Santo Tomé: rechazaron el pedido de explicaciones por cambio de figura del empleado municipal

La concejal María Ordenavía contó que el convenio implementado ahora transforma al empleado municipal en “becario”, y la remuneración pasa a ser una ‘asignación por estímulo’, y les hace renunciar a derechos esenciales. Fue rechazado y desaprobado en el Concejo.

El expediente 20, iniciado por los concejales Stella Maris Uguet, María de los Ángeles Ordenavía, Marcelo Giménez, Blanca Gales y Pablo Leguiza, en el cual solicitaron mediante un Proyecto de Comunicación Requerir al Intendente Municipal informe de los “Convenios de Ayuda Social, Capacitaciones e inserción laboral”. El mismo contaba con dictamen de la Comisión de Gobierno e Interpretación.

La edil Ordenavía sugirió la invitación al intendente y parte de su gabinete para el día 4 de abril, en el cual podrían informar esta nueva modalidad de hacer “becarios” a los trabajadores municipales precarizados.

Cuando se presentó este pedido, la autora del mismo indicó que se trata de un reclamo, puntualmente, por el pago a empleados de convenio; a lo que consideró que “disfraza” una situación laboral permanente.

“En los últimos meses de pago a los empleados municipales, que nos manifestaron su preocupación, se les presenta un convenio que se disfraza otra vez como un plan de ayuda y capacitación social que no es más que disfrazar una situación laboral regular que tienen ellos, un empleo permanente con una cuestión de beca, que en realidad es únicamente un fraude laboral, porque ellos no pueden renunciar a derechos de manera genérica, renunciar a su categoría laboral, a su posición laboral, a su remuneración acorde a la escala salarial que le corresponde, a su jornada de trabajo. Realmente considero que es un avasallamiento a sus derechos laborales, y recomiendo a los empleados municipales que no suscriban este documento”, señaló la concejal a los medios.

Durante la sesión, el concejal Santiago Saucedo negó tal precarización, negó la pérdida de derechos adquiridos, y propuso votar por la negativa. La votación fue nominal: Almirón, Braña, Adaro, Saucedo, Centeno y López votaron por el rechazo. Y Gales, Uguet, Leguiza, Ordenavía y Giménez votaron por la aprobación. Seis en contra y cinco a favor, el proyecto fue rechazado.