Vélez sorprendió a River y sacó una pequeña ventaja

Vélez dio la sorpresa en el inicio de los octavos de final de la Copa Libertadores. En Liniers jugó un gran partido y venció 1-0 a River, aunque pudo haber sacado más diferencia.

El Fortín salió determinado a hostigar a su rival. Con presión extendida, asfixiando a los posibles receptores y cuatro hombres de características ofensivas, como Pratto, Bou, Janson y Orellano. Así y todo, la Banda consiguió un par de salidas limpias desde el fondo y, cuando su juego fluyó, llegó al arco de Hoyos.

Pero la visita nunca dejó de estar incómoda ante la energía para obstruir evidenciada por la V azulada. De hecho, Armani empezó a sacar en largo ante las dificultades. Y a los 13 minutos Héctor David Martínez falló dos veces y la acción finalizó en penal. Primero, el central falló un pase que propició la réplica adversaria. Luego, intentó rechazar con Janson encima y le terminó cometiendo infracción. El propio ex Tigre no perdonó y marcó el 1-0.

El duelo ofreció ritmo intenso entre un River que encontró caminos cuando halló libre a Enzo Fernández y un Vélez que no aflojó un ápice, y cuando recuperó alto, supo cómo tomar mal parado a su rival en ese 4 versus 4 en campo millonario que por momentos se produjo a partir de su planteo.

Lucas Pratto tuvo una gran participación en el ataque del Fortín en Liniers.

Los dirigidos por Gallardo concluyeron con mejor imagen, en parte porque consiguieron apropiarse de la pelota, y también porque Vélez bajó un cambio y vio cómo algunos de sus hombres comenzaron a llegar tarde a la pelota.

El caso emblemático fue el de Valentín Gómez, quien terminó amonestado y merodeando la roja. River pudo empatar a los 38’, cuando Paradela aprovechó un choque entre dos jugadores locales, encaró hacia el área y cedió para Álvarez, que le dio dirección al remate, pero no potencia, y terminó en los guantes del arquero.

La ausencia de creatividad llevó a Gallardo a hacer un cambio en el entretiempo: Quintero entró por Barco. La tenencia de River en general resultó inofensiva, sin profundidad. Del otro lado, los de Liniers exhibieron filo en cada transición veloz, sin perder casi nunca la energía en el pressing, sobre todo en la salida.

Con un Janson inquieto, Pratto aguantando todo y el ingresado Osorio olfateando la sangre, Armani debió sostener a River en serie.

A los 7’ del complemento, el Oso perdió su chance mano a mano. A los 21’, Osorio entró por el segundo palo, pero su definición resultó defectuosa y el guardameta ganó el duelo. Y a los 24’, tras un pase exacto del punta ex River, otra vez el arquero se impuso frente a un Osorio que había quedado de frente a la valla.

Prueba del disconformismo de Gallardo: hizo entrar a Aliendro (una práctica) y Beltrán (recién regresado). Pero ni así encontró los caminos para un River desconocido. La mejor noticia para el Millonario fue el resultado, que dejó la serie abierta.

La vuelta será el miércoles que viene, a las 21.30, en el Monumental. El ganador de este cruce se medirá en los cuartos de final ante el vencedor de la llave que protagonizarán otros dos equipos argentinos: Talleres y Colón, que igualaron 1-1 en Córdoba.

El colombiano Miguel Borja arregló con River

River llegó a un acuerdo con el delantero colombiano Miguel Borja, quien se convirtió en el tercer refuerzo de la temporada para el equipo dirigido por Marcelo Gallardo, que aún aguarda la respuesta del uruguayo Luis Suárez.

El club de Núñez compró el pase completo del atacante de 29 años, luego de llegar a un acuerdo con Junior de Barranquilla y Palmeiras de Brasil.

Si bien las precisiones del pase no se dieron a conocer, River desembolsó cerca de siete millones de dólares para hacerse con los servicios del futbolista colombiano. Incluso, Borja ya tenía acordado su contrato con River, mientras las negociaciones estaban en trámite entre los clubes que tenían que ver con su pase.

Borja firmará un contrato con el Millo hasta 2025 y, una vez que pase la revisión médica, será el tercer refuerzo del equipo de Gallardo, ya que anteriormente llegaron Lucas Beltrán y Rodrigo Aliendro.