“Quizás fue mi último partido”

A sus 38 años, Pablo Motta aún no tiene claro si seguirá o no en el fútbol. Tras perder la final por el ascenso con Guaraní, el Gato se tomará un tiempo para analizar lo que viene
martes 22 de febrero de 2022 | 1:00hs.
“Quizás fue mi último partido”
“Quizás fue mi último partido”

A lo largo del torneo, uno de los puntos altos de Guaraní en el Regional fue Pablo Motta. El mediocampista llegó desde Crucero y fue un distinto para el plantel de Carlos Marczuk. Le aportó claridad y pases filosos entre líneas, además de un par de goles, pero en la finalísima ante Juventud Antoniana no estuvo en sintonía fina con sus compañeros y dejó el campo de juego sobre el final del encuentro.

A sus 38 años, el Gato no sabe si seguirá o no en el fútbol. La derrota en Santiago del Estero lo golpeó fuerte, aunque también fueron las primeras sensaciones tras una derrota muy dolorosa.

“Posiblemente haya sido mi último partido. Tengo 38 años y tengo que ver qué viene ahora. Es un dolor muy grande. Quizás fue mi último partido”, tiró el cordobés.

“Tuvimos las más claras, inclusive después del gol de ellos, pero no se pudo. Teníamos mucha ilusión, era un sueño grande. El club se portó muy bien para que lleguemos al objetivo y nos quedamos con las manos vacías. A veces el fútbol es ingrato y vimos la otra cara de la moneda”, se lamentó Motta.

Al igual que Guaraní, Motta no pudo demostrar todo lo bien que había jugado en el campeonato. Le costó encontrar espacios, le tocó correr más de la cuenta y al final le faltó esa claridad que lo caracteriza para dejar mano a mano a algún compañero.

“Sobre todo en el primer tiempo lo buscamos. Creamos muchas situaciones, pero no estuvimos finos a la hora de definir y con un zapatazo nos terminan ganando el partido”, expresó aún con bronca por el tanto del misionero Gustavo Mbombaj.

“En el segundo tiempo, no con nuestra mejor arma que es la pelota al piso, no los pudimos inquietar y ellos manejaron bien el tiempo. Hicieron 60 faltas y el árbitro solamente adicionó cinco minutos, ensuciaron el partido y no lo pudimos dar vuelta”, analizó el Gato.

La ilusión de volver a darle a un equipo misionero un ascenso (como lo hizo con Crucero en 2012 para ascender a la B Nacional) quedó trincada y puede ser un punto de inflexión en la decisión de seguir o no en el mundo de la redonda.

Con plan de seguir

Si bien son momentos en los que el análisis se hace difícil y se ve muy sugestionado por la bronca de la derrota en la final del torneo Regional, en Guaraní deberán bajar las revoluciones y pensar en frío para empezar a diagramar lo que se viene.

Una de las metas de la comisión directiva es mantener a Carlos Marczuk al frente del equipo. El Polaco le dio una identidad a su plantel, fue siempre protagonista en todas las canchas y casi redondeó una campaña perfecta en cuanto a la eficacia (12 triunfos, dos empates y una derrota).

El entrenador, apenas pisó suelo misionero, pidió “tiempo para pensar” y analizar lo que se hizo durante la campaña en el Regional.

En cuanto a lo que sucederá con el plantel, todo se hace complicado. Hay varios jugadores que tenían arreglado jugar el Regional con Guaraní, pero deberán regresar a sus equipos del Federal A, como el arquero Eduardo Flores, quien llegó desde Gimnasia de Concepción del Uruguay.

Otros quedarán libres y quienes pertenecen a Guaraní quedarán a las órdenes de Ariel Avaca para jugar la Liga Posadeña.

La gran incógnita es si Cristian Barinaga continuará o no jugando al fútbol. A sus casi 37 años, el delantero volvió a Guaraní para buscar el ascenso, pero la actividad a nivel nacional regresará, para la Franja, recién a fin de año.

Por el momento, en cuanto al buen equipo que conformó Guaraní para el Regional que terminó el domingo, todo es incertidumbre y, con el correr de los días y el análisis pertinente, comenzará a desandarse el camino para el próximo Regional. 

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