Antes del debate por usurpación, aceptó devolver club de pádel

Cayetano Raúl “Nani” Castelli, condenado por la recordada megaestafa al Poder Judicial y quien cumple pena bajo modalidad domiciliaria, estuvo a punto de sentarse nuevamente en el banquillo de los acusados para enfrentar un juicio oral por los delitos de usurpación y amenazas, pero minutos antes del inicio acordó reintegrar el inmueble a la propietaria por lo que frenó lo que podría haber significado su tercera condena.

El juicio estaba previsto que se desarrollara ayer a la mañana en la sala de audiencias del Palacio de Justicia a instancias de un tribunal unipersonal cuya titular era la jueza Correccional y de Menores Uno de Posadas, Marcela Leiva.

La acusación formalizada por la fiscal del mismo fuero, María Laura Álvarez, en tanto que la querella estaba representada por el abogado Sebastián González.

El acusado llegó bajo defensa de la abogada Myriam Gauvry que asumió un rato antes tras la renuncia de la anterior defensora.

Usurpación

Castelli llegó a la instancia de debate acusado de usurpar el club de pádel Kuglas, sobre la avenida Uruguay esquina Pasteur de la capital provincial y, propiedad del asesinado Jorge “Kuki” Barrufaldi, negocio que continuó explotando comercialmente hasta la actualidad con el nombre de Nani Padle.

El abogado que representa los intereses de la familia damnificada, explicó que “lo que hizo este hombre fue usurpar durante alrededor de siete años el complejo de padle Kuglas y amenazar a la propietaria, Gladys Urquiza, que es la viuda de Kuki Barrufaldi, víctima en un caso recordado en esta ciudad”.

Más en detalle, González reveló que “Castelli tenía un contrato de comodato con renovación anual que lo venía cumpliendo desde 2012, pero en 2015, cuando venció, la propietaria le solicitó la restitución del inmueble ante el interés de un posible comprador y él primeramente entregó las llaves, pero después se le cedió de nuevo para que retirara sus cosas y en ese marco se amotinó dentro del inmueble y no lo ha devuelto hasta el día de la fecha”.

“Hemos solicitado innumerables medidas, la justicia hizo caso omiso a la mayoría de ellas pero llegó un momento en que se tuvo que elevar a juicio la causa. Amén de eso requerimos la clausura de la propiedad por parte de la municipalidad porque continuaba la explotación de las canchas con el expendio de bebidas durante todos estos años, nunca hicieron siquiera una inspección”, lamentó.

Según el abogado querellante, Castelli “había manifestado en un momento que vivía en ese lugar pero es mentira, cualquiera que haya conocido el predio del club sabe que es imposible. La realidad es que se aprovechó de la indefensión de la propietaria y de los hijos que venían golpeados por el asesinato del esposo y padre, Kuki Barrufaldi, y hasta hace dos semanas ha seguido expotando el lugar bajo otro nombre”.

Castelli tiene sobre su espalda dos condenas, una de la justicia provincial relacionada a la megaestafa al Poder Judicial con oficios truchos y otra anterior, de la justicia federal, por haber utilizado un documento de identidad adulterado para ingresar al país desde Paraguay a través del puente internacional San Roque González de Santa Cruz hace poco menos de dos décadas.

Con el acuerdo judicial de restituir hoy mismo el inmueble a la propietaria, Castelli esquivó la que podría haber sido su tercera condena.