La vecina que resiste

domingo 12 de junio de 2022 | 6:00hs.
La vecina que resiste
La vecina que resiste

La ermita de la virgen de Fátima, a la que se llega recorriendo la calle Clotilde G. de Fernández hasta el parque homónimo, situado frente al balneario El Brete, contiene una de las tantas imágenes religiosas que acompañaron el desarrollo de barriadas en momentos en que el paisaje costero era otro.
Desde los años 50 la zona se fue poblando de familias que entre sus pertenencias, no sólo materiales, también trajeron sus creencias, y para acompañar esa fe se fueron erigiendo en protectores la virgen de Fátima, la de Itatí, el Divino Niño. Esas ermitas no sólo fueron lugares de veneración religiosa, sino que a su alrededor se desarrollaron otras prácticas: educativas con centros de apoyo escolar, de asistencia a través de salitas, dispensarios, merenderos, de documentación, actividades deportivas, y en tiempos de la construcción de la represa, como lugar de reunión y organización de vecinos. La mayoría de las imágenes religiosas de la zona se fueron con las familias a los nuevos barrios en los que los relocalizaron cuando Yacyretá fue avanzando, pero en la zona del Brete permanecieron la de Fátima, que estaba al cuidado de la última familia que se retiró de la zona y que posteriormente su ermita quedó bajo las aguas del Paraná, salvándose de ser arrastrada por la corriente merced a la caja de vidrio en la que fuera puesta. Los vecinos gestionaron ante la Entidad Binacional para que la imagen fuera entronizada nuevamente, haciendo posible que cada 8 de diciembre los antiguos habitantes de la zona se congreguen en su derredor.

La ermita junto con la virgen mientras la obras de la costanera avanzaban. Año 2010. Foto: Marcelo Rodríguez

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