A los 76 años falleció el gran bandoneonista Tito Molina

La comunidad litoraleña está conmovida tras la partida del artista. Sus restos son velados hasta esta mañana en Posadas
miércoles 11 de mayo de 2022 | 8:35hs.
A los 76 años falleció el gran bandoneonista Tito Molina
A los 76 años falleció el gran bandoneonista Tito Molina

Con profundo pesar, el mundo de la música despide a uno de los más influyentes bandoneonistas del país. Juan Alberto ‘Tito’ Molina falleció ayer a los 76 años, dejando un gran legado de arte en su paso por el mundo.

Bandoneonista y amante de la música, el Potro del Chamamé deja una “estela musical de altísimo valor para toda nuestra provincia y un inmenso anecdotario, difícil de igualar”, lo despidió la Secretaría de Estado de Cultura de la Provincia, dando a conocer la triste noticia de su deceso.

Tito Molina contrajo Covid-19 el año pasado, en el marco de las fiestas de fin de año. Según trascendió a El Territorio, el músico superó la enfermedad, pero una neumonía anterior al coronavirus y otros problemas de salud que acarreó no le permitieron abandonar el nosocomio en el que permaneció internado hasta el  su deceso.

Su fallecimiento trascendió  a la comunidad por un comunicado de Cultura de Misiones, que informó también que sus restos son velados hasta la mañana de hoy en  el salón Paz Eterna (esquina de avenida Lavalle y calle Japón).

Una vida para la música

El también guitarrista, autor y compositor nació en Apóstoles, en 1946 y se inició en la música intuitivamente, cuando sólo tenía 6 años. Con el tiempo y de la mano de su padre le tomó gusto al bandoneón, instrumento con el que más se destacó.

Tras finalizar sus estudios secundarios viajó a Buenos Aires para profesionalizarse en la música. Allí se perfeccionó con el legendario bandoneonista porteño Ángel Guardia. Y junto a él, uno de los pioneros del chamamé, Molina realiza sus primeras presentaciones profesionales.

En 1965 fue convocado por el santafesino Cholo Aguirre, con quien recorrió innumerables escenarios. En esta época, Tito también desarrolló su carera como sesionista compartiendo escenarios y grabaciones con artistas como Vicente Cidade y Polito Castillo, entre otros.

Hacia 1978 regresó a la Tierra Colorada mediante la invitación del dúo Morel-González. Allí permaneció por 8 años y realizó sus primeras grabaciones para el sello Phillips, así como también su obra Caraicho Julio.

En la faz autoral, llevan la firma de Molina, otras obras como Santa Fe, mi linda Santa Fe, Canto a Pellegrini, Quisiera, Reminiscencia y Mi sentir, por citar algunas.

Luego, fundó el Cuarteto Corrientes y hacia 1996 fundó la Orquesta Folclórica Municipal de Posadas, cuya dirección ejerció hasta su jubilación.

Tito Molina integró como bandoneonista varios de los principales grupos de la región, como Las Cinco Guitarras Argentinas y Los Raveleros, de Vicente Cidade. Pero sin dudas, uno de sus hitos fue, en su juventud, haber integrado a los míticos Los de fuego junto a Roberto Sánchez, ‘Sandro’.

Sus últimas participaciones artísticas fueron junto a su grupo Cruz del Sur, regalando siempre el más fino chamamé. 

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