De bastón y poder

Cristina Fernández sostuvo que el verdadero poder es recibir el aval de la sociedad en la toma de decisiones. Afirman que el mensaje fue dirigido al ministro de Economía, pero representa un paso más al conflicto interno y con la inflación sin control. También la historia marcó el mal uso del poder. En Misiones hay explosión de turistas, interna radical y cuestionamientos a los cortes de rutas
domingo 17 de abril de 2022 | 6:05hs.
De bastón y poder
De bastón y poder

El bastón de mando representó a lo largo de la historia un complemento protocolario para resaltar que quien lo porta tiene autoridad sobre determinado grupo o colectivo. Es decir, es un símbolo de poder o “un poquito de poder”, según la reinterpretación de Cristina Fernández. Fue el chicaneo esta semana de la vicepresidenta de la Nación a la administración del presidente Alberto Fernández. Algunos analistas políticos interpretaron que las frases de Cristina fueron en respuesta a las declaraciones del ministro de Economía, Martín Guzmán, que días atrás había instado a los funcionarios díscolos a alinearse con el presidente. Cristina Fernández sostuvo que el poder real es cuando alguien toma una decisión y es respetada por el conjunto de la sociedad y no por el solo hecho de tener una banda o un bastón.

El uso de este último símbolo, surgió en Oriente Próximo, entre Asia y África, en medio de la aparición de las primeras jerarquías de las sociedades de la Mesopotamia y Egipto, hasta llegar a la España medieval que traería esta tradición a regiones como América, donde originalmente representaba el poder de los jefes militares. En la Argentina, el Cabildo Nacional, mediante acuerdo de 1808, decretó el derecho a portar el bastón de mando como símbolo material para destacar autoridad.

Los historiadores recuerdan que, luego de la Revolución de Mayo de 1810, este símbolo de tradición española dejó de utilizarse. A tal punto que, en la Batalla de Tucumán en 1812, el general Manuel Belgrano, al proclamarse la victoria, le entregó su bastón a la Virgen de la Merced, a quien le había rezado por sus tropas antes del combate. Luego con el aval de la Asamblea de 1813, un año más tarde en 1814 y con la creación del Directorio que representaba el primer Poder Ejecutivo, se comienza a utilizar bastón y banda presidencial como conocemos en la actualidad.

Como se dijo, tiene una fuerte carga simbólica y según especialistas en protocolo, no debe tocar el suelo porque es un símbolo de mando y no un bastón ortopédico.

La administración actual
Para la actual administración, el presidente Alberto Fernández, durante la confección del bastón presidencial, le había solicitado al platero Juan Carlos Pallarols que añadiera una frase que aún suena al principal desafío de la gestión, una “Argentina de pie”. Para cristalizar esta idea está claro que no basta un símbolo presidencial, ni chicanas permanentes ni cabildeos eternos, sino acciones concretas para revertir la dura realidad que sobrelleva el país tras una dolorosa pandemia y soportando el peso de un endeudamiento externo, como mínimo gestado en la administración de Mauricio Macri de manera irresponsable y cuyos autores y ejecutores se muestran como adalides de virtudes y defensores de la república, aunque cuando se trata de asumir la cuota de responsabilidad ante el endeudamiento con el FMI, se llaman a silencio sepulcral. Eso también es mal uso de la banda presidencial y del bastón, es decir del poder conferido.

También es verdad que, como siempre se sostiene en esta columna, el verdadero poder está en el pueblo y es al que se le debe rendir cuentas por acciones u omisiones.

Por lo tanto, más allá de la chicana política -en medio de la interna del Frente de Todos- de la vicepresidenta hacia el presidente de la Nación, está claro que también Cristina Fernández está apelando y requiriendo una mayor acción a la administración de Alberto Fernández para revertir las actuales desigualdades existentes en el país.

Justamente, la vicepresidenta y a su vez titular del Senado, al dejar inaugurada en el Centro Cultural Kirchner, una nueva sesión plenaria de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (Eurolat), instó a repensar una nueva ingeniería institucional para hacer frente a las inequidades. Es lo que expresó ante la asamblea integrada por 75 eurodiputados y 75 representantes de los parlamentos de América Latina y el Caribe que sesionó bajo el lema “Una recuperación económica justa e inclusiva en paz”.

El discurso de Cristina fue criticado con fuerza por la oposición argentina y por eurodiputados que afirmaron que usó el panel para hacer política partidaria.

La inflación, el mal mayor
Lo cierto es que la actual espiral inflacionaria a nivel mundial, producto del aumento de los precios de las materias primas y la guerra en Ucrania, golpea con más dureza a la Argentina. El gobierno argentino proyectó una meta anual del 33% que en pocos meses se superará, aunque en el acuerdo de refinanciación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se incluyó una proyección de inflación para 2022 de entre el 38% y el 48%. Sin embargo, las proyecciones privadas estiman alrededor del 60% anual. Ello a partir de que en marzo la inflación en el país se elevó al 6,7%, el nivel más alto en dos décadas y representa cinco meses de aceleración de la inflación. Es lo que informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), al detallar que los precios al consumidor sufrieron un aumento interanual del 55,1%, es decir 2,8 puntos porcentuales por encima de la variación de febrero. El gobierno puso en marcha varias medidas para contener el alza de los precios e intentar recuperar los ingresos reales. Para ello ordenó retracción de algunos valores en los supermercados, el aumento de subsidios a los más vulnerables y nuevas negociaciones salariales. Representan problemas macroeconómicos que deberá revertir la administración nacional, tras el acuerdo de refinanciación de deudas con el FMI.

Justamente, Ceyla Pazarbasioglu como encargada del FMI de evaluar la consistencia de los números en el país, afirmó que la inflación está paralizando la economía en la Argentina y que la inflación afecta más a las personas vulnerables y es imperioso domesticarla.

El mal uso del poder
Más allá de las diferencias ideológicas, políticas y partidarias de los argentinos, donde hay gran coincidencia es que hay un claro rechazo a cualquier poder dictatorial. Justamente, ayer se cumplieron 35 años del último levantamiento militar en la Argentina. Fue en la Semana Santa de 1987 liderado por el teniente coronel Aldo Rico, que comenzó el 16 de abril de 1987 y se extendió hasta el domingo 19, cuando los militares sublevados se rindieron tras firmar un acta acuerdo con Raúl Alfonsín. Por entonces, el líder radical contó con el respaldo del peronismo, la CGT, las cámaras empresariales y la Iglesia. Esto fue reconocido casi al finalizar la semana por el embajador argentino en España, Ricardo Alfonsín, quien recordó cómo en aquel entonces los militares desafiaron la autoridad de su padre. Pero que ello se resolvió gracias al apoyo de toda la fuerza política y del conjunto de la sociedad.

Es que los argentinos con lágrimas y sangre pusieron fin a la dictadura y desde 1983 defienden la paz en el marco de la democracia. En el camino, se cometieron y cometen errores, pero que siempre pueden ser subsanados. De hecho, hay un claro ejemplo de ello. Tras el alzamiento de los carapintadas, el desenlace representó el inicio del proceso de sanción de las llamadas leyes de impunidad, por aprobarse y promulgarse cuatro años después las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, que en su momento impidieron el juzgamiento o la ejecución de las condenas contra autores de crímenes de lesa humanidad.

Sin embargo, como se indicó -en democracia- siempre hay posibilidades de hacer correcciones, es lo que hizo 16 años después el parlamento argentino al derogar esas leyes en 2003 a instancia y pedido del entonces presidente Néstor Kirchner.

La casa no está totalmente en orden
En cuanto a aquella recordada frase de Raúl Alfonsín de que la casa está en orden ante una Plaza de Mayo colmada a favor de la democracia, se puede decir que en lo institucional está en orden. Es que una y otra vez, la mayoría de los argentinos defendieron y defienden la democracia.

Pero no se puede sostener que la casa está en orden, si hay un solo integrante con necesidades básicas insatisfechas. Por lo tanto, la gran deuda de este y todos los gobiernos ha sido y es la de cristalizar aquella otra frase en hechos, de que con la democracia se come, se cura y se educa, como dijo Alfonsín al asumir.

En la actualidad, apenas asumió el presidente Alberto Fernández se encontró con la pandemia y debió asegurar la protección de los argentinos mediante la vacuna contra el coronavirus. Se avanzó con muchas inversiones en salud y asistencia, pero quedan dos grandes aspectos a resolver, elevar el nivel educativo en la argentina y sobre todo mejorar el nivel de vida de los sectores más postergados.

La interna radical
El domingo 24, entre tres candidatos se definirá quién presidirá además de otras autoridades el radicalismo misionero. Ese día, los afiliados a la Unión Cívica Radical (UCR) podrán elegir entre el concejal de Posadas Pablo Argañaraz, que responde a la línea en que se encuentra el diputado nacional Martín Arjol; Bruno Gini, docente universitario está alineado al diputado provincial Ariel “Pepe” Pianesi, espacio desde el que están a cargo de la conducción de la Convención Radical, máximo organismo partidario; y Javier Mela, ex diputado provincial, que tiene entre otros el acompañamiento del dirigente radical de la capital provincial, Osvaldo Navarro.

Los tres candidatos buscan ser reemplazante de Ricardo Andersen, cuyo mandato ya venció el 31 de diciembre, aunque se extendió contemplando los inconvenientes surgidos a raíz de la pandemia. Como se indicó, se definirán las autoridades partidarias, por lo que además de la presidencia se resolverá la conformación del comité provincial, la presidencia y conformación de los comités municipales, los representantes de la Convención Provincial, los delegados al comité nacional, y las autoridades de la Juventud Radical.

Libertarios en movimiento
Como se viene indicando, las últimas encuestas nacionales, el descontento contra Juntos por el Cambio y el Frente de Todos lo está capitalizando el diputado nacional Javier Milei. Es en los segmentos de los electores jóvenes donde resulta más fuerte.

Hay versiones que indican que el libertario realizó un viaje relámpago a la tierra colorada, donde la agrupación política autodenominada “Liberales Misiones”, se encuentran avanzando en la fundación y constitución de un partido político en la provincia. Quien encabeza la agrupación es Ninfa Alvarenga y apuntan a modificar el nombre del partido conocido como Partido Liberal de Misiones y pasaría a llamarse Partido Liberal, Libertario de Misiones.

En las elecciones del año pasado, Alvarenga recurrió al sello del partido Libertad, Valores y Cambios y continuaría bajo esa órbita, hasta lograr que se defina el proceso legal del partido en gestación. Por ahora, los libertarios muestran presencia en Misiones, como lo hicieron en la Costanera de Posadas mediante una gigantografía del león que ruge, asociado a la figura de Milei.

Los cortes de rutas
Esta semana, los constantes cortes de rutas en Misiones generaron serias tensiones entre manifestantes y conductores de vehículos, tanto de transportes de cargas como de pasajeros y también automovilistas. Ello terminó en denuncias penales contra los bloqueos realizados por agrupaciones docentes. Una de ellas fue impulsada por la Cámara Misionera de Empresarios del Transporte Automotor de Pasajeros (Caemtap) y desde la Confederación Económica de Misiones (CEM) proclamaron el derecho a la libre circulación.

La situación comenzó a descomprimirse el miércoles 13, cuando mediante un acuerdo con el gobierno, el Movimiento Pedagógico de Liberación (MPL) aseguró después de más de un mes, la libre circulación en la zona Norte.

Sin embargo, el Frente de Trabajadores de la Educación en Lucha de Misiones no adhirió al acuerdo firmado por MPL y resolvió continuar con la protesta en la ruta, como ocurrió el jueves en el acceso a las Cataratas del Iguazú. En medio de nuevas tensiones, en las que turistas quedaron de rehenes de los bloqueos, el gobierno logró un preacuerdo esta vez, con el Frente de Trabajadores de la Educación, propuesta que se terminará de debatir este lunes en el Centro de Convenciones.

Turismo a pleno
Como se indicó, cuando comenzaba el movimiento turístico el jueves tras horas de negociaciones se logró liberar las rutas, bloqueadas en ese momento por los docentes. Desde entonces, no sólo se produjo una importante fluidez de turistas en las rutas de Misiones, sino que además las Cataratas del Iguazú volvió a tener similar concurrencia a la prepandemia.

Esto trajo alivio a los operadores turísticos y todos los comercios y servicios ligados al turismo tanto de Iguazú como otros municipios con atractivos, que estaban entre los más afectados por la pandemia debido a las restricciones sanitarias.

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