Patrimonio de los misioneros
Llegando a playa sur, un corroído cartel reza M. Lanús. A primera vista se ve un tanque de agua, un edificio de chapas al que continúa uno de material con un corredor de piso antiguo, y una ermita con una virgen dentro. En el predio aledaño se ven metales, restos de vías y durmientes de una madera que aparenta ser piedra que aún conservan los clavos ahora oxidados.
Se trata de lo que fue la estación de tren de segunda categoría Miguel Lanús. La única de las dos de Posadas que se conserva intacta y original.
El tren ya no pasa por su frente, la vía del internacional está a unos 200 metros acompañando el sentido y la dirección de la ruta, pero la historia quedó en sus paredes.
El edificio, declarado patrimonio histórico y cultural de la provincia, resistió hasta nuestros días el paso del tiempo, los intentos de intrusión y el abandono, gracias a la acción de vecinos y descendientes de Leopoldo Víctor Lanús, quien arribó en 1904 y donó el predio para la estación. El tren llegó a Posadas un martes 24 de diciembre de 1912.
