Ñande reko rapyta (Nuestras raíces)

Mayo de 1810, Misiones

viernes 13 de mayo de 2022 | 6:00hs.

Tener un calendario nacional de fiestas patrias resultó práctico en otros tiempos, cuando el relato difundido no se cuestionaba, la historia regional no estaba contemplada y la vida transcurría entre gobiernos de facto y gobiernos democráticos.

En la década de 1980 los historiadores dieron cuerpo y difundieron trabajos científicos que, muchas veces, chocaron de frente con la historia totalizante que se estudiaba de memoria y se repetía sin pensar; una historia unificada pergeñada, escrita y publicada desde el “ombligo de América del Sur”, es decir Buenos Aires y viciada de mitos.

Uno de ellos fue –y es– la denominada “Revolución de Mayo” en el año 1810, el desenlace de un proceso llevado adelante por funcionarios, militares y comerciantes porteños, que solo sucedió en la ciudad de Buenos Aires y que de revolución tuvo poco y nada. Nos contaron de un Cabildo, de unos vecinos, del “pueblo”, la mazamorrera, el velero, el sereno, de French y Berutti y las cintas celeste y blancas, pero no nos hablaron del resto de las -desde entonces Provincia Unidas del Río de la Plata- y menos mencionaron a una tierra tan lejana como inhóspita: Misiones.

En 1768, cuando se procedió a expulsar a los jesuitas de los pueblos de indios, el espacio geográfico conocido como “Las Misiones” abarcaba, al Sur y Este, desde el centro y Noroeste de la actual provincia de Corrientes, hasta el Sur y Suroeste del Paraguay de hoy al Norte, la mayor extensión se adentraba en la Banda Oriental (Uruguay) y el sur de Brasil (Estados de Paraná, Rio Grande do Sul y Santa Catarina)

En el mes de enero del año 1782 se constituyó el Gobierno de los Treinta Pueblos de las Misiones Guaraníes; en las áreas política, administrativa y de policía, Yapeyú, San Miguel y Concepción, mantuvieron la dependencia de Buenos Aires.

Para entonces Yapeyú incluía la reducción homónima como sede y los pueblos de La Cruz y Santo Tomé al occidente del río Uruguay, hacia el Este, Sao Borja; la jurisdicción alcanzaba hasta el Arroyo Yeruá -actual provincia de Entre Ríos- y siguiendo su ribera Este hasta alcanzar el río Negro -al Sur de la actual localidad de Fray Bentos, República Oriental del Uruguay-.

El Departamento de San Miguel se componía del pueblo del mismo nombre que oficiaba de cabecera más San Nicolás, San Luis, San Lorenzo, San Juan y Santo Ángelo, en el área delimitada por el río Uruguay, el arroyo Yacuy -actual Uruguay, límite entre los Departamentos de Salto y Artigas- y el arroyo Piratiny -actual Estado de Río Grande do Sul, Brasil-.

El Departamento de Concepción nucleaba al pueblo de igual nombre y sede de las autoridades más los poblados de San José, San Carlos, Apóstoles, Santa María la Mayor, Mártires y San Javier, al Oeste del río Uruguay desde las nacientes del río Aguapey -actual provincia de Corrientes- hasta el arroyo Guazupizoró –actual arroyo Guazupí, límite con el Departamento de Candelaria-; mientras que los similares de Santiago y Candelaria pasaron a depender de la Intendencia del Paraguay.

El Departamento de Santiago comprendía el pueblo homónimo más San Cosme, Santa Rosa, San Ignacio Guazú y Santa María de la Fe. Esta área geográfica se ubicaba en actual territorio paraguayo, entre los ríos Paraguay, Paraná, Aguapey y Tebicuary.

El Departamento de Candelaria estaba formado por el pueblo del mismo nombre más Santa Ana, Loreto, San Ignacio Miní, Corpus, Itapúa, Trinidad y Jesús, en ambas márgenes del Paraná.

En enero de 1800 se estableció un límite provisorio entre Misiones y Corrientes, desde la cuchilla en cercanías del río Corriente y las nacientes del Miriñay hasta las nacientes del Guayquiraró y el Mocoretá; un año después se fundó Belén y en agosto del mismo año, portugueses ocuparon el pueblo de San Miguel primero y el departamento completo posteriormente, incluyendo a San Borja.

El gobernador de Misiones Bruno de Zavala murió en el año 1800 y fue reemplazado en forma interina por Joaquín de Soria y Santa Cruz hasta 1803, cuando asumió el cargo Santiago de Liniers, ejerciéndolo hasta el mes de mayo; entonces se separó el gobierno de los Treinta Pueblos de Misiones de las Intendencias de Buenos Aires y Asunción, y se nombró un gobierno político-militar bajo las órdenes de Bernardo de Velazco, quien asumió el mando en 1804.

Un año más tarde, la corona española unificó –momentáneamente- los gobiernos de Misiones y Paraguay en manos de Bernardo de Velazco, quien lo hizo efectivo en mayo del año 1806, pero los sucesos en la ciudad de Buenos Aires –invasiones inglesas– requirieron su presencia, por ello Santiago de Liniers -ahora Virrey- nombró como reemplazante de Velazco al capitán Agustín de la Rosa, con el cargo de comandante general de las armas en los pueblos de Misiones, fijó la sede en Concepción y en el mismo acto nombró también a los jefes departamentales de Yapeyú y Candelaria –José Bolanoz y Juan de Urquiza respectivamente –.

Dadas las reiteradas quejas de Velazco sobre la conducta de De la Rosa, el virrey Cisneros lo reemplazó, en diciembre de 1809, por el coronel Tomás de Rocamora, a quien confirmó en el cargo días después de la renuncia formal de Velazco.

Entonces, en manos de Rocamora quedaron los departamentos de Yapeyú, Candelaria y Concepción, mientras que el departamento de Santiago quedó bajo gobierno de Asunción; las Misiones Orientales estaban en poder portugués desde 1801.En este contexto geográfico-administrativo estaba Misiones en el mes de mayo de 1810, cuando se produjo la denominada Revolución de Mayo; todos estos poblados tenían Cabildo, vecinos y posiblemente se saboreaba una mazamorra de cuando en cuando, velas se utilizaban más no tenemos datos de veleros, serenos había y “patriotas” también.

Dentro de la nueva realidad política, Misiones pasó a ser una Intendencia, decisión tomada por el nuevo gobierno del Río de la Plata frente a la pronta adhesión de Rocamora a la Primera Junta; asimismo, se lo nombró gobernador intendente, el 23 de julio de 1810; actitud opuesta a la adoptada por Bernardo de Velazco desde Asunción, al ordenar el desarme de los departamentos de Santiago y Candelaria, hecho informado a la Junta.

¡Hasta el próximo viernes!

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