Fuga y captura de acusado de matar a gastronómico

El principal acusado de asesinar a Catriel Urizar (30), quien falleció de un disparo cuando iba a entregar un pedido de comida en Puerto Iguazú, se escapó ayer de la comisaría, pero al cierre de esta edición había sido capturado por la Policía de Misiones.

Se trata de Catalino Paniagua (18), quien estaba detenido en el sector de celdas del edificio de la Unidad Regional V ubicado frente a la plaza San Martín, sobre la avenida Victoria Aguirre, en el centro de la ciudad. El joven estaba alojado allí desde el 29 de marzo, pocas horas después del descubrimiento del crimen de Urizar.

“Fue un descuido de la sección celdas”, expresaron ayer fuentes ligadas al caso. El hecho ocurrió cerca de las 19.30, cuando se hacía el encerramiento de los pabellones.  El joven habría atravesado todo un patio interno hasta ganar la calle y desaparecer. Desde la fuerza provincial, además de destinar todos los medios posibles a la búsqueda, iniciaron un sumario interno para recapturarlo.

De todas formas, poco antes de las 22.30 volvió a ser atrapado y puesto nuevamente a disposición de la Justicia.

Según pudo saber El Territorio, en la jornada de ayer las autoridades del Juzgado de Instrucción Tres, a cargo del juez Martín Brites, le notificaron la prisión preventiva por homicidio en ocasión de robo, algo que -se cree- tuvo peso en la decisión del implicado.

Es que con la definición de su situación procesal, el imputado iba a pasar a la órbita del Servicio Penitenciario Provincial (SPP), lo que implica su traslado a una cárcel. Al respecto, la Unidad Penal III de Eldorado, por cercanía, posiblemente sería su destino.

El otro detenido por el caso, ahora también con prisión preventiva, es Anderson Alfredo A.  (19).

Como informó este medio oportunamente, el hecho ocurrió el 28 de marzo en el barrio Cataratas. Según detallaron fuentes intervinientes en el caso, cerca de las 23.30 del lunes efectivos de la Comisaría Cuarta local recibieron un llamado de alerta por lo que hasta ese momento era un robo.

La comisión llegó al lugar, en una calle sin nombre ni numeración, y se topó con el cadáver dentro de la camioneta. El emprendedor gastronómico yacía muerto en el asiento del conductor con un disparo en el pecho.

Se pidieron refuerzos y en el lugar también se hicieron presentes las autoridades judiciales. El magistrado siguió de cerca las labores de la División de Criminalística y Policía Científica.

Del vehículo incautaron el arma de plástico, documentos, dos celulares , poco más de 3.000 pesos y una caja con “hamburpizzas”, además de una nota con el nombre y la dirección de un cliente a quien le iba a llevar la comida.

El médico policial determinó que Urizar tenía “un orificio de entrada de proyectil en la cara lateral derecha del tórax”. El cuerpo fue trasladado a autopsia, que se realizó en horas de la tarde de ayer.

Los resultados preliminares  del Cuerpo Médico Forense indican que el proyectil atravesó un pulmón y el bazo, por lo que murió desangrado.

Inexperiencia

La hipótesis del caso es que los delincuentes intentaron robar a la víctima, pero cuando estuvieron dentro del auto y vieron que Urizar sacó la réplica de arma todo se salió de control.

Creen que la “inexperiencia” de los jóvenes delincuentes les jugó una mala pasada y terminó con el lamentable saldo de una persona asesinada.

Fue el primero en ser señalado por distintas voces y sobre él recaen las sospechas de ser quien disparó el arma. En su casa hallados elementos de mucho peso en su contra, como un revólver calibre 38, que podría ser el arma homicida, una vaina servida y un cartucho.

El joven vivía cerca de donde ocurrió el hecho y tenía un pedido de detención por amenazas calificadas. Los testimonios revelaron antecedentes por robo en Brasil y se lo relaciona a un asalto a un taxista días anteriores al crimen, además de estar involucrado en la venta de armas.