Maximiliano Pimentel (21) lleva desaparecido una semana en Bernardo de Irigoyen

“Yo corrí y salió a dispararme a mí también”

Antonio Pimentel, tío de Diego (31), asesinado el viernes frente a sus ojos, habló de la angustiante búsqueda de su hijo. Apuntó al asesino como responsable
martes 19 de abril de 2022 | 6:05hs.
“Yo corrí y salió a dispararme a mí también”
“Yo corrí y salió a dispararme a mí también”

Antonio Pimentel es un trabajador rural de Bernardo de Irigoyen, quien por estas horas junto a su familia sufre un inusitado dolor: su hijo de 21 años, padre de dos nietos, está desaparecido y en medio de su búsqueda acribillaron a su sobrino frente a él.

Como viene informando este medio, el crimen ocurrió el último Viernes Santo en la localidad fronteriza y la víctima fue identificada como Diego Pimentel (31). Por el hecho está detenido Adilson Zang (33), quien disparó 10 veces con su arma 9 milímetros.

Zang, en tanto, era el patrón de su hijo, Maximiliano, en la venta de vinos. Lo que se sabe es que Maxi -como lo conocen - salió a entregar una carga de la bebida a Brasil el último martes, pero nunca más volvió.

Luego de enterrar a su sobrino Diego, un trabajador rural dedicado a la compra y venta de ganado, Antonio decidió hablar con el programa Acá te contamos, por Radioactiva. Con una angustia palpable, detalló lo ocurrido el último viernes y apuntó las sospechas por la desaparición de su hijo al detenido como homicida.

El crimen ocurrió en el barrio Obrero de Irigoyen, cerca de las 19.10. “Diego llegó a casa a la tardecita. Adilson era el patrón de mi hijo y el vago vino de Brasil, por eso fuimos a preguntar. Diego bajó a preguntar y hablar y él - Adilson - salió mal. Cuando Diego subió a la camioneta disparó”, empezó contando.

Al momento de los disparos Antonio estaba en el asiento de los acompañantes, ya que no se había bajado a hablar con Zang. Sin embargo, una vez que la ráfaga de balas cesó, atinó a correr y ponerse a resguardo. “(Las balas) agarró la casa que estaba al lado, yo corrí y salió a tirarme a mí también”, puntualizó. 

El hombre confirmó que su hijo trabajaba en transporte ilegal de vinos a Brasil con Zang y, mediante la reconstrucción de su nuera, la esposa de Maxi Pimentel, supo que el último martes salió a hacer una entrega cerca de las 18.30. Su última conexión fue ese día a las 20.30.

Añadió que testigos lo vieron cargando un vehículo en la frontera, antes de cruzar al vecino país. 

“Es una tragedia, mi sobrino muerto y mi hijo desaparecido, ni noticias tenemos. Sobre mi sobrino sé que está muerto, está en el cementerio, pero mi hijo…. no tengo palabras, estoy sin saber qué hacer. No hay ninguna respuesta ni solución”, amplió al borde de las lágrimas.

Sobre las sospechas de lo que pudo haber pasado, el entrevistado relató que su hijo y su “patrón” tuvieron algunas diferencias: “Dice la esposa de Maxi que ellos con Adilson hace unos días habían tenido un cruce de palabras y entonces Adilson lo dejó unos diez días sin trabajar. Ya ahí le llamó de nuevo para trabajar, hacía quince días que volvió a trabajar y ahí pasó esto”.

En este sentido toma relevancia un rumor cada vez más repetido en el pueblo, respecto del conflicto entre el ahora detenido por homicidio y el joven desaparecido, aunque esto no se traduce aún en una prueba firme. Lo que se dice es que Zang sospechaba que Maxi Pimentel se estaba quedando con parte de los lotes de vino que se iban a Brasil.

El hombre insistió con la búsqueda de Maxi, a quien describió como una persona muy alegre y trabajadora. “Hace dos años y pico que trabajaba con los vinos, no era de salir ni hacer quilombo, tiene una mujer y dos hijos. Yo le enseñé a trabajar, por más que el vino no es un trabajo legal”, concluyó.

Secuencia

Como informó ayer este medio,  Adilson Zang (33) permanece alojado en una dependencia de la Unidad Regional XII a la espera de ser trasladado a audiencia indagatoria, que posiblemente se va a realizar mañana.

El principal elemento con el que cuentan los investigadores es el video que registraron las cámaras de seguridad de su casa, donde quedó registrada toda la secuencia. El audiovisual se viralizó el sábado luego de una publicación de una periodista brasileña.

Según se puede apreciar, al lugar llegó Pimentel en una Toyota Hilux junto al papá de Maximiliano. Zang salió a recibirlo hasta el portón que da a la vereda. Entonces se ve cómo hablaron por varios minutos a unos pocos centímetros de distancia, primero con el portón cerrado y luego abierto.

En las imágenes se ve cómo la conversación va subiendo de tono y violencia, con ademanes de la víctima, que en un momento extrajo entre sus prendas un arma de fuego. En contrapartida se puede ver cómo Zang trata de mantener la compostura con las manos en los bolsillos.

El video dura unos ocho minutos y en determinado momento se ve cómo el visitante golpeó en la cabeza con el arma al dueño de casa en varias oportunidades. Luego volvió a su vehículo, estacionado encendido en la calle, y salió de plano. Ese fue el instante en el cual el detenido aprovechó para abrir fuego.

Sacó la 9 milímetros que tenía entre el pantalón y empezó con los disparos, ocultándose detrás del muro ante una posible contraataque. Entonces, con la víctima muerta en el lugar, Zang dejó el arma en el suelo y Antonio salió corriendo de la escena.

Momentos más tarde se puede ver cómo tres personas que estaban dentro de la casa se suben a un auto y huyen antes que lleguen los efectivos locales de la Policía de Misiones.

Según pudo saber El Territorio en base a fuentes del caso, los informes preliminares de la autopsia solicitada por el juez Ariel Omar Belda Palomar reflejaron que Pimentel tenía diez impactos de bala, producidos presumiblemente con una 9 milímetros, coincidentes con el arma incautada al implicado.


En cifras

10
El informe preliminar de la autopsia  solicitada por el Juzgado reveló que Diego Pimentel recibió diez balazos de calibre 9 milímetros.

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