El martes por la noche una mujer publicó en su cuenta de Facebook que su hijo había sufrido un intento de robo pero logró escapar, aunque en la huida tiro sus elementos de estudio. El joven tiene 18 años y asiste al CEP 59 de Oberá.

"Hola, buenas noches. Si llegan a encontrar un morral con carpetas a nombre de Nahuel C. por favor avisar. A mi hijo lo quisieron asaltar y tiró todo", escribió en la red social.

Pero grande fue su sorpresa cuando minutos más tarde recibió un mensaje (a través de Messenger) de una policía que se desempeña en la Seccional Primera, quien le aclaró que en realidad su hijo había sido abordado por efectivos de civil de la División Investigaciones que no se identificaron correctamente.  

"Buenas noches señora, acérquese a la Comisaría Primera. Antes de las 20 acercaron una mochila con cosas similares a la que usted menciona. Allá le van a explicar. Recién vi su publicación y le escribí, allá le van a decir bien qué pasó, no le quisieron robar sabe. Se habrá asustado nomás y dejó sus cosas", indicó la policía.

Incluso, reconoció que el temor del joven estuvo fundado y opinó que hasta hizo bien en correr.  

"Pasa que se entiende, estaban de civil y qué iba a saber él que eran policías. No sé cuántos años tendrá su hijo, pero sólo fue eso. Ellos estaban trabajando, nada más. Él sólo pensó en cuidarse por las dudas y está bien", opinó con criterio la funcionaria.

Y agregó: "Pasa que están en el tema del menor desaparecido. Hay policías uniformados trabajando por toda la ciudad y también de civil. Él estaba en un lugar y sólo quisieron identificarlo. Como estaban de civil, antes de llegar a él, soltó las cosas y corrió. Se habrá asustado. Entonces acercaron a la comisaría sus elementos de estudio, avisando lo que pasó por si buscaban".

Un susto grande

Por su parte, Nahuel C. (18) precisó que el martes, minutos antes de las 19, se dirigía al CEP 59 que funciona en instalaciones de la Escuela 185 cuando fue abordado por cuatro hombres que se movilizaban de un coche oscuro.

"Iba caminando por calle Martín Fierro casi llegando a la avenida Sarmiento y paró un auto. Se bajó el conductor y vi que tenía algo brilloso que parecía un cuchillo, y ahí se bajaron otros tres. El conductor me empezó a chistar y me dijo que me quede ahí, pero me asusté, solté mis cosas y corrí. Crucé la avenida y pedí auxilio en una verdulería", relató el estudiante.

Destacó que la gente de la verdulería lo contuvo y hasta fueron a buscar las cosas que dejó tiradas, pero ya no estaban en el lugar.

"Después pedí un remís y fui a mi casa. Al rato una policía le escribió a mi mamá para decirle que mis cosas estaban en la Primera y que las pase a retirar. O sea, por la manera en que se comportaron pensé que eran ladrones, pero en realidad son policías", indicó.