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Desafíos del regreso a clases: una nueva etapa y de manera presencial

Tanto los ingresantes como quienes están estudiando de manera virtual este año inician la experiencia de volver a la facultad. Un cambio importante en la cotidianidad
viernes 18 de febrero de 2022 | 15:13hs.
Desafíos del regreso a clases: una nueva etapa y de manera presencial
Desafíos del regreso a clases: una nueva etapa y de manera presencial

A semanas de que se inicie un nuevo ciclo lectivo, la ansiedad aumenta en la mayoría de los jóvenes que se encuentran ante una nueva etapa. Es posible que los nuevos estudiantes experimenten un conjunto de sensaciones: en cuestión de segundos pueden pasar de la felicidad total al pánico o de la seguridad absoluta a la incertidumbre. Esto es el resultado normal de saber que se está a punto de comenzar una etapa que, de una forma o de otra, lo va a cambiar todo.
Para algunas personas entrar en la universidad no conlleva cambios en sus rutinas porque van a estudiar en la misma ciudad en la que viven y seguirán en casa de sus padres,; pero para otros supone dejar su casa, a su familia, a sus amigos y a su mascota y emprender un auténtico viaje a lo desconocido.


A todo esto hay que agregarle un regreso a las clases presenciales en contexto de pandemia, donde de pasar de clases vía zoom los jóvenes estarán cara a cara con docentes y compañeros.
“Estamos en pandemia hace dos años (y vamos por el tercer año), hay muchos estudiantes que empezaron en el 2020 directamente con clases virtuales, el 2021 también tuvieron clases virtuales, por ende hay finales o parciales que los rindieron mediante zoom o escritos y este año,  ya en tercer año se van a encontrar con una presencialidad que no vivieron de entrada. Tienen que rendir finales presenciales orales y muchos chicos se encuentran con una ansiedad muy grande. Los nervios que tenían que haber vivido en primer año lo viven ahora en tercer año”, explicó Gabriela Suárez, licenciada en Psicología con orientación en Terapia Cognitiva Conductual.


El miedo a lo nuevo
Además del entusiasmo por empezar la universidad, también hay mucha incertidumbre y en esta línea, Suarez explicó con qué se enfrentan los nuevos estudiantes.
“Los chicos inician una carrera preguntándose si será eso lo que quieren, si podrán recibirse en tiempo y forma, si la carrera cumplirá sus expectativas, si el día de mañana podrá trabajar de lo que estudia. Es muy común ver personas que estudiaron una cosa y terminan trabajando de otra porque el campo profesional no es lo que pensaban. También es común ver a chicos que abandonan la mitad de la carrera porque simplemente eligieron otros por él, porque en su familia son todos médicos tiene que estudiar medicina, y la realidad es que el chico a lo mejor quiere ser arquitecto. Los mandatos familiares que están alrededor de la elección de la carrera pesan muchísimo”.


Los nervios por ir a la universidad pueden estar relacionados tanto a un miedo social previo como a una inseguridad a comprender la dinámica de la facultad o sentirse incapaz de hacer frente al nuevo reto y sacar los resultados esperados. El paso de la secundaria a la universidad es abrupto, las dinámicas son diferentes, hay que conocer gente nueva y enfrentarse a retos burocráticos, emocionales, sociales e intelectuales. Esto puede desconcertar a muchos.
“Creo que los chicos no van a querer ni siquiera mencionar que se sienten inseguros, un poco por vergüenza, pensando ‘qué van a decir los demás si todavía no estoy preparado para rendir un final, me pongo muy nervioso, ya estoy en tercer año’ (para el caso de quienes iniciaron en la virtualidad), pero la realidad es que la mayoría está pasando por lo mismo. Mi consejo es que lo hablen entre los compañeros en la medida que vayan compartiendo experiencias, así se van a dar cuenta que no son los únicos y se van a sentir más apoyados”.
El miedo a ir a la universidad puede ir desde cierta sensación de ansiedad, hasta una auténtica fobia, con una evitación total de todo lo que tenga que ver con la facultad. Cuando el nivel de malestar y el nivel de interferencia en la vida diaria aumentan, es hora de buscar ayuda.


“Un poco de ansiedad es normal, sobre todo frente a situaciones nuevas, situaciones un poco estresantes. No es normal cuando ya empieza a afectar el funcionamiento diario, por ejemplo que el alumno no pueda entrar a clases porque se pone muy nervioso, se siente mal, le empieza  a faltar el aire, no puede rendir un final aunque estudió todo un mes, hay que prestar atención y buscar ayuda cuando ya no puede desenvolverse como venía haciéndolo en la vida diaria”, explicó la psicóloga, que afirmó que ante esta situación es importante buscar ayuda.
Suárez comentó que cuando comienzan los episodios de ansiedad o bien, el estudiante se pone nervioso, lo mejor es aprender a controlar la respiración, con técnicas que son fundamentales para sentirse mejor.
“La ansiedad te dice que hay un peligro, no sabés dónde pero hay un peligro, entonces se empieza con esta respiración pausada, entrecortada, palpitaciones, sudoración. Una respiración tranquila y pausada le va a indicar al cerebro que está todo bien y ahí se va regulando un poco, controlar la respiración es lo básico”.

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