Denuncia de una misionera destapó red de trata y estafas a jóvenes en Córdoba

Una importante estructura delictiva dedicada a las estafas virtuales que operaba en Córdoba y que tenía bajo explotación laboral a casi 30 jóvenes de distintas provincias y de otros países fue desarticulada durante una serie de operativos de la Policía Federal Argentina (PFA) luego de la denuncia hecha por una joven de Puerto Iguazú que fue víctima de los engaños, por los cuales viajó a esa provincia con la falsa propuesta de un trabajo redituable. 

De acuerdo a lo informado por la citada fuerza, los procedimientos estuvieron a cargo por integrantes de la Agencia Regional Federal Centro de Córdoba, quienes obtuvieron datos precisos y detallados de las maniobras de captación y de manipulación que los miembros de la banda ejercían sobre los jóvenes. 

Para llamar la atención, dicha estructura criminal exponía en redes sociales fotografías de sus líderes en la capital cordobesa, ostentando ropas de marca, vehículos de alta gama y joyas.

El ardid publicitario estaba dirigido a captar jóvenes que buscaban lograr la oportunidad para obtener su primer trabajo. 

La banda proponía a los jóvenes generar ingresos mediante el uso de redes sociales, a través de una empresa que, según decían, estaba asociada a importantes plataformas digitales internacionales.

Para asociarse y ser miembros de esa “franquicia digital”, debían abonar una “suscripción” que rondaba entre 150 y 200 dólares. Todo se realizaba online.

Luego se determinó que el monto era estimativo, ya que los especulaban con solicitar más dinero al nuevo suscriptor, porque previamente efectuaban un sondeo socioeconómico de ellos.

Sin embargo, si los jóvenes no podía pagar el monto de la suscripción, los convencían de trasladarse por sus propios medios a la ciudad de Córdoba, hasta un edificio donde en pequeños departamentos eran hacinados en precarias condiciones y allí sus líderes, aprovechando la situación de vulnerabilidad económica, los captaban para unirse a la organización delictiva e iniciar un nuevo trabajo.

Éste consistía en crear perfiles falsos en las redes sociales, con el objeto de seguir captando personas para el pago de la suscripción.

Todas estas actividades eran registradas en cuadernos constantemente monitoreados. Una vez detectadas las distintas maniobras, la Fiscalía Federal III, a cargo de Maximiliano Hairabedian, ordenó a distintas comisiones de la Policía Federal que procuren ubicar a los responsables de la organización.

Fue allí que establecieron que la estructura era dirigida y coordinada por la figura de un líder que, según las pesquisas, es un hombre de nacionalidad venezolana y que contaba con dos mujeres argentinas como sus seguidores en el organigrama delictivo. 

Trascendió a partir de las distintas investigaciones que la estructura tenía acceso a cuentas bancarias en el exterior, como ser en bancos de Colombia y Perú. Y que era habitual festejar en las redes sociales cada pago de suscripción, en su mayoría a través de criptomonedas para evitar que esos pagos sean rastreados.

Con todo el material probatorio en manos del juez Alejandro Sánchez Freytes, éste dispuso seis allanamientos en Córdoba.

Cinco de ellos se realizaron sobre la calle Bedoya al 900 y el restante sobre un hotel céntrico de esa ciudad capital. 

Las diligencias estuvieron a cargo de personal del Gabinete Científico Córdoba con la colaboración del Departamento Articulación Operativa y Evaluación del Riesgo Delictual.

Durante las intervenciones fueron detenidos el denominado líder y sus dos cómplices. 

También fueron rescatados 27 jóvenes que, según detallaron las fuentes, son "”de condición social humilde” y quienes se hallaban hacinadas en los distintos puntos allanados. 

Todos fueron entrevistados y contenidos por el equipo interdisciplinario de la Subsecretaría de Trata de Personas de la Provincia de Córdoba, determinándose que  todos ellos eran víctimas de trata de personas.

Entre los afectados, hay personas de Misiones, Santiago del Estero, Buenos Aires, Catamarca, Salta, Córdoba, Chaco y de distintos países como Venezuela, Uruguay, Brasil y Ecuador. 

Además, se secuestraron 42 teléfonos celulares, 36 cuadernos con anotaciones varias, ocho cuadernos con anotaciones de comprobantes de depósitos y transferencias en el exterior, tres notebooks y demás elementos de interés.

En cifras

36

Es la cantidad de cuadernos con anotaciones que fueron secuestrados en los operativos. También fueron incautados 42 celulares y otros elementos.

6

En total se realizaron seis allanamientos en Córdoba capital. Cinco de ellos sobre la calle Bedoya al 900 y el restante en un hotel céntrico de la ciudad.