Desde hace más de siete años, el joven posadeño Cristian Sanabria Brítez (28) se desempeña como Técnico en Telecomunicaciones. Todos los días, él y sus colegas escalan antenas de gran altura, realizando trabajos de reparación y prevención para que las personas tengan acceso a la red de telefonía móvil.

“Comencé a trabajar en esto porque soy Técnico en Refrigeración Industrial y me llamó la atención este rubro, así que empecé a capacitarme”, contó el profesional en una entrevista para El Territorio.

En cada jornada respetan de manera rigurosa los protocolos de seguridad, aún así, la tarea del Técnico en Telecomunicaciones no es apto para temerosos y es tan importante como riesgosa. En cada jornada, Sanabria Brítez sube antenas que van desde 40 a 100 metros de altura. 

Su desempeño, en la mayoría de los casos, consiste en realizar trabajos de mantenimiento, preventivos y correctivos con el fin de evitar que las lluvias ocasionen daños al sistema de telefonía móvil, en antenas instaladas en diferentes localidades de Misiones y Corrientes.

Al recordar la primera vez que realizó esta labor dijo: “Tuve un poco más de miedo pero tenía mucha adrenalina y curiosidad de lo que iba a sentir allá arriba”. La verdad que la pasé muy bien y no fue una mala experiencia”, confesó.

A pesar de que los más temerosos no quisieran estar en su lugar, él se siente privilegiado, no solo porque ama su trabajo sino también porque logra apreciar maravillosos paisajes desde la altura. En este sentido admitió que desde el primer día quedó cautivado por la belleza de los escenarios misioneros.

“La belleza de Misiones me enamoró, viajo a otras provincias y no veo esos colores, es impresionante! Las rutas, los cerros, los amaneceres, los atardeceres, que privilegio tenemos los misioneros”, dijo.

El trabajo del Técnico en Telecomunicaciones no es para cualquiera, conlleva valentía, conocimientos, y sobre todo, estar a la altura.