El Senasa otorgó el registro para comenzar la producción a escala

Misiones será pionera en la producción de bioinsumos

Tras once años de investigación y pruebas, la Biofábrica logró un producto libre de contaminantes. Se destinará a los cultivos de yerba mate, tabaco y hortalizas
sábado 16 de julio de 2022 | 6:05hs.
Misiones será pionera en la producción  de bioinsumos
Misiones será pionera en la producción de bioinsumos

Tras más de una década de investigación, la Biofábrica consiguió que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) otorgue el registro para producir bioinsumos a escala y comercializar a nivel nacional, para uso en diversas hortalizas tanto en almácigos como en campo o como sucederá en Misiones, en particular para la yerba mate y el tabaco.

De esta manera, Misiones es el primer Estado provincial del país en conseguir el registro para producir el biofertilizante a base de cepas autóctonas del hongo Trichoderma. “Es el primer organismo del Estado que logra desarrollar y producir un biofertilizante registrado ante Senasa”, afirmó Luciana Imbrogno, gerente general de la Biofábrica y subsecretaria del Desarrollo en la Producción Vegetal en el Ministerio del Agro.

Añadió que hasta el momento no había similar producto registrado por un organismo del Estado, sí de empresas privadas, “por eso es primera en el país de parte de un organismo público”.

Parte del equipo encargado de la investigación y los ensayos, brindó una amplia entrevista a Meta Data, el programa político de El Territorio que se emite los viernes a las 21 por Somos Posadas, detallando lo que representaron estos años de tarea en el laboratorio o en campo, hasta estar en condiciones de empezar a producir a escala.

Luciana Imbrogno, gerente general.

Entre los profesionales se encuentran encabezando la investigación la ingeniera química Carina Buttner, el especialista en bioinsumos Edilberto Pozo y el licenciado Emiliano Alzaga, quienes junto a Imbrogno detallaron cómo se logró obtener el biofertilizante de formulación sólida-granulado destinado al desarrollo vegetal.

“Para poder comercializar cualquier producto hace falta un número de registro que identifique el producto”, comenzó detallando Imbrogno.

Explicaron que en 2019 se habilitó la planta de bioinsumos y en todos estos años se estuvo intentando conseguir el registro del producto. Para lograrlo se tuvo que demostrar la calidad del producto con ensayos a campo en todas las especies en viveros y cultivos.

“Las cepas son propias y nativas de Misiones. Esto genera una ventaja a otros productos, ya que una vez que se aplica el sustrato, coloniza rápidamente”, indicó Buttner.

Alzaga, que es el integrante que se sumó hace un año al proyecto, indicó que “es un largo proceso que comenzó con encontrar el microorganismo en campo y ver si tenía la característica de ser un biofertilizante”.

En este caso, es un producto que promueve el crecimiento de las plantas y crecimiento radicular, mejora el estatus general de la planta, al colonizar el suelo y promover el crecimiento de la planta. 

Pozo destacó que “es un hongo cuyas bondades capta parte de los nutrientes y los solubilizaba”, para un mayor desarrollo de anclaje de la planta.

“Estos bioinsumos son insumos a base de organismos vivos que en este caso son varias cepas de un hongo, además bacterias que es el BT (bacillus thuringiensis). Una vez conseguidas las cepas más potentes para conservar y multiplicar, se formula el producto granulado con formato de insumo para el agro”, añadió Imbrogno.

También indicó que el producto logrado es estable, es decir lo que implica durabilidad, como en este caso de un año en una góndola o en un depósito, tal como fue comprobado por el Senasa, que a su vez fue realizando las correspondientes inspecciones de laboratorio, más el cumplimiento de numerosos requisitos y estándares de calidad, antes de otorgar el registro del producto que es para el agro y factible de comercializar.

Se probó el uso con éxito en tabaco, en yerba mate tanto en almácigo como en campo y en todo los que son cultivos hortícolas de raíz, en los que el reemplazo de un producto químico por un orgánico cobra más relevancia.

El proyecto comenzó entre 2010 y 2011, con la llegada de un especialista cubano, y en forma posterior en 2013 se comenzó a hacer la prueba de productos, hasta que en 2019 se habilitó el laboratorio de bioinsumo. Desde entonces, comenzaron a demostrarse con varios años de ensayo a campo.

En este momento la Biofábrica tiene dos laboratorios y avanza la habilitación de un tercero, el de vitroplantas, bioinsumos y ahora tendrá el de cannabis medicinal.

Capacidad de 18 toneladas

En cuanto al nivel de producción, Imbrogno indicó que en principio el laboratorio de la Biofábrica tiene una escala de cerca 18 toneladas. En cuanto a lo que ello representa, ilustró que un kilo del producto sirve para 200 mil plantines en vivero, como puede ser de yerba.

Afirmó que para empezar con toda la producción hortícola de la provincia, como para la producción tabacalera y para los viveros, la planta biológica alcanzará la actual producción.

Los profesionales resaltan que “es un producto biológico, es decir no tiene ningún químico” y ahora se busca ampliar el registro a orgánico.

Otro aspecto destacado es que el producto se logró con tecnología, pero sobre todo recursos humanos provincial, al estar en la tarea de investigación ingenieros químicos, licenciados en genética, ingenieros agrónomos la mayoría de Misiones.


Los beneficios del hongo Trichoderma

Tras obtener el registro para la elaboración a escala por parte del Senasa, la Biofábrica Misiones, se abocará a la producción para la correspondiente utilización del hongo Trichoderma, como un bioinsumo que evitará depender de agroquímicos para fertilizar a diversos tipos de plantas. Según vienen explicando desde la Biofábrica, Trichoderma es un hongo que se encuentra en diversas regiones del mundo. En este caso, Biofábrica recolectó y aisló en laboratorio cepas que se encuentran en Misiones y adaptadas a las condiciones locales de suelo y clima.

El especialista en Bioinsumos, Edilberto Pozo explicó que “sirve como fertilizador y protector biológico. Combate una gran diversidad de otros hongos y bacterias que pueden ser perjudiciales para el desarrollo de las plantas, y lo más importante, tiene la virtud de favorecer la producción de alimentos sanos con menor cantidad de agroquímicos”. Ahora, la siguiente etapa es registrar bioinsecticidas que son inocuos. También a partir de otros hongos que parasitan a los insectos que son plagas que afectan a la plantación.

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