La casita del árbol

¿Qué niño no ha añorado tener una casa en un árbol? Usarlo como escondite, guarida o como punto de reunión con los amiguitos del barrio. Un abuelo herrero y su yerno cumplieron el sueño de la niña más pequeña de la familia.

En el barrio Los Kiris (apodado así porque justamente es una zona donde se plantaron varios ejemplares de estos árboles) se construyó una casita a base de hierros que fueron sobrando de obras que realizan los herreros dueños del inmueble.

Una base de madera dura y tirantes de hierro, techo de chapa y con perspectivas de colocar una escalera para el fácil acceso de los niños, la edificación se camufla entre las grandes ramas del kiri que crece en la esquina del barrio.

La promesa es terminarla para fin de año en la época festiva donde colocan luces. De este modo quedará inaugurarla oficialmente,  dando más vida no solo a la esquina, sino también al barrio.