Al rescate de los juguetes

Han pasado más de dos décadas desde que Buzz Lightyear y Buddy llegaron a la pantalla grande para volver realidad el sueño de todos los niños: que los juguetes cobren vida propia.  

Toy Story, la primera producción que realizó Pixar estrenó ayer el spin-off de uno de sus personajes más emblemáticos. Buzz, el protector de la galaxia, es protagonista de una nueva aventura cinematográfica que llega para grandes y chicos con un profundo mensaje de concientización, reutilización y convite.

Ayer, las familias participaron del gran estreno que tuvo sede en el Imax del Conocimiento. Algunos niños llegaron a la sala abrazando a sus muñecos, disfrutando el momento junto a Buzz. Mientras, otros se valieron del juguete para compartirlo y hacer nuevos amigos en la previa de la proyección.

“Los niños aman la peli y nosotras también”, relataron las hermanas Belén y Valeria, Ozuna que fueron al cine junto a Bárbara y Mateo. “Toy Story tiene muchos años, yo crecí viéndola y hoy mis sobrinos simpatizan con la historia, eso es hermoso. Estas películas tienen un gran mensaje por eso llegan al corazón de grandes y chicos”, agregó Belén destacando por qué es seguidora de la saga Toy Story.

Por su parte, Verónica Maidana acompañó a Mateo y Naomi Javier a que también vieran el estreno. “Nos encantan este tipo de películas. Mateo trajo su Buzz, que ya la falta una pierna, pero que lo sigue eligiendo para jugar. Es uno de sus juguetes preferidos”, contó dejando en claro que los niños no buscan un súper juguete, sino que hay algo que está por encima de la innovación tecnológica: el valor afectivo que representa esa pieza.

Al igual que el pequeño Mateo, Nicolás también llevó su figura de Buzz al estreno y aprovechó el tiempo de espera en la fila para hacer nuevos amigos y compartir su juguete. “El papá es fan de Toy Story, sólo que Nico ama a Buzz y su papá a Buddy. No estábamos al tanto de que saldría una peli nueva, pero apenas nos enteramos, nos pusimos en campaña para conseguir las entradas. Es un paseo que decidimos hace en familia porque todos disfrutamos la peli, amamos Toy Story y disfrutamos estar juntos”, contó Macarena, mamá de Nicolás.

Una nueva oportunidad

En el marco de la presentación de la película, el Hospital de Juguetes de Posadas también fue protagonista de la jornada con un  stand expositivo y un baúl para recibir donaciones que fue montando en la sala de ingreso al Imax.

Allí, cada familia podía acercarse a depositar aquellos juguetes en desuso, rotos o que ya no utilizan en casa, para que el hospital pueda darles una nueva oportunidad.

“Lo que fundamentalmente buscamos es concientizar sobre la donación, el reciclaje y sobre lo bien que se siente el acto de compartir y darle así una segunda oportunidad a un juguete y también a un niño”, resumió Silvia Moreno, fundadora del Hospital de Juguetes, en diálogo con El Territorio.

“Mucha gente los tira o los archiva sin darle utilidad. Y hoy venimos a apoyar el trabajo que viene haciendo esta película”, explicó señalando que Toy Story es una historia de juguetes que pierden piezas, que se restauran, que dejan de funcionar con el correr del tiempo, y hasta que cambian de dueños; pero siempre tienen una nueva oportunidad.  “Esta historia particular, la de Buzz, es de heroísmo, de alguien que hace el bien y eso nos enseña que todos podemos -desde nuestro pequeño lugar y con pequeñas acciones- podemos también hacerlo”, reflexionó.

En el stand, expusieron juguetes fabricados con materiales reciclables, otros restaurados con materiales reciclables, algunos restaurados como nuevos y otros con piezas en las que el arreglo se nota: “La idea es esa, que se vea el arreglo, que se den cuenta de que es un juguete arreglado y que todos vean que es posible sacar adelante un juguete con piezas restauradas.  En esta muestra no queríamos mostrar la perfección, sino que todo puede tener otra oportunidad”.

Las donaciones se seguirán recibiendo en el Imax del Conocimiento o en el Hospital de Juguetes (Martín Fierro  3807).