Según encuesta, Misiones es la 5° provincia más infiel

Infidelidad, entre la culpa y el afán de querer probar nuevas experiencias

¿Es el ser humano monógamo por naturaleza? ¿Por qué una persona es infiel? Especialistas en sexología debaten sobre los mandatos sociales y el camino hacia las relaciones abiertas
domingo 12 de junio de 2022 | 6:06hs.
Infidelidad, entre la culpa y el afán de querer probar nuevas experiencias
Infidelidad, entre la culpa y el afán de querer probar nuevas experiencias

Infidelidad. Mala palabra, clandestinidad, tabú, culpa. Canciones, obras literarias y filmes se apropiaron de ella llevándola por diferentes caminos y dándole escandalosos desenlaces. Sucede que la infidelidad pareciera que hace a la raza humana (o viceversa) y en ese sentido, la monogamia entra en un debate cada vez más profundo.

En estos tiempos, la aparición de aplicaciones propician los encuentros por fuera de las parejas establecidas y algunos son exclusivamente para infieles. Allí aparece Gleeden, app de encuentros no monógamos, que difundió recientemente un ranking de los países latinoamericanos más infieles según la procedencia de sus usuarios: el dato es que Argentina figura cuarto (detrás de Brasil, Colombia y México) y nada menos que Misiones, como quinta a nivel nacional, siguiendo a la Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Ciudad de Buenos Aires y Salta.

En ese marco, con el fin de ahondar en la temática y en las razones o cuestiones que giran en torno a la infidelidad, la exclusividad y a las relaciones interpersonales, El Territorio dialogó con Guido Fischer, psicólogo misionero y especialista en sexología y con Silvia Rubies, especialista en sexualidad española y directora de Comunicación de Gleeden en Hispanoamérica.

“Una de las preguntas que hacemos tanto a nuestros usuarios como a la sociedad en general, es si creen que el ser humano por naturaleza es monógamo y hasta un 80% dice que eso no es así, sino que es más la sociedad y la religión que a través de los años nos han encajado en este tipo de relaciones que cuesta mucho romper. Si es verdad que cada vez se está hablando más de relaciones abiertas, poliamorosas, swingers, pero todavía queda un trecho grande para hacer de este tipo de relaciones algo más generalizado”, consideró Silvia Rubies.

Asimismo, sostuvo que aún está muy arraigado en la sociedad la posesión, el considerar a la otra persona como propia y de nadie más. Aunque es sabido que en una relación de pareja hay un acuerdo tácito de exclusividad. “Como dije, muchos creen que el ser humano no es monógamo, pero al momento de romper con eso prefieren una infidelidad en lugar de abrir su pareja, porque eso implica dar la posibilidad de que tu pareja también pueda hacerlo y no todo el mundo está dispuesto a eso”, acotó.

Por su parte, Fischer contó que hace 20 años realizó una encuesta y estudio comparativo entre tres grupos de personas: swingers, poliamorosos y parejas comunes heterosexuales. “Ni los swingers ni los poliamorosos crecen como agrupación a gran escala porque tienen reglas muy claras que se deben cumplir. Para eso hay que tener responsabilidad, respeto y sobre todo conciencia plena de lo que se lleva a cabo”, dijo.

Y agregó: “En cambio, en el grupo infiel no hay conciencia ni responsabilidad sobre lo que se ejerce. Y ese sí es el grupo que más ha crecido, el de los infieles en la población heterosexual y la homosexual. A muchos les gusta la transgresión y a otros les gana la emoción de la novedad, pero sin pensar bien qué ponen en riesgo”, señaló el sexólogo.

El porqué
Rubies, la especialista española, indicó las razones que llevan a una persona a ser infiel son diversas y varía según cada una. “Por lo general en Gleeden tenemos el foco muy puesto en la mujer, constatamos que la principal causa es por la falta de cuidados y atenciones de parte de su pareja. Las mujeres llegan a una cierta edad y después de ciertos años de relación se pierden como mujer, pasan a ser las madres y ‘esposadas de’ y pierden un poco su feminidad y su sentido de sexualidad y sentirse sexys”, señaló. Por lo que la infidelidad es el paso a recuperar su sexualidad y empoderarse sexualmente, volver sentirse mujeres deseadas.

En el caso de los hombres, sostuvo: “Se debe más a una cuestión más sexual, pero también juega un papel el ego, eso de saber que todavía pueden ser cazadores. En fin, en ambos casos tiene que ver con el ego, con volver a sentirse querido, deseado y sexualmente atractivo, el volver a reconectar con uno mismo”.

Sin embargo, según la app, el 59% se siente arrepentido de haber sido infiel.

Las relaciones abiertas
El mes pasado se organizó en Posadas una fiesta swinger que superó todas las expectativas y arrasó con los cupos. Esto habla de una sociedad más abierta a temas que antes se mantenían debajo de la alfombra, en la penumbra. Una relación abierta, poliamorosa y swinger (intercambio de parejas) suponen altos niveles de confianza y reglas bien claras. Aquí la infidelidad no es una opción porque los códigos se pautan de antemano.

“La gente tolera mucho más que antes infidelidades, tolera que se consuma pornografía, tolera hablar y desea hablar más que antes de temas de sexualidad humana. La mujer se masturba sin culpa, entendiendo que tiene que aprender primero con ella a conseguir placer, para conocer su cuerpo y su respuesta sexual”, consideró Fischer.

No obstante, aclaró: “Por otro lado, hay mucho más exigencia, explicita y tácita, de cómo debe ejercerse el sexo. La libertad sexual, ha crecido muchísimo, (pero) de modo directamente proporcional a los imperativos y exigencias sociales, de cómo debe ser ejercida la sexualidad humana”.

 

La palabra de algunos misioneros

Un debate amplio se abre cuando se habla acerca de qué es una infidelidad para cada uno o ante qué situaciones se sienten traicionados. Muchos creen que sólo implica un encuentro sexual, mientras muchos la amplían incluyendo en la misma categoría el sexting, reaccionar a publicaciones de otras personas o incluso el consumo de pornografía.

Teniendo en cuenta estos ítems, El Territorio realizó una encuesta entre sus propios lectores. Así el 59% votó por el acto sexual consumado, el 37% cuando hay sexting, el 2% al poner like en la foto de otra persona en las redes sociales y otro 2% también al consumo de pornografía.

“Es un tema complejo. Pero voto por sexting porque creo que de ahí para arriba empieza todo o antes incluso. Para mí donde ya hubo un contacto previo con intención de consumar algo ya es infidelidad”, opinó una lectora de El Soberbio.

Mientras que otra lectora posadeña, sostuvo: “Para mí sólo cuando el acto sexual está consumado porque hay un encuentro entre ambos, una intención y un hecho concretado. Lo otro es pavada nomás”.

Otro joven posadeño, en tanto, expresó: Creo que las primeras tres opciones son infidelidad, desde tener sexo, el sexting y poner me gusta en la foto de otra persona, si tenés novia y la chica no es tu amiga, es algo innecesario”.

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