Imputaron al hombre sospechado de matar a su cuñado en barrio Aeroclub

A cinco días del homicidio del paraguayo Luis Benítez (38), cuyo caso en un principio se pensó que sería una muerte natural pero que a partir de los resultados preliminares de la autopsia se confirmó que en realidad sufrió una muerte violenta, ayer por la mañana el principal sospechoso por el ataque fue trasladado a audiencia indagatoria por este caso. 

Se trata de Pedro Walter E. (46), cuñado de la víctima, quien fue detenido como sospechoso en el caso y que cerca del mediodía de ayer se presentó escoltado por efectivos policiales ante el Juzgado de Instrucción Uno, a cargo del magistrado Marcelo Cardozo, en donde luego de ser notificado formalmente de la acusación que pesa sobre su persona, optó por abstenerse de declarar.

El detenido fue imputado por homicidio calificado por alevosía y luego regresó a la Comisaría Decimoquinta en donde permanece alojado desde el momento de su arresto. 

Como informó este medio, la muerte de Benítez, de nacionalidad paraguaya y con un diagnóstico de esquizofrenia, según sus familiares, se denunció el último domingo.

Primero sus convivientes dijeron que se sentía mal, se fue a dormir y cuando fueron a verlo estaba sin vida. La autopsia, en cambio, determinó un traumatismo de cráneo.

Las primeras investigaciones fueron hechas por la Comisaría Decimoquinta.

El primero en quedar en la mira de los pesquisas fue el dueño de casa y cuñado de la víctima, Pedro Walter E. (46), quien fue detenido luego de que surjan las sospechas de que habría mantenido una discusión con Benítez y que derivó en un ataque con resultado fatal. 

A raíz de estas sospechas, el martes por la tarde los efectivos policiales realizaron un registro fotográfico de la vivienda que compartían víctima y victimario en el barrio Aeroclub de Posadas.

Además de la toma de medidas planimétricas y revelación de diferentes muestras los integrantes de la División Criminalística también incautaron diferentes elementos como ser un hierro de 23 centímetros y un martillo con cabeza de plomo que tenían rastros de sangre.

También dos teléfonos celulares que serán analizados por la Dirección de Cibercrimen y podrían aportar elementos de interés para la investigación.

En el procedimiento trabajó también la Comisaría Decimoquinta, la Dirección de Homicidios y la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional X.

Dudas y confirmación

Según se reconstruyó hasta el momento, los hechos se conocieron el domingo pasado cuando efectivos de la Comisaría Decimoquinta fueron comisionados por sus pares de la línea 911, luego de que se reportara un fallecido una vivienda ubicada sobre la calle 117.

Allí Delia (47), la hermana de Benítez, le relató a los efectivos que Luis le había dicho horas antes que se iba a ir a dormir debido a que le dolía mucho el pecho.

Sin embargo, horas después, cuando fue a la habitación para verlo, notó que no tenía signos vitales. La mujer manifestó que estaba a cargo de su hermano desde hacía cuatro años y que se trataba de una persona con tratamiento psiquiátrico, pero que además presentaba una anemia y tenía problemas respiratorios.

Un médico policial se hizo presente luego en la escena y constató que el  hombre estaba sin vida en su cama. Sin embargo, también reportó que tenía “múltiples excoriaciones” en el rostro. Esa fue la primera advertencia de que el relato de los familiares no estaba completo.