Reclamo de un acusado de violar la restricción de acercamiento

“Pedí helado donde trabaja mi ex y pidieron mi detención”

Marcos M. reside en Campo Grande y por recomendación de su abogado permanece escondido. Aportó tres testigos y videos de la violencia de la mujer hacia su persona
jueves 06 de enero de 2022 | 6:03hs.

“En tema de violencia de género existe una desigualdad terrible entre el hombre y la mujer. Presenté testigos, fotos y videos a mi favor, pero nada sirve. Sin embargo, mi ex pareja me denunció sin pruebas más que su versión y le creyeron. Ella me agredió y anda libre. Yo no hice nada. Sólo pedí helado donde trabaja mi ex y alcanzó para que pidan mi detención”, reflexionó desde la clandestinidad Marcos M. (39).

El pasado 31 de diciembre el Juzgado de Instrucción Dos de Oberá ordenó la detención del hombre por una causa de presunta desobediencia judicial, ya que habría tratado de tomar contacto con su ex pareja a pesar de la vigencia de una orden de restricción de acercamiento mutua que oportunamente fue dispuesta por las autoridades del Juzgado de Paz de Campo Grande, localidad donde ambos involucrados residen.

Pero el citado negó los cargos y, por recomendación de su abogado, el letrado Nahuel Andersson, optó por esconderse hasta tanto le otorguen la exención de prisión.

“Se fue complicando”
En diálogo telefónico con El Territorio, Marcos M. precisó que convivió dos años con la mujer que lo denunció y no tuvieron hijos, aunque ella tiene uno, producto de una relación anterior.

“Por diferentes situaciones nuestra relación se fue complicando, hasta que nos separamos, pero en el medio tuvimos varias idas y venidas. Varias veces ella me agredió físicamente, me golpeó con un palo y me arañó. La señora que trabaja en mi casa declaró eso en la Comisaría de la Mujer y la oficial se empezó a reír. Todavía le preguntó si yo no seré masoquista. Eso marca la disparidad de criterios que tienen para el hombre y la mujer”, remarcó.

Asimismo, exhibió una serie de videos donde se observa a la denunciante irrumpiendo en su domicilio, a pesar de la perimetral vigente.

La acusación
Según los dichos de Marcos M., en reiteradas ocasiones su ex pareja violó la prohibición de acercamiento a 300 metros, por lo que empezó a filmarla con su celular para respaldar sus dichos.

Al respecto, precisó que “el 21 de diciembre ingresó sin autorización a mi domicilio y empecé a grabarla. Como la puse en evidencia empezó a decir que llegó conmigo, pero ahí fui y filmé su auto estacionado afuera”.

“Entonces me empezó a insultar y me deseó la muerte. Está todo grabado y mi abogado presentó como prueba, pero parece que nada de lo que yo diga o muestre sirve. Sólo sirve lo que diga la mujer. Parece que con esto de la violencia de género se borraron todos los derechos de los hombres”.

Precisó que la perimetral mutua fue dispuesta por el Juzgado de Paz local debido a previas acusaciones cruzadas entre ambos.

“La restricción de acercamiento era para los dos, pero ella volvía a buscarme. Después, como le dejé en claro que la relación no iba para más, que era sólo para problemas, empezó a inventar cosas. Me acusó de pedir helado en su trabajo, cuando lo que hice fue comunicarme con el número del comercio porque soy cliente. Una locura. También dijo que la acoso porque mi perfil de Facebook le aparece como sugerencia, cuando eso no depende de mí. Todo muy rebuscado, pero la Policía y la Justicia le dan entidad”, reclamó.

En base dichas acusaciones, el 31 de diciembre el juzgado interviniente ordeno la detención y el allanamiento del domicilio del implicado, en Campo Grande.

“Mandaron a meterme preso por versiones. Mi ex me denunció sin pruebas y con eso alcanza. Ya me escracharon por las redes sociales y no puedo trabajar porque tengo que estar escondido. Me parece todo demasiado injusto”, remarcó muy molesto.

 

Pedido de exención de prisión

El delito de desobediencia judicial contempla una pena mínima 15 días a un máximo de un año de cárcel, por lo que es excarcelable. En consecuencia, el último lunes la defensa de Marcos M. solicitó el correspondiente pedido de exención de prisión.

En tal sentido, el abogado Nahuel Andersson subrayó “la desigualdad de criterio para ordenar la detención de mi cliente, siendo que la mujer ingresó a su domicilio y violó la restricción, como quedó registrado. En todo caso deberían ordenar la detención de los dos, no sólo de mi cliente”.

También ponderó el aporte de tres testigos presentados, uno de los cuales fotografió el auto de la denunciante estacionado a 50 metros del negocio del implicado.

“Ayer (por el lunes) se tomaron testimoniales y la empleada de mi cliente declaró que varias veces la ex lo agredió con un palo y lo arañó, ante lo cual la oficial se reía. Ahí el trato desigual que evidencian en la Policía hacia el hombre y la mujer”, subrayó.

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