Quedó en libertad el asesino de Marilyn Bárbaro

Menos de nueve años de cárcel, que purgó en dos tramos, dieron por cumplida la sentencia de Rubén Oscar Schnimg (38) por el homicidio de María Elena “Marilyn” Bárbaro (54), perpetrado el 17 de abril de 2004 en la ciudad de Oberá.

El jueves el Tribunal Penal Uno de Oberá le concedió la libertad condicional a Schnimg, quien en junio del 2020 reconoció en juicio abreviado la autoría del hecho y fue condenado a trece años de cárcel.

En tanto, si bien llevaba menos de dos años consecutivos tras las rejas, el Tribunal Penal le computó los siete años que ya estuvo preso, entre 2004 y 2011, por lo que cumplido dos tercios de la pena fue beneficiado con la libertad condicional.

El oficio que ordenó la medida señala que deberá contar con el exhaustivo control del Patronato de Liberados, al tiempo que el beneficiario fijó domicilio en la residencia de su esposa, en Oberá.

También se estipula que en el lapso de 48 horas de otorgada la libertad la comisaría jurisdiccional deberá corroborar que Schnimg se establezca en el citado domicilio.

Vale recordar que el ahora liberado fue el único de los cinco imputados que inicialmente tuvo el expediente que reconoció haber estado en el lugar de los hechos. Los otros cuatro sospechosos fueron sobreseídos, tras innumerables recursos que dilataron el proceso.

En consecuencia, a partir del beneficio concedido a Schnimg ya no quedan detenidos por el horrendo homicidio de Marilyn Bárbaro, considerado un caso icónico en la historia criminal de Misiones por la brutalidad del mismo y las posteriores sospechas de injerencia del poder político en el expediente, tal como incansablemente denunció la familia de la víctima.

Causa paralela

Respecto a Schnimg, ya a fines del año pasado su defensa había solicitado un “adelantamiento de fase e incorporación al pedido de prueba bajo el régimen de salidas transitorias”.

El imputado pidió salir todos los días para trabajar y regresar de noche a pernoctar en la Unidad Penal II de Oberá, lo que oportunamente fue rechazado por el Tribunal Penal en función a una nueva denuncia en su contra por “suministro de estupefacientes en un establecimiento carcelario”, causa que se tramita ante el Juzgado Federal de Oberá.

Según averiguó El Territorio, en aquel entonces el implicado fue notificado e indagado mediante videollamada en su lugar de detención.

Estando preso, Schnimg habría logrado ingresar estupefacientes para la venta en la cárcel, precisó un vocero. Por este hecho podría recibir una nueva condena, esta vez del fuero Federal, aunque ello no impidió que finalmente le otorguen la libertad condicional por el caso Bárbaro.

Sentencia y dudas

Si bien por el caso Bárbaro hubo cinco sospechosos, los cuales pasaron entre siete y años privados de su libertad, cuatro de ellos fueron sobreseídos y sólo Schnimg fue juzgado, ya que desde un primer momento fue el único que reconoció haber estado en el lugar del hecho.

La autopsia practicada sobre el cuerpo de la víctima confirmó que la enterraron cuando aún respiraba.

Sin embargo, para el Tribunal Penal subrogante de Oberá no existió ensañamiento ni alevosía, como sí se probó en la instrucción. Por ello, Schnimg fue sentenciado por homicidio simple y robo en concurso real, lo que atenuó considerablemente la pena.

El Tribunal que juzgó a Schnimg estuvo integrado por los camaristas Jorge Erasmo Villalba, Mónica Viviana Drganc Fernández y Graciela Ivonne Heppner, quien se opuso a la instancia del juicio abreviado y al cambio de calificación avalado por el fiscal Elías Bys.

“Para mí sí hay elementos suficientes para la calificación de ensañamiento y alevosía, están fundados en las pruebas que consideré de acuerdo a la sana crítica racional, lo cual me llevó a votar en disidencia”, subrayó oportunamente Heppner.

De no ser por el cambio de calificación y la chance del juicio abreviado, Schnimg podría haber sido condenado a prisión perpetua.

Los cuatro absueltos

La voluminosa causa por el homicidio de Marilyn Bárbaro tuvo cinco procesados.

Además de Schnimg, también fueron implicados Matías Ortiz (al momento del hecho su madre era diputada provincial), Gabriel Piotroski, Patricio Do Santos y Daniel “Chaparro” Núñez.

Al inicio de la instrucción el primero declaró que ofició de “campana”, pero luego se desdijo. Afirmó que la defensora oficial le recomendó que diga eso “porque así iba a zafar”.

Luego del hecho condujo el auto de la víctima, aunque argumentó que pensó que era el coche de Piotroski.

Se estima que el móvil del homicidio habría sido el robo, ya que la víctima tenía dinero de la venta de pinos.

Durante la instrucción, peritos de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) encontraron cabellos de la víctima en el interior del Ford Escort que conducía Ortiz, prueba que luego fue impugnada por la defensa debido a un falla en la cadena de custodia.

Argumentaron que se había violado una de las fajas de seguridad del coche que estaba en resguardo del Escuadrón 9 Oberá, lo que terminó favoreciendo al dueño del auto.

Ya sin sustento científico, todo el peso de la acusación se apoyó en la figura de Schnimg, quien estuvo preso siete años, hasta que fue beneficiado con la excarcelación bajo caución juratoria. Recién en junio de 2020 fue condenado.

Previamente, en octubre de 2008, la jueza Kunzmann de Gauchat había ordenado el sobreseimiento y la liberación de Ortiz, Piotroski, Do Santos y Núñez.

Piotroski y Ortiz habían estado recluidos en una clínica privada; mientras que los otros procesados permanecieron en la cárcel de Oberá.