Emprendieron en pandemia y hoy venden a todo el país

El matrimonio de Susana Galván y Ariel González y sus siete hijos montaron en su casa ‘Crear Santo Tomé’, un pequeño emprendimiento de creaciones y estampados que surgió a partir de la pandemia. Susana es costurera y allá por abril de 2020 arrancó a confeccionar barbijos, en los inicios de la cuarentena estricta por Covid-19.

Pero el público le iba exigiendo más y con el apoyo familiar y de la comunidad hoy trabajan para varias provincias del país.

“Yo me dedico a la costura desde siempre, pero esto surgió por la pandemia. A pesar de que empecé con barbijos comunes, nos empezaron a pedir personalizados”, contó la mujer.

Daniela, la hija mayor, estaba en Corrientes y tenía un amigo que hacía esos barbijos, “Empezamos comprándole a él. Y un día se le ocurrió a Ariel, mi esposo, invertir en materiales. Empezamos comprando la impresora, los papeles y después la plancha. Con eso arrancamos”, recordó la mujer de la casa.

Contó que en ese comienzo todo era personalizar barbijos. “Después nos arriesgamos a más, a remeras, gorras, tazas, vasos y así fue creciendo y sigue creciendo porque tenemos proyectos todavía por concretar. Queremos comprar para hacer remeras en colores, porque por ahora solo sublimados en remeras blancas, hacemos cualquier motivo pero sobre tela blanca”, explicó.

Con todo el trabajo realizado, los buenos resultados, y las recomendaciones, hoy “ya nos conoce medio pueblo. Trabajamos para Buenos Aires, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, fueron algunos trabajos para el Sur también”.

“Acá trabaja toda la familia. Somos diez en total y ahora trabajamos para Corrientes también, allá somos sponsor de dos equipos de hockey de chicas de allá”, sostuvo.
El proyecto familiar sigue viento en popa y las ganas de crecer están intactas.