Los llevan adelante guardaparques nucleados en el Grupo de Operaciones de la Selva

Hacen hasta doce operativos al mes por caza furtiva en Misiones

Los cazadores provienen de Brasil y buscan comercializar la carne de los animales. Las especies más amenazadas son el tapir, el coatí, la paca y el venado, entre otras
viernes 03 de junio de 2022 | 0:30hs.
Hacen hasta doce operativos al mes por caza furtiva en Misiones
Hacen hasta doce operativos al mes por caza furtiva en Misiones

La caza furtiva es una de las principales amenazas de las áreas protegidas de Misiones, ya que no sólo atenta contra los ecosistemas sino también contra el gran depredador de la tierra colorada, el yaguareté, puesto que los ejemplares que se cazan son parte de su alimentación.

La caza de todo tipo y modalidad está prohibida en la provincia, no obstante, en los primeros meses de la pandemia se acrecentó por la ausencia del control de los guardaparques. En ese marco, actualmente el Grupo de Operaciones en Selva (GOS), realiza entre nueve y doce operativos en toda la provincia con el objetivo de desarticular la red de cazadores dentro del monte.

El GOS es un conjunto dentro del cuerpo de guardaparques con una preparación específica en táctica, entrenados con las fuerzas de seguridad y habilitados para portar armas.

Según detalló a El Territorio, Alan Vortisch, Subsecretario de Ecología de la provincia, existen tres tipos de cazadores que se internan en la selva misionera: los que hacen caza de excursión en grupo, los que son más profesionales y luego comercializan la fauna silvestre, la mayoría de ellos provenientes del Brasil; y en menor medida, los cazadores de la zona que lo hacen para subsistir, es decir, para su alimentación cotidiana.

“Tenemos bien diferenciados a los cazadores, unos que vienen desde Brasil a la zona de biosfera (Yabotí), les queda muy cerca porque está el río Pepirí Guazú, que no es muy caudaloso ni tan ancho y muchas veces cuando se encuentra bajo pasan a caballo, en moto e inclusive en tractor. Generalmente son grupos de cazadores que hacen dos tipos de caza: una que es prácticamente de excursión  y la otra tiene que ver con cazadores profesionales que cazan los animales para luego comercializarlos en el vecino país”, explicó.

Y en esa misma línea agregó, sobre el tercer grupo de cazadores: “El otro cazador son los locales que viven en los parajes y las colonias, que por cuestión de hábito buscan los recursos que el monte le puede dar. En épocas de situaciones económicas inestables saben que en el monte van a encontrar recursos y eso quizás hace que se incremente”.

Entre las especies más codiciadas por estos depredadores de la fauna silvestre se encuentran el tapir -declarado monumento natural provincial-, coatíes, pacas, venados, entre otras.

Asimismo, Vortisch indicó que las principales zonas con presencia de cazadores son el Parque Provincial Urugua-í, la reserva de Biosfera Yabotí, el Parque Provincial Foerster y lo que comprende el Valle del Cuñá Pirú.

“Los que cazan por subsistencia son el índice más bajo. La mayoría de la caza furtiva se da por una tradición, por una costumbre, que a estas épocas por todas las circunstancias que estamos viviendo a nivel planetario y de pérdida de biodiversidad, Misiones prohibió la caza en todas sus categorías y modalidades, más teniendo en cuenta que es la capital de la biodiversidad”, sostuvo el funcionario.

Cómo trabajan

Vortisch explicó que la provincia está dividida en tres zonas: sur, centro y norte. En cada una de ellas hay presencia del GOS, que tiene un promedio de cuatro operativos al mes en cada zona.

Son equipos preparados para interceptar a los cazadores en medio del monte. “Los equipos están equipados no solo con su armamento, sus chalecos antibalas sino también con un sistema de posicionamiento global, linternas tácticas, visores nocturnos, infrarrojo y térmico. Hemos tenido casos que han abierto fuego contra nuestros guardaparques y felizmente el chaleco antibalas nos ha protegido”, contó el subsecretario de Ecología.

Hay operativos, relató, donde no dan con el cazador pero se encuentran los trillos, cebaderos, distintos indicios de que en la zona estuvieron dejando alimento para atraer a los animales. “Si se encuentra un campamento, aunque no estén se incauta todo lo que se encuentra”, acotó.

Si un cazador es capturado por el GOS puede llegar a pagar una multa que comprende entre 2 mil y 20 mil litros del combustible de mayor octanaje. Es así que actualmente la multa puede costar entre $327.800 y $3.278.000.

“Cuando es aprehendido se procede a realizar el acta de infracción, se le incauta el armamento y a través de una cadena de custodia se entrega el armamento a la Policía o a la fiscalía de turno y se pone a la persona a disposición de la justicia provincial. Por lo general termina en la aplicación de una multa y en el decomiso definitivo de todos los insumos ilegales”, cerró Vortisch.


En cifras

$ 327.800
Si un cazador es capturado por el GOS puede llegar a tener que pagar una multa que va desde los 327.800 pesos a 3.278.000 pesos, indicaron desde Ecología.

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