La iglesia de Ambil que resiste a las adversidades

La Rioja despierta curiosidad  y asombro por las Sendas del Espíritu Católico Riojano, destacadas por la proclamación de la fe, cultos y ritos ancestrales. Paisajes que propician una pasión diferente ante narraciones y  pleitesías a vírgenes y santos patronos, en las diferentes advocaciones.

Ambil es una de las  localidades donde se observa un templo bastante imponente. Ambil se ubica sobre la RN 79 a 23 kilómetros de Santa Rita de Catuna en dirección sur.

La iglesia la mandó a construir Don Isidoro Tello a principios de 1894, pero el 27 de octubre de ese mismo año ocurrió el gran temblor de La Rioja, que afectó a toda la región, inclusive la iglesia. Pero siguió  funcionando y soportó bien el cercano terremoto de San Juan de 1944. El sismo del 23 de noviembre de 1977 afectó un 20 por ciento de la construcción y se cerró al culto. El gobierno de la dictadura militar había decidido dinamitar lo que quedaba del templo, pero el pueblo se levantó contra los dictadores (una hazaña poco contada) y gracias a su coraje digno de proeza impidieron su demolición. El 6 de diciembre del 2003 se desplomó el muro central.

En el 2009, el Obispado riojano y la Universidad Nacional de La Rioja firmaron un convenio para restaurarla completamente y pusieron como fecha de conclusión de obra mayo del 2012. Con heridas en su estructura, pero aún de pie. Frente a la plaza se construyó otra capilla.

El templo de Ambil se trata de un edificio muy original e imponente para la época de su construcción. Cuenta con dos altas torres, por una de las cuales se accedía al coro enfrentado al altar mediante una escalera caracol de madera de algarrobo. En una de las paredes laterales hay dos placas de mármol de grandes dimensiones con las inscripciones: Isidoro A. de Ferreira; Bernabé de Tello, fundadora de esta iglesia y Desiderio Tello, fundador de esta iglesia. En el costado izquierdo del antiguo atrio están sepultados Calisto Pérez y José Calisto Pérez.