Consideran necesario tener un ministerio de ambiente, tras ver lo extremo del cambio climático

Carolina Fernández López, ingeniera agrónoma de Recursos Naturales e investigadora del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), advirtió que es más que necesario realizar cambios de hábitos en la vida cotidiana, y cuidar los reservorios de agua dulce
miércoles 23 de marzo de 2022 | 9:34hs.
Consideran necesario tener un ministerio de ambiente, tras ver lo extremo del cambio climático
Consideran necesario tener un ministerio de ambiente, tras ver lo extremo del cambio climático

En el Día Mundial del Agua, Carolina Fernández López, ingeniera agrónoma de Recursos Naturales e investigadora del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), advirtió que es más que necesario realizar cambios de hábitos en la vida cotidiana, y cuidar los reservorios de agua dulce.

Fernández López es también referente de la Estación Experimental Agropecuaria Corrientes.

La importancia del agua es indiscutible, y la población común la sabe, en teoría. Pero la realidad es que son pocas las acciones concretas que realizamos para cuidar ese recurso. “Mucho tiempo se habló, y ahora es como que está pasado de moda, del Acuífero Guaraní y las reservas de agua dulce. Por ahí lo  miramos de lejos porque es lo que tenemos normalmente. Pero la verdad es que el agua que nos da vida y nos mantiene siempre las plantitas verdes, el ambiente lindo y la piel más linda es el agua dulce. Recordemos que el agua salada tiene otros componentes que son más perjudiciales, digamos”, dijo en diálogo con LT12.

Agregó que “este año con la sequía que tuvimos, creo que todos aprendimos lo que es tener agua disponible, como agua dulce, que cuando nos tocó regar con agua un poco más salada, algunas plantas no se recuperaron hasta estos días que finalmente está llegando la lluvia”.

En este sentido, Fernández López indicó que “todo lo que se plantea en la agenda del 2030 (para el Desarrollo Sostenible lanzada por la ONU), está todo relacionado entre sí: el ambiente, el agua, el acceso a los recursos, la educación. Es todo una sola cosa, es como de objetivos separados pero están todos unidos”.

Cuestión de hábitos

“Y la realidad es que no nos acostumbramos a cosas simples de la vida como no ducharnos con el agua abierta todo el tiempo, la mayoría de la gente en Corrientes lo sigue haciendo así. A todos nos gusta el agua corriendo y demás, pero es agua desperdiciada”, señaló la profesional.

Entre otras cosas, dijo que “una cosa que se dejó de hacer, y antes se hacía mucho, es cosechar el agua de lluvia, todo lo que sea emprendimientos agroecológicos, se reflejaba en los aljibes, que se pueda recolectar en la caída de los techos. Para consumo directo le falta un poco de potabilización, habría que ponerle unas gotas de lavandina, pero es bastante sencillo poder recolectarla en muchos lugares, y usarla para el riego de plantas, para lavar los pisos, y es agua pura, agua limpia, es agua dulce”.

“Tenemos que acostumbrarnos a cambiar nuestro estilo de vida”, puntualizó.

Por otro lado, expresó que “hay un principio sobre la clasificación de aguas, que es el agua gris, la que no es muy perjudicial pero ya viene con muchos restos. Se le llama así al agua de desechos de industrias, no tan contaminantes, pero es una huella de agua que se va fijando, que también va restando a la calidad de vida de las generaciones venideras”.

Argentina ocupa el 6to lugar en el mundo en cantidad de agua dulce. La ingeniera contó que “la cobertura la hacemos a nivel satelital, la habíamos hecho cuando llega el fenómeno Niño, cuando Corrientes llega a tener el 60% de superficie cubierta. Y en períodos normales, o con lluvias más habituales llega a estar en 40%. Y ahora cuando se hizo el grupo de Recursos Naturales con esas mismas imágenes satelitales, es la cobertura de ese 10% que decían”.

Destacó que el agua no es solamente el agua que vemos. “También está toda el agua subterránea, el agua de los vasos comunicantes de las lagunas, como por ahí también se hizo un estudio muy profundo que son las lagunas circulares que tiene Corrientes. Incluso un investigador del Conicet que se dedica a eso que representaba las lagunas con caritas sonrientes, todas esas han bajado. Nosotros no las valoramos porque las tenemos siempre, pero son una fuente de biodiversidad, una fuente de riqueza, y hay que tratar de mantenerlas un poco más. Y también tener cuidado con todo lo que sea urbanización, porque muchas veces decimos ‘tapemos estas lagunas para poder poner más casas’, y en realidad hay que tener mucho cuidado con eso de tapar las lagunas”.

Sanitizar

En cuanto a la potabilización de aguas servidas, o de aguas no aptas para el consumo, la ingeniera indicó que “estamos relajados (en ese sentido) porque es verdad que hay (agua). Lo máximo que se está  haciendo es en la zona donde hay, por ejemplo, arsénico. Tratar de poder limpiarla del arsénico; pero el resto, como tenemos agua disponible, la usamos indiscriminadamente, y justamente hay muy pocos tratamientos todavía”.

“Sin embargo –añadió- hay tratamientos que son muy baratos que se pueden hacer, por ejemplo, la limpieza con las mismas plantas, hay plantas acuáticas muy sencillas y que todavía no se están haciendo. Calculo que la exigencia ambiental que está habiendo nos va a llevar a que hagamos más esto”.

Reflexionó, en tanto, que “hace muy poco tiempo tenemos un Ministerio de Ambiente en la República. Y en las provincias tampoco es que lo han tomado tan seriamente (a la cartera nacional) con participación. Ahora recién están pensando en la necesidad de tener un ministerio de ambiente, porque ya vieron el extremo de lo que hace el cambio climático. Y que cada vez se repita más seguido (los fenómenos) hace que tenga que haber alguna persona  que esté atenta a los cambios ambientales. No es que el resto no estamos, sino que nos descuidamos, los dejamos pasar y nos relajamos”.

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