La Navidad se acerca y con su llegada todo lo que simboliza el espíritu: el amor, la amistad, los buenos deseos, esa magia que se siente en el aire y que invita a todos a avivar la llama de la esperanza y la solidaridad. Es la época ideal para compartir, reencontrarse, pensar en el otro y defender con firmeza que un mundo mejor para todos es posible.

Con esa premisa y desde hace cuatro años, en Eldorado, un grupo trabaja con el fin de que todos los niños de la localidad puedan celebrar y disfrutar de la época más linda del año.

En la apuesta llevada a cabo por los integrantes de la iglesia Bautista del Centro, junto a su instituto escolar y la comunidad de Eldorado, recolectan donaciones de todo tipo para acomodarlas en cajas adornadas con esmero y dedicación y repartirlas a los niños, con un mensaje de amor y amistad.

Priscila Hack, pastora de la iglesia y directora del instituto primario Bautista -ubicado en el kilómetro 9 de la ciudad- dialogó con El Territorio y brindó detalles del proyecto navideño que convoca a toda la comunidad a trabajar en conjunto por un bien común.

“Les pedimos a las familias de la iglesia y de la escuela que preparen una caja de zapatos en la que se deben colocar algún juguete, juegos, elementos de higiene personal, golosinas y todo aquello de deseen donar. Lo cierto es que todos son muy generosos y creativos. Año tras año nos van sorprendiendo con los donativos; agregan libros para pintar, accesorios para el cabello, gorritos para el sol, y mucho más”, destacó la organizadora de la apuesta que en cada edición recibe más adeptos y colaboradores, convirtiéndose con el transcurso del tiempo en una tradición de toda la región.

Una vez recibidas las cajas con donativos, el grupo se encarga de seleccionar y preparar los regalos de manera equitativa, de modo que todos reciban buenos obsequios.

Las cajas son decoradas y adornadas con papeles, flores, moños y varios colores. Y posteriormente, entregadas en los diferentes barrios en los que la iglesia colabora asiduamente.

“Este año vamos a trabajar en el barrio Guaraní -del kilómetro 2- y en el barrio Sarmiento - del kilómetro 6-”, explicó Hack sobre el reparto que se llevó a cabo ayer, el fin de semana más cercano a la fecha conmemorativa.

“Las familias reciben muy contentos los obsequios. En realidad se produce como una doble alegría: la persona que brinda los regalos, empaqueta la caja, adorna y la llena con donaciones, entrega su obsequio con una enorme satisfacción; y por otro lado está la alegría del niño que recibe ese regalo contento y esperanzado”, describió haciendo referencia a la reciprocidad de la época.

“Nos ha pasado que el niño abre la caja y nos dicen que era justo lo que estaban deseando, y eso nos alegra el alma e incentiva a seguir con el proyecto”, resaltó Hack.

Para esta Navidad se prepararon 150 cajas con obsequios de todo tipo que fueron repartidos durante la jornada de ayer.

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