellos, a la idea de juego aportarle fibra para empezar a conjugar esa mezcla de equipo ‘difícil’; y el otro, avanzar a cuartos de final.

Los asados semanales fueron otro de los puntos que sirvieron para distender. Allí comenzaron a entender que podían aspirar a llegar lejos, que cada uno sabía cuál era su función y que la prioridad era lo colectivo. En el mientras tanto, algunos debían atender sus obligaciones personales (trabajo, estudio), pero el compromiso fue ciento por ciento. Cuando tenía la agenda liberada de la Confederación Argentina, el entrenador Mariano Marcos fue ajustando los detalles. Cuando debió ausentarse, como ocurrió en las instancias decisivas, tomó la posta su mano derecha Agustín Antúnez.

El quiebre y que le dio el boleto playoffs fue el triunfo ante OTC como visitante. Ese duelo fue la confirmación de que estaban en carrera, activos, con hambre de pelear. Clasificaron cuartos en la primera fase y el rival fue otra vez el celeste obereño. Una parada complicada que debió definirse en tres duelos y dejó secuelas. Por caso, Pierotti se esguinzó el tobillo y así llegó hasta la definición. Néstor Friedrich se lesionó el hombro en la semi contra Tokio y regresó para el último partido (la final de vuelta contra Mitre) y “todos los pibes que laburan, pero igual, siempre iban a entrenar”, resumió una voz del plantel.

A todo esto, a medida que avanzaban de llave y no podía decir presente, el entrenador Marcos miraba los partidos online y preparaba los scoutings. Y obvio, caminaba por las paredes como los hinchas, que coparon cada partido de local contagiados por el nivel del equipo y alentaron en masa de visitante, como ocurrió en las instancias finales. De hecho, en el duelo de ida por semis contra Tokio en Posadas hubo mucho ‘lío’ de la parcialidad de Siglo, que se hizo sentir. El duelo, áspero y palo y palo hasta el último segundo prácticamente comenzó a inclinar la balanza y encaminar la corona. Porque si bien restaba la final, estaba claro que tanto el elenco oriental como el Aurinegro tenían la chapa para conquistar el cetro.

Así se llegó a la final, con la confianza por las nubes y el hambre de campeón. El éxito en la final de ida, la revolución que se armó en la revancha (con más de 1500 personas en las gradas) con todo el cotillón incluido y los elementos propios para una gran final, y la posterior consagración, fue el clímax de la película por la cual transitaron todos, cada uno desde su lugar. Desde Luis Ayala, que estuvo en los tres logros de Siglo en la Liga Provincial (1999, 2010 y 2022), pasando por Santiago Laphitz que demoró su viaje de egresados (partió el último domingo), el propio Stéfano que condujo al equipo y jugó lesionado las instancias clave (antes de volver a Brasil) y Scherf que postergó sus finales de estudio en Córdoba para fines de mes con tal de estar.

Siglo luce la corona de campeón provincial. Sonríe y logró que todo Puerto Rico acompañe para llegar a buen puerto. No se pone a pensar en lo que vendrá, prioriza este momento que construyó paso a paso; y que hoy lo saborea de forma merecida.

El público acompañó en cada partido del Aurinegro. Fotos: Fernando Alvarenga

El futuro es en el Federal y con la base del campeón

Con la resaca aún del título, hay tiempo para poner la cabeza en remojo y ver cómo se afronta la segunda parte del año. En primer término se viene el torneo Clausura, pero más de alguno se anima a aventurar sobre una posible participación en el torneo Federal. Precisamente sobre este último punto, desde el seno del club confiaron que la apuesta sería para el año próximo y que la idea es que Mariano Marcos esté al frente del plantel.

En tanto, en cuanto a nombres propios, tras el descanso, se evaluará quiénes seguirán la próxima competencia, aunque todo indica que se mantendrá prácticamente el mismo plantel. Aunque hay algo concreto, Pierotti va a seguir su carrera casi seguro en Brasil (evalúa tres alternativas de esa liga) a pesar de que también cuenta con una opción y media de Argentina.

La idea del base es parar diez días y luego retomar los trabajos con su profe de confianza para la puesta a punto antes de definir el futuro. Mientras, juega una carta fuerte: concretar la ciudadanía italiana para que le abra la chance en el Viejo Continente.

Con la salida de Stéfano van a tratar de convencer a Franco Gerosa para que decida retornar y sea una pieza importante en la estructura durante el segundo semestre.