Menstruación consciente para liberarnos del tabú

La menstruación ha sido desde siempre una cuestión para hablar a escondidas. Desde antaño, todas las personas menstruantes se han preocupado por tomar el tema con absoluto secretismo. Desde usar metáforas para explicar o contar que se está en período de sangrado, ocultarlo, evitarlo o hasta de avergonzarse cada vez que la cuestión se hace pública; la menstruación siempre ha sido un tabú.

Pero la realidad es que se trata de la cuestión más natural de todas. “Sin menstruación no hay humanidad”, resumió Paola Torres, comunicadora y referente de Ladofem, un emprendimiento de toallitas femeninas de tela y copitas menstruales, aludiendo a que representa un proceso natural y cíclico que acompaña durante unos 40 años a todas las personas con ovarios.

Por estos días -y mediante un cambio que comenzó a gestarse años atrás con concientización y educación de por medio- se está dejando a un lado el velo del ocultismo. Si bien, se trata de un ciclo íntimo y personal, ello no representa que deba esconderse o avergonzar cada vez que se comparte o vuelve público.

En Argentina, hay más de 12 millones de personas que menstrúan, y relegar el tema a lo privado solo contribuye a aumentar la brecha de género, social y económica, generando así mayor desinformación y vergüenza para las personas que lo transitan. Ello, alimenta también mitos sobre el proceso cíclico y hasta convierte en objeto de burlas a quienes transitan, por cuestión biológica, el ciclo.

Por eso, y con la premisa de que la menstruación deje de ser un tabú, este sábado y el próximo 11 de junio se llevarán a cabo dos charlas- taller para adultas y niñas. La propuesta fue ideada por el grupo Las Cirandas, un colectivo de familias que comparten crianzas y el cuidado de las infancias en Posadas; en conjunto con la juguetería Casita Mágica y la participación especial de Paola Torres, referente y estudiosa de la temática, quien estará a cargo de brindar las charlas.

Una cuestión internacional
Las charlas se enmarcan en la celebración del Día Internacional de la Higiene Menstrual,que se conmemora todos los 28 de mayo desde 2013 con el objetivo de terminar con la pobreza menstrual, concientizar sobre higiene y gestión menstrual deficiente, como así también modificar percepciones negativas o estigmas en torno a la menstruación.

En ese contexto, la importancia de abordar la menstruación desde una perspectiva consciente implica un cambio en la forma de entenderla y por extensión, también de entender la salud femenina. Consiste en saber identificar los cambios físicos y emocionales que se dan en el cuerpo durante el ciclo menstrual, considerando que a lo largo de todo el mes el cuerpo está sometido a cambios constantes, teniendo en cuenta el ciclo completo y no solamente los días de sangrado.

“Es un tema muy tabú todavía. Por eso, lo que pretendemos con estos encuentros es sacarlo de esa posición, desmitificar algunas cuestiones y también brindar información importante”, detalló Torres en diálogo con Radioactiva sobre los talleres.

“Un poco lo que se quiere -desde hace muchísimos años y sobre todo, de la pandemia hacia estos días- es educar sobre la menstruación”, agregó sobre la propuesta que intenta brindar herramientas e información.

“También buscamos hablar de salud y gestión menstrual. La Organización Mundial de la Salud (OMS) hace un par de años refirió que la menstruación es uno de los signos vitales dentro de la salud. Pero si empezamos a ver varias aristas: la salud, la educación, la conciencia y la ciclicidad, hay muchas cosas para hablar; y un poco esto es lo que propone el taller que hacemos en conjunto con la puericultora Noelia Rossano, y Marina Hlebovich que está al frente de la Ciranda”, señaló.

En ese sentido, la gestión menstrual responde a la diversidad de opciones con que se cuenta hoy para vivir el ciclo. “La información y el conocimiento son poder. Cuando uno aprende, tiene la opción de poder elegir. Y hoy además de las toallitas y tampones desechables -que resultan costosas, contaminan el ambiente y también pueden generar alergias u otras complicaciones- existen muchas opciones”, resaltó Torres mencionando las copas de silicona, las toallitas de tela, y los calzones o esponjas menstruales, entre otros. Al tiempo que celebró que este cambio que se viene gestando es “hermoso”.

Intercambio e información
La propuesta de los talleres se divide en dos encuentros. Por un lado, una primera charla taller orientada a adultas con el fin de cuestionar y repreguntarse sobre la propia ciclicidad. “Es una invitación a entender el proceso biológico para vivirlo sana y plenamente”, resaltó Marina Hlebovich a El Territorio. “La idea es ampliar el enfoque, la posibilidad de ir entendiendo nuestros propios ciclos desde un lugar placentero y de cuidado”, agregó.

En tanto, el segundo encuentro está orientado a las infancias. Se trata de un taller de menstruación consciente para niñas que anhela que las pequeñas se acerquen a una relación amena con su ciclo menstrual. “El eje es poner en escena que las niñas también menstrúan, que no se hacen señoritas ni se convierten en mujeres por menstruar; por eso también lo llevamos adelante en una juguetería”, aclaró Hlebovich. Y agregó:

“La idea es prepararnos como adultas para acompañar ese proceso y a la vez que las niñas puedan encontrarse con otras niñas a hablar de sus experiencias, en un marco cuidado”.

“Me hubiera gustado que me explicaran esto de la menstruación sin haberme generado miedo, sin haberme dicho que soy una señorita, o que a partir de ahora me puedo quedar embarazada. Por eso damos este taller; para que las niñas transiten con amor este proceso”, sumó por su parte Torres.

Al tiempo, resaltaron que existe una vacancia -incluso en la ley de educación sexual integral- sobre la menstruación; y por eso es importante crear espacios de acceso a la información y el conocimiento; a la desmitificación de algunas cuestiones, al reconocimiento de una misma y al intercambio de experiencias.