Cada febrero, La Rioja celebra a la Chaya

El carnaval riojano se celebra con harina, albahaca y festejos en las casas. Las calles también se inundan de fiesta y todos decoran sus viviendas con un muñeco (Pujllay)
domingo 13 de febrero de 2022 | 6:00hs.
Cada febrero, La Rioja celebra a la Chaya
Cada febrero, La Rioja celebra a la Chaya

La Chaya es, sin dudas, una de las festividades heredadas de los ancestros diaguitas que aún perdura e identifica a los riojanos. Durante todo febrero, La Rioja se vuelve Chaya. En los patios flota la harina, en las orejas la albahaca. El vino y la vidala hermana a los riojanos, cada barrio tiene su chaya, y las ciudades se vuelven canciones.

Chaya proviene de la voz quechua que significa “rociar” o “mojar” y llega cada año en febrero, momento en que desaparecen las barreras, las clases sociales, las edades y los géneros: nadie puede estar ajeno a la máxima celebración que se vive una vez al año: el carnaval que logra reunir a multitudes que acuden en busca de música, harina y albahaca.

Agua y harina se ven por doquier, se lanzan entre amigos y entre desconocidos, entre grandes y chicos, entre pobres y ricos. En las plazas se ven las acciones que, a partir de una convocatoria local, reúnen espontáneamente a decenas de personas y también se vuelcan en las casas y patios de las casas.

Pero la fiesta está por todas partes: en los Pujllay que, en la forma de muñeco, esperan su destino de fuego, se los ve sentados en los negocios, hoteles y plazas de la ciudad. Se venden bolsitas de harina en las calles para desparramar por todos lados, hay procesiones de chayeros que se abren paso por las montañas, para cumplir un ritual bien autóctono: reunirse, bailar, celebrar y compartir. En cada casa con patio se arma una celebración privada, entre amigos, que puede sorprender al visitante y que después se sienta atrapado por esa alegría contagiosa de los grupos que celebran esta especie de carnaval autóctono. Lo importante es cumplir el ritual: bendecir los frutos de la tierra, porque la Chaya se vincula con las cosechas; hacer el pan y la “guagua”, una gran corona de pan dulce; probar la “cabeza guateada”, una cabeza de vaca cocida en un hueco en la tierra; y sobre todo participar en los “topamientos”.

El ritual de la  Chaya se relaciona con el culto agrario que los diaguitas, al igual que los incas, realizaban en honor y agradecimiento a la Pachamama que todo lo brinda y protege. La fiesta es una forma de agradecimiento a la madre tierra por la recolección de los frutos, en la misma época en que empiezan a madurar las uvas y las aceitunas, dos productos emblemáticos de una provincia famosa por el vino -empezando por el célebre torrontés riojano- y las aceitunas.

    En dicha celebración se entierra a Pujllay, es  decir, se trata del culto  de enterrar la vegetación hasta el año siguiente para su nuevo ciclo de vida.

    El festejo (en la Chaya) es con agua, símbolo de vida, elemento muy preciado por el hombre, que riega las montañas y los valles ya sea en forma de ríos, de lluvia o rocío.

Este año, el festejo será hasta mañana y los espectáculos se transmitirán en vivo por la TV Pública (de 22 a 2) y por los canales públicos de todo el país. También a través de Canal 9, Late Play y redes sociales del gobierno de La Rioja.

La grilla está encabezada por artistas como Soledad, Sergio Galleguillo, Abel Pintos, Jorge Rojas, Luciano Pereyra, Karina “La Princesita”, El Chaqueño Palavecino, entre otros.

Para agendar
Del 10 al 14 de febrero
El festival musical se hará en La Rioja capital del 10 al 14, con la presencia de los artistas argentinos más importantes   en el Autódromo Ciudad de La Rioja, en la capital de la provincia. Oportunidad ideal para visitar a los riojanos para compartir sus tradiciones.

Pujllay hecho muñeco está en las viviendas esperando ser quemado.
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