Franco Ramos (27), el segundo de los detenidos por el crimen de la taxista Claudia Benítez (34) en Posadas, fue trasladado ayer al Juzgado de Instrucción Siete de Posadas. En sede judicial, ante el juez Miguel Mattos, el implicado amplió su declaración indagatoria, según revelaron fuentes del caso.

El implicado fue detenido por la Policía de Misiones el 2 de junio, señalado por comercializar el teléfono celular de la víctima. Su implicancia en el caso de la taxista causó gran impacto porque el hombre está imputado y espera juicio por el crimen de Marina Da Silva (19). El cuerpo de la joven, quien era su concubina, apareció en un pozo en Nemesio Parma, al igual que Benítez.

El Territorio pudo saber que la ampliación de indagatoria se concretó por el pedido del propio acusado. Para preservar el avance de la investigación, no trascendieron detalles sobre lo que declaró. Asimismo, se supo que días anteriores declaró su esposa, quien dijo que el teléfono llegó a sus manos porque se lo vendió otra persona.

Solicitud por los hijos

Por otra parte, quien también se expresó fue el primer detenido y esposo de la víctima, Juan Andrés Rodríguez (39). Sin embargo, no lo hizo en el marco del proceso judicial en su contra, sino para solicitar que se revea la guarda de sus dos hijos menores de edad.

A grandes rasgos, pidió que los pequeños regresen a su hogar en Itaembé Miní y que queden al cuidado de sus padres. Hasta el momento los menores, quienes declararon en Cámara Gesell durante el proceso, estuvieron con una de las hermanas de Claudia, Norma Benítez.

“Manifiesto que he tomado conocimiento por medio de mis padres y de mis hijos menores de episodios de desmayos y crisis por problemas de los menores por no poder continuar habitando en su hogar y tener sus cosas y de convivencia con su actual cuidadora, la señora Norma Beatriz Benítez, tía materna de los mismos (en virtud del fallecimiento de su madre y mi detención), así como de alineación e impedimentos generados por ésta para que los menores puedan ser visitados por los familiares paternos”, señala el documento.

Fue el propio Rodríguez quien le pidió a la mujer que cuidara a sus hijos debido a que -se amplió en el escrito- pensaba que su detención no iba a durar más de dos horas. Lo que señala ahora es que el inmueble en el cual vivía con la víctima es el hogar de los pequeños y ahí es donde estarán más cómodos.

La solicitud se argumenta en que en el inmueble ya se hicieron los operativos de rigor y ya pueden quitar las fajas.

Según detallaron fuentes que intervienen en el procedimiento, la guarda de los pequeños la deberá decidir el Juzgado de Familia interviniente. Es decir, no es una decisión que se la tomarán las autoridades del Juzgado de Instrucción, quienes investigan el crimen.

Las hermanas

De todas formas, las hermanas de Claudia salieron al cruce de estos pedidos y expresaron que los padres de Rodríguez ven a los niños periódicamente, pero que nunca se comprometieron en los cuidados, traslados y gastos que demandan su día a día. “Los chicos no viven de un ‘hola’, 300 pesos y golosinas”, espetaron. 

Al respecto, Nancy Benítez (37), una de las hermanas de Claudia, señaló que “los padres de él van a la casa de mi hermana, ella nunca les echó”, puntualizando luego de ver a los abuelos -a su criterio- los menores quedan  “shockeados” o intranquilos.

Atribuyen esto a que los progenitores de Rodríguez les hablan del caso y les insisten en la inocencia del detenido. Por el contrario, la entrevistada aseguró: “Nosotros no les hablamos del caso de la mamá y no les ponemos en contra de su papá ni a favor nuestro”.

“Ellos están constantemente con psicólogos y están bien, pero viene la familia de él y empiezan a tocar el tema. Les hablan todo a favor del papá y los chicos se largan a llorar, se ponen mal”, amplió.

Sobre el día a día de los menores, la mujer expresó que viven con Norma y su marido, quienes tienen otros hijos, pero ya son grandes y no están en la casa. Entre todas las hermanas se coordinan para llevarlos diariamente al colegio en vehículo, pero también con los gastos diarios.

También tuvieron que comprarle prendas de vestir debido a que son pocas las cosas que pudieron sacar de su casa. Agradeció mucho la constante colaboración de las compañeras de Claudia, quienes están también muy comprometidas con los menores.

Sobre los padres de Rodríguez, en tanto, dijo: “Los ven cada 15 días y le dan 300 pesos a cada uno y una bolsa de golosinas. Nunca les llevaron una caja de mercadería, una caja de leche, nada. Siempre están llevando caramelos y les llenan la cabeza”, acusó.

De todas formas, la entrevistada señaló que nunca se impidió el contacto con los abuelos a los niños.

Para finalizar, Nancy expresó que con sus hermanas están muy satisfechas con la labor de la Justicia hasta el momento y destacaron que el juez Mattos las mantiene al tanto de los avances de la causa “y no se queda quieto”.

Confesó que al principio les causó sorpresa la detención de su cuñado, pero que “si sigue detenido es por algo”.