En Brasil se derrumbó parte de un acantilado y mató a varios turistas

Al menos seis personas murieron, 32 resultaron heridas y otras 20 se encontraban hasta anoche desaparecidas luego de que la pared rocosa de un cañón se derrumbara sobre varias lanchas con decenas de turistas a bordo que navegaban en el Lago de Furnas, en Capitolio, ciudad turística del estado brasileño de Minas Gerais ubicada a unos 300 kilómetros de Belo Horizonte, su capital.

Fuentes oficiales informaron que el accidente ocurrió poco antes del mediodía de ayer y en concreto se produjo el desprendimiento de gran parte de la estructura rocosa que forma parte de los cañones que son bastante sedimentarios y se constituyen en uno de los principales atractivos de la zona.

El coronel de bomberos Edgard Estevo informó a los medios del vecino país que “seis personas murieron ahogadas y aplastadas por la roca que se precipitó al lago, aún no fueron identificadas y según los cálculos de las empresas de paseos turísticos, todavía hay 20 desaparecidos”. Otras 32 resultaron heridas de distinta gravedad y se recuperan en los hospitales de la región después de ser rescatados por las turistas cuyas embarcaciones zafaron del desastre.

Intervino la Marina

Bomberos y buzos de la Marina buscaban los cuerpos en las profundidades.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se mostró conmocionado e informó que la Marina está participando de la búsqueda de desaparecidos en la profundidad del lago, uno de los más importantes tanto para el turismo como para la generación de energía de gran parte del país.

El momento del derrumbe fue filmado por algunos ocupantes de las otras embarcaciones que estaban en el área y rápidamente viralizados en redes sociales y medios de comunicación. Los videos muestran que desde otras lanchas se les estaba avisando a quienes estaban cerca de los muros del cañón pero la reacción no llegó a tiempo.

Se puede ver también a las embarcaciones saliendo del lugar del accidente y la ola de agua que se formó con el deslizamiento de tierra. “Cálmate, cálmate”, dice una voz masculina después de los gritos de desesperación.

“Vete, vete”, dice uno de los tripulantes a la gente de otra embarcación, mientras huían de una tromba marina formada por la caída de la roca.

Según las autoridades a esa hora en la zona había unas 20 embarcaciones repletas de turistas, sobre todo porque el lago recibe la mayor cantidad de visitas durante los fines de semana.

La tragedia ocurrió horas después de que Nova Lima, en el Gran Belo Horizonte, sufriera inundaciones y avance descontrolado del agua luego de que desbordara, por exceso de lluvias, el dique de desechos de una mina de hierro.