“No sé a dónde recurrir, mi nieta no está bien”

Tras ser alertada sobre la liberación de uno de los dos detenidos que tiene la investigación por el abuso sexual que sufrió su joven nieta, en diciembre del año pasado en Puerto Iguazú, Elsa Machado entró en desesperación. Más aún al ver y escuchar a la víctima muy angustiada con la novedad, por lo que teme por la vida de la chica que se encuentra en estado depresivo y que ya adelantó que los responsables de lo que le hicieron recuperaban la libertad ella podía tomar una drástica decisión sobre su vida.

“Yo no sé qué hacer y no sé a dónde recurrir, mi nieta no está bien, desde ese día (ataque) se refugió en el alcohol y como es mayor de edad, no tengo mucho control sobre ella y temo lo peor. Ella me dijo que si los soltaban ella tomaría una decisión por su vida, no sé qué hacer”, narró angustiada Elsa, quien en la actualidad está a cargo de su nieta.

La mujer contó a este medio que su nieta se enteró de que ambos imputados recuperarían la libertad cuando fue al juzgado a averiguar cómo seguía la causa.

Comentó que en esa oportunidad le dijeron “que pagaron la fianza y que los liberarían, hoy (por ayer) me enteré de que uno ya está libre y que al otro también lo largarían. No entiendo por qué, nosotros llevamos todas las pruebas hasta las cámaras del motel entregamos. No puede estar libre, no sé qué va a pasar con mi nieta. Está deprimida y sin ganas de vivir después de lo que le hicieron”.

Respecto al acompañamiento psicológico, la abuela indicó que su nieta fue un par de veces al psicólogo y que luego decidió seguir estudiando en Córdoba, aunque a pesar de que viajó no aguantó la presión y regresó.

“No consigue trabajo, no tiene ganas de vivir y anda con un grupo de personas que no son buenas, empezó a consumir alcohol. No sé qué hacer para que se recupere y ahora con la noticia de que están sueltos, todo se hace más difícil”, lamentó con tristeza la entrevistada.

El caso
El ataque se produjo el 27 de diciembre cuando la denunciante se encontraba con unos amigos compartiendo bebidas frente a un boliche, ubicado en pleno centro de la ciudad de Puerto Iguazú, del cual acababa de salir.

En un momento dado comenzó a sentirse mal y el hermano de su padrastro, identificado como Ezequiel N., se ofreció a llevarla a la casa junto a un amigo. La joven accedió, pero momentos más tarde perdió la conciencia y despertó en una habitación de lo que se presume era un hotel alojamiento, por los espejos que describió la víctima, mientras uno de los jóvenes estaba sobre ella cometiendo el abuso.

La chica volvió a desmayarse y recobró los sentidos cuando estaba a bordo de una motocicleta y la dejaron en la esquina de su casa.

La abuela de la joven notó que su nieta tenía la ropa al revés y al preguntar qué había sucedido, la joven se quebró y dijo que no sabía qué le habían hecho.

Rápidamente su abuela la llevó a la Comisaría de la Mujer, donde realizó la denuncia y su nieta fue trasladada a Eldorado para que la revisara un médico forense.

Semanas después, los dos presuntos implicados en el hecho fueron detenidos y puestos a disposición del Juzgado de Instrucción Tres de Puerto Iguazú.