Evento frustrante

domingo 06 de marzo de 2022 | 6:00hs.
Evento  frustrante
Evento frustrante

Ha quedado en el recuerdo aquel beso en la entrada del departamento y el anhelo de tus manos en mi cuerpo.

Era primavera y lo conocí como el destino que tocó a mi puerta, queriendo vivir una burbuja más, lo elegí para amar.

Gustavo aprovechándose de mi vulnerabilidad, ante una situación de pérdida, buscó el acercamiento, insistiendo con mensajes que llegaban como cadenas de oración en busca de una respuesta. Fue así que acepté su ingreso a mi hogar, sin saber que traspasando mi confianza se animaría a irrumpir en algo más, mi frágil alma. Con miradas acechantes, caí como una presa para devorar, la relación fluía como el agua por el desagüe, hasta que este se obstruyo de basuras de actos cobardes.

Gustavo se mostraba como un hombre comprensivo, amable y en búsqueda de la felicidad. La realidad es que era un hombre frustrado, con dilemas espirituales que ni el sacerdote podrá exorcizar. Su personalidad se empezó a mostrar, típico machista que no busca cambiar. Lastimada por su actuar, me animé a disfrutar de la vida sin importarme nadie más, al final, ya no sentía, por la pérdida que me predecía.

Buscando en el pasado, apareció Leandro, transparente como agua mineral para tomar. Es así que con mate misionero en la mano, nos sentamos en el Anfiteatro a conversar. Como indicios de acercamiento, violamos el protocolo de seguridad, no solo compartimos el mate que fue ardiente al llegar. 

Al poco tiempo, me di cuenta que lo arruiné, mis hormonas estaban desequilibradas y mi cerebro no razonaba. El mate de Leandro ya no sabía igual, mi corazón se amarró a Gustavo.

Arrepentida por callar a sus Te amo y reírme ante su encanto, me reencontré con Gustavo y mi sincericidio asomó contándole de aquel hombre transparente. Gustavo fingió entender, tras una larga charla en donde realizó varios comentarios sobre mi persona.

Ese día le expliqué mi situación a Leandro, mi corazón no le pertenecía y él se merecía alguien que lo valore.

Todo el día soñaba con Gustavo, parecía un sueño eterno en el que planificaba viajes al interior de Misiones, con pies descalzos a la vera del río, con brisas suaves en el rostro y el ocaso perdido en nuestras manos entrelazadas. Con él violaba el protocolo de seguridad y mis instintos que solo actuaban queriendo recuperar su amor.

Pero ante mis días desequilibrados, y una pelea menor, le pedía a Gustavo que seamos amigos y nada más.

La venganza no tardó en llegar; un sábado al volver de un viaje me escribió que tenía un malestar y se dirigió a la guardia de un centro asistencial. Preocupada, lo empecé a llamar; —tranquila, ya me están viendo, voy a descansar a casa, y mañana nos vemos — dijo Gustavo por mensaje de WhatsApp.

En el encuentro me comentó sobre su situación de salud, debía cambiar su alimentación y rutina, apostando a una calidad de vida. Mencionó a su médica de cabecera, una tal Úrsula, en ese momento no me di cuenta de su intención, realmente estaba preocupada por su salud.

Pasaron los días, y las redes ardieron al ver mensajes insinuantes entre médica y paciente. Mi razón explotó, viendo la falta de ética de Úrsula al coquetear con su paciente que solo buscaba mi atención.

Ella claramente, buscaba socavar a Gustavo en sus sábanas decentes. Él como todo machista herido fue a varias consultas indefinidas.

Tiempo después, nos cruzamos en la Costanera de Posadas, intercambiamos palabras y pensamos en volver a estar, — ¿Gustavo acaso no estás saliendo con Ursula?—  le dije, a lo que respondió — ¡Vos me dejaste!, puedo hacer lo que quiera.— , siempre hubo fallas en nuestra comunicación, me decía que quería volver, pero contestaba de mala manera ante mi sencilla pregunta. De hecho, desapareció entre la multitud, dejándome con la palabra en la boca.

En la noche, chusmeando en las redes, Úrsula se mostraba sola en una cena, pero claro que me imaginé quién la acompañaba. 

Pasando un mes exactamente, me llega una cadena de oración corta y concisa. Encontrándome sola, corrí a su encuentro, me confesó todo sobre su médica sin que se lo pidiera.

No estaba segura si me había perdonado lo de Leandro y las reiteradas ausencias de cariño.

En esta etapa, expulsaba un Te amo en cada encuentro, Gustavo se había ganado el Tragamonedas del amor.

De todos modos, la conexión en la comunicación seguía fallando, y él mostraba mensajes errantes, quería ser mujeriego, quería ser feliz, quería ser artista, quería ser, en vez de vivir, sanar y seguir.

Como último adiós, y presintiendo que mi corazón pararía por segundos, lo presioné hasta que me confesó, seguía con Ursula.

Varios fueron sus fundamentos —Es que no pienso un futuro con vos, sos tan sensual y tan hermosa; muchos te van a buscar y vos vas a aceptar. Te conozco. Aparte, seguro hablás con todos tus ex y le chamullás. Úrsula es buenita y no sale con otros.  — decía Gustavo, entre tragos.

Quise terminar la relación y él se negaba, pero tampoco la dejaría a ella. La respuesta estaba en mí, pero como una adicta, quise seguir este juego, aceptando que saliera con ambas con la cláusula de que la relación entre ellos, debía ser oculta a mi entorno.

Llegó la fecha de sentencia, se inauguró el Bar Lunar de la Costa Sur, inspirado en la luna, cada mesa contaba con un telescopio para deleitar los ojos.  El evento estaba repleto de personajes de la Tierra sin mal, organizado por Gustavo, conocido en este rubro.

Pero saliendo del evento, que sin duda estaba bien ambientado, fue grande mi asombro al ver que la invitación que creí única, ingresó al correo de Úrsula. Solo me quedó, terminar mi trago y retirarme.

Sin entender porque busco esta manera de matar mi corazón con tanto ensañamiento. Lo llamé y me descargué, como siempre recibí respuestas sin sentido, donde Gustavo tenía el papel de víctima. Sin comprarle su libreto, prefería alejarme.

Era real mi sentimiento, aunque él no creía. Por ello, lo dejaré para que Úrsula le haga las recetas de amor y cuidado.

Solo me queda armar el rompecabezas de mi seguridad celestial, dejar ir a una persona que, si no me quería, hasta fue cobarde para decirlo.

Así inicia otra etapa, la de escribir los siguientes capítulos….

Tatiana  Cabaña, integra la Sociedad de Escritores filial Misiones,  y es Presidenta del Capítulo Argentina  del Consejo Internacional Todas las Sangres.  Publicó el Libro de Poemas “Días de Sentimientos” (2021).

Tatiana Cabaña

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