Viviana Medina Garcete (66) se convirtió ayer en la cuarta víctima mortal del despiste del colectivo Kruse sobre la ruta nacional 12, en Gobernador Roca, el 23 de septiembre del año pasado. La mujer estaba internada con respirador artificial en terapia intensiva del Hospital Madariaga de Posadas desde que ocurrió el hecho.

Sufrió dos paros cardiorrespiratorios en horas del mediodía.

Según detallaron sus familiares oportunamente, tanto ella como su esposo, Esteban Fariña (74) viajaban en la unidad que unía Puerto Iguazú con Posadas luego de subirse en Montecarlo, de donde son oriundos. Su destino final era Candelaria, pero nunca pudieron llegar.

Ambos iban en la parte de abajo del colectivo de dos pisos y las graves lesiones de Garcete tienen que ver con que, justo al momento del impacto, se había parado para ir al baño. Al respecto, su esposo solamente sufrió heridas leves.

Este luctuoso hecho sirvió también para dar a conocer la historia de amor entre Viviana y Esteban, quienes estaban juntos desde hace 45 años y habían criado 12 hijos en común. Esteban esperó todo este tiempo en las afueras del hospital por la evolución de su señora, con ataques de llantos y lamentos de por qué no le tocó a él la desgracia.

La familia siempre se quejó del nulo acompañamiento por parte de los dueños de la empresa y el gobierno provincial.

Horas después del accidente El Territorio habló con dos de sus hijos, quienes manifestaron entonces que Fariña estaba fuera de peligro pero necesitó que lo estabilizaran debido a que sufre de hipertensión. En cuanto a Garcete, en tanto, estaba más delicada debido a su estado general previo al golpazo, agravado por los golpes que sufrió.

“En terapia intensiva, con asistencia respiratoria mecánica y pronóstico reservado, además de traumatismo facial”, describió el parte médico del Hospital Madariaga los días posteriores.

Las otras víctimas fatales fueron identificadas como Arístides Rafael Moales Zárate (51), oriundo de la localidad bonaerense de San Nicolás; María Eva Ramírez (47), también de Montecarlo; y el chofer de la unidad, Marcelo Chefer (35), quien tenía domicilio en Posadas.

El siniestro ocurrió en horas de la mañana a la altura del kilómetro 1406 y, según detallaron diferentes fuentes ligadas al caso, la tragedia se habría generado por la pinchadura de una de las cubiertas delanteras del colectivo. La unidad tenía 25 pasajeros.

Eso causó que el conductor perdiera el control del rodado, se cruzara de carril, chocara contra un automóvil y terminara en la banquina del carril contrario, donde impactó contra unos pinos. Los ocupantes del otro vehículo, una Fiat Kubo, eran tres -una pareja y una beba de un año-, quienes terminaron ilesos.

Diferentes comisiones policiales, así como Bomberos Voluntarios y diez ambulancias colaboraron con las tareas de rescate, así como con el traslado y ordenamiento de tránsito. La causa está a cargo del Juzgado de Instrucción de Jardín América, a cargo del juez Roberto Sena.

El domingo, un siniestro similar

El año 2022 empezó con una tragedia similar al del colectivo Kruse, luego de que un micro de media distancia de la empresa M. Horianski chocara con una camioneta Chevrolet S-10 en Puerto Leoni.

El siniestro ocurrió durante la siesta del último domingo, a 500 metros del puente sobre el arroyo Cuñá Pirú, sobre la ruta nacional 12.

Las víctimas por este suceso fueron identificadas como Benicio Benítez (59) quien iba al mando de un micro Mercedes Benz; Víctor Ernesto Ravasio (40), de Capioví, que iba al mando de la camioneta; y Michael Reis (33) de nacionalidad suiza, quien viajaba como acompañante de Ravasio.