Moda consciente y con impronta misionera

La tendencia es preguntarse y transparentar cómo y quién hace la ropa, dando origen a la moda consciente, que se plantea reducir la contaminación y el descarte e incluir. Misiones a la vanguardia con la creatividad de diseñadores y emprendedores
domingo 10 de julio de 2022 | 5:00hs.
Moda consciente y con impronta misionera
Moda consciente y con impronta misionera

A tono con las ideas y necesidades de la sociedad actual, la moda -o una parte de ella- hoy se cuestiona, filosofía y se propone cambiar el mundo. En tanto manifestación del arte y emergente cultural, lo que vestimos no es casual ni superfluo, sino que habla de lo que realmente somos y de nuestras creencias y militancias.

Ese es el supuesto que motoriza nuevos paradigmas en la industria textil y que se engloban en las etiquetas de moda consciente y moda sustentable, conceptos que asimilan nuevas prácticas de producción menos agresivas con el medio ambiente, nuevas relaciones más justas entre las personas que trabajan en el rubro y, un nuevo espejo más humanizado para los cuerpos en su diversidad.           

Y Misiones se hace eco de estas nuevas olas con emprendimientos de moda y diseño novedosos y con inspiración en el entorno, que alientan al consumo local y al crecimiento de la creatividad y la economía circular.

En este informe dominical de El Territorio, diseñadores independientes y emprendedores muestran sus marcas con productos que ponen en valor el trabajo artesanal; algunos utilizan material reciclado como plásticos, sachets de leche, también tintas naturales y siempre desde una perspectiva sustentable e inclusiva.   

Con sus experiencias y amplias miradas contribuyen a visibilizar un nuevo patrón en el vestir donde se resalte la libertad: “Cada persona puede vestir lo que le gusta y con lo que se identifique y se sienta cómoda más allá de géneros, talles, edad, formas del cuerpo”, expresó Dani Meana, diseñadora de moda y confeccionista que desarrolló su marca Vampirufa.   

La diseñadora posadeña tiene 25 años y desde los 14 comenzó a confeccionar su propia ropa: “Siempre me gustó eso de tocar las telas, imaginar ropas y crear, y empecé a hacer ropa para mi mamá y para mí porque no encontrábamos en el mercado algo que nos guste, y después me fueron pidiendo amigas, vecinas y así empecé y luego estudié y me sigo perfeccionado, que esa es la clave”.

En tanto, resaltó que sus prendas  tienen “talles reales para todas las mujeres, los talles de las marcas tradicionales son muy chicos y no contemplan la diversidad de cuerpos y la confección es sustentable, que tiene que ver con el aprovechamiento al máximo de las telas, hasta el último retazo y con géneros duraderos”.      

Lo que usamos deja huella

Con los aportes de los protagonistas de las siguientes páginas se definió algunos ejes del concepto de la moda consciente: tiene en cuenta la manera en que se produce lo que usamos, y tiene consciencia de la huella ambiental que causamos, toma el desafío de reducir la contaminación, la utilización de agua y el impacto en la naturaleza, busca además maneras más armónicas de producir respetando el trabajo artesanal, sin crueldad animal y posibilitando el desarrollo de las comunidades.

De esta manera, como respuesta a la moda rápida o “fast fashion”, que es la producción a gran escala de ropa que sólo se usará una temporada y pasará a ser basura, el movimiento de la moda sostenible busca transformar la industria textil, que es una de las más contaminantes del mundo, para que trabaje adoptando una perspectiva ecológica que integre tanto a los productores, como a los consumidores. La corriente que se impone creando marcas que contemplen cuestiones sociales como por ejemplo la adaptación de los talles a todos los cuerpos y el abandono de los moldes de cuerpos delgados como los únicos modelos posibles.

También criterios ambientales y económicos  con el norte de las tres ‘R’ de reducir, reciclar y reutilizar de forma natural los recursos de la naturaleza. Que los diseñadores puedan trabajar en sus comunidades revalorizando técnicas y artesanías locales. Con reglas del comercio justo que permitan un trabajo digno.

Trabajo pionero

En Buenos Aires, un local de  venta de moda, arte y diseño creado con material de descarte es pionero en el país en materia de producción sustentable de vestimenta y al mismo tiempo, una vidriera de este cambio de perspectiva en el país.

“Nosotros vemos recursos en lo que muchos llaman basura y trabajamos con esa materia prima para hacer todo lo que se vende en Tienda Raíz”, explicó Adriana Sehinkman, propietaria y curadora del local ubicado en la galería Patio del Liceo, que es una especie de escondite verde en plena avenida Santa Fe de la ciudad de Buenos Aires.

Según Sehinkman, “un mundo sin plástico es posible. Nos va a llevar tiempo, pero tenemos que entender que no todo es descartable, que los recursos naturales no son infinitos, que todo lo que tiramos a la basura en algún lugar del planeta se amontona como gigantescas montañas de veneno para la tierra, el agua y la atmósfera”. 

Por Daniela Cortés y Silvia Godoy
politica@elterritorio.com.ar 

 

Informe de domingo

La moda incomoda

De la calle a la espalda, piezas únicas y originales

“Para que una prenda sea sustentable debe ser accesible”

El arte de comunicar emociones a través de cada prenda

Pilotos de sachets: una apuesta solidaria y consciente

Conciencia e inclusión, los ejes que marcan tendencia

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