Ñande reko rapyta (Nuestras raíces)

Radioterapia en Misiones

viernes 18 de febrero de 2022 | 6:00hs.

E
sta sociedad nuestra tiene palabras consideradas “malditas”, que en un acuerdo que nunca hicimos, hasta preferimos no pronunciarlas, se acepta su reemplazo con eufemismos muchas veces más desalmados que el término propiamente dicho; de todas las que se ajustan a esta descripción, hoy, elijo la palabra cáncer.

La conocemos más como “larga, penosa o cruel enfermedad”, “grave dolencia”, “lo tuyo” o “tu tema”, por citar las alusiones más populares, siempre acompañadas con un tono de voz bajo -casi un susurro- y mirada tierna más o menos lastimera; en otras palabras, bañadas de desconocimiento e ignorancia, sosteniendo una explicación de mediados del siglo pasado cuando su diagnóstico era sinónimo de muerte segura.

Cáncer es un término de origen griego, deriva de “karkinos”, que significa cangrejo, en idioma sánscrito era “karkah” y las tres primeras letras definían la palabra duro; fueron los griegos quienes usaron ese vocablo para lesiones ulcerosas y tumores, en escritos de Galeno e Hipócrates se los menciona claramente, luego pasaron al latín y así fue como llegó a nuestros días.

El origen de esta patología no goza de consenso, para algunos es producto de la “vida moderna” y sus exigencias, aunque el rastro humano más antiguo de ella -comprobado en el año 2014- corresponde al esqueleto de un hombre egipcio que vivió hace unos 3.200 a.p.. Fue encontrado por la doctoranda inglesa Michaela Binder; poco antes se había hallado la costilla de un Neardental con signos de cáncer óseo y 120.000 años de antigüedad.

Si buscamos entre los animales, hay datos fehacientes de cáncer en un dinosaurio herbívoro –Centrosaurus aperus– que vivió hace unos 76 millones de años. El estudio fue publicado en agosto del año pasado, sobre restos encontrados en el año 1989 en Dinosaur Provincial Park de Alberta, Canadá. Originalmente se consideraron una fractura “mal curada” y mediante reconstrucción digital se pudo establecer que se trataba de un osteosarcoma en el peroné, es decir, cáncer de hueso; también se encontraron otros tipos de cánceres en peces de más de 300 millones de años y en otros dinosaurios del Cretácico.

Uno de los tratamientos para esta dolencia es la radioterapia; su origen se encuentra en el descubrimiento mismo de los Rayos X por parte del físico Wilhelm Roentgen en 1895, estudio perfeccionado un año más tarde por Henry Becquerel - le valió el Premio Nobel en 1903 -; ésta fue la base sobre la que trabajó Maria Salomea SkÅ‚odowska - Curie, conocida como Marie Curie que encontró la radioactividad del Polonio y el Radio, indujo un nuevo tratamiento denominado “braquiterapia” para tumores, fue así que se utilizó el descubrimiento con fines terapéuticos en el año 1901.

Dos décadas después tomó impulso el desarrollo de las máquinas necesarias para este método, a partir de las primigenias de rayos X, luego las bombas de Cobalto para obtener las unidades actuales de alta precisión y baja toxicidad.

En nuestro país la primera publicación sobre el tema data del año 1828 por el Dr. Pedro Otamendi, para 1910 se realizaron los primeros trabajos científicos, por entonces la tesis del Dr. Ángel Roffo cosechó varios premios e impulsó a la Academia Nacional de Medicina a crear el “Instituto para el estudio y tratamiento del cáncer” en noviembre de 1923; en 1930 se inauguró el Instituto de Radiología y Fisioterapia – actualmente llamado “Marie Curie” – en la ciudad de Buenos Aires, aunque recién en 1974 se creó la Cátedra de Oncología en la Universidad de Buenos Aires.

Rastrear esta patología y su tratamiento por Radioterapia en Misiones es trabajoso, parece ser que no existe un trabajo académico que compendie los primeros tiempos de la dolencia o, al menos, no es del dominio público.

Los más memoriosos recuerdan que ese procedimiento llegó a la Tierra Colorada promediando la década de 1980, de la mano de la Dra. Mabel Sardi, médica oriunda de Tres Arroyos, egresada de la Universidad Nacional de La Plata, Oncóloga, Radióloga y Radioterapeuta por aquellos días - a lo largo de estos años continuó sumando títulos, especialidades, libros publicados, premios y reconocimientos -, el tratamiento se brindaba en el Instituto Radiológico del Dr. Grassini en Posadas, tanto la Dra. Sardi como su esposo el físico nuclear Ricardo Moll aportaron a la sociedad misionera en este tema “tabú” por aquellos días y se los recuerda y añora.

El Instituto Misionero del Cáncer fue creado por ley provincial en el mes de junio del año 2012 y sus instalaciones se inauguraron siete años más tarde en el predio denominado Parque de la Salud, donde funciona el Hospital Escuela de Agudos Ramón Madariaga; con equipamiento de última generación atiende a pacientes de toda la región, con o sin cobertura médica, pero dada la demanda existente resulta insuficiente

En el sector privado, actualmente funciona un Centro de Oncología por la avenida Roque Pérez de la ciudad capital.

Sin embargo, otro emprendimiento llamado “Centro de Radioterapia Posadas”, por la calle Lanusse, espera desde hace mucho que la burocracia estatal termine de firmar, inspeccionar, aprobar, etcétera, etcétera, el sinfín de papeles presentados, necesarios y requeridos para su correcto y legal funcionamiento, es un emprendimiento de la familia Krause construido y equipado durante los últimos doce años, a esta altura es una necesidad para nuestra sociedad, pero….

Los tratamientos para el cáncer en el país y la provincia son gratuitos y están avalados por leyes que así lo determinan…aclaro porque cada tanto surgen los “vivos y vivas” que en pos de tratamientos oncológicos “experimentales” se aprovechan de la solidaridad y credulidad de mucha gente, mal utilizan el nombre de algún facultativo del medio y estafan sin pudor alguno.

Hoy, detectado a tiempo, el cáncer se cura, para eso es imprescindible ser responsable y realizarse chequeos médicos de rutina anuales, la ignorancia o la negación ya no son opciones…si te interesa tu vida.

¡Hasta el próximo viernes!

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