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Desde Austria y Misiones a Entre Ríos

Un reencuentro especial después de los años pandémicos

Carolina Flük decidió que Ruiz de Montoya era su lugar en el mundo. Hoy tras el aislamiento de la cuarentena, puede volver a ver a sus afectos en la mesa navideña

domingo 19 de diciembre de 2021 | 6:05hs.
Un reencuentro especial  después de los años pandémicos
Carolina tenía pendiente conocer a su pequeña sobrina que reside en Austria. Fotos: Esteban González
Carolina tenía pendiente conocer a su pequeña sobrina que reside en Austria. Fotos: Esteban González

El encuentro es uno de los símbolos de esta Navidad, tras una larga pandemia de distancias e imposibilidad de visitarse. Así, Carolina Flük Caballero por ejemplo, viajará desde Ruiz de Montoya a Carinthia, una estancia ubicada en María Grande, Entre Ríos para reunirse con su familia.

“Lo más lindo va a ser encontrarnos todos. A comienzos de diciembre llegó a Argentina mi hermano Joel Flük de Austria, a quien no lo veía desde hace tres años”, expresó la mujer, quien se desempeña como enfermera en el Caps Centro de Ruiz de Montoya.

Precisamente, Joel volvió a Entre Ríos el 2 de diciembre y el 14 del mismo mes junto con su esposa austríaca Ana María y su hija Sophia llegaron de sorpresa a la Tierra Colorada. “A mi sobrinita aún no la conocía, por eso fue algo muy emocionante”, detalló Carolina.

Carolina tiene dos hijas y está a punto de ser abuela, por lo que la emoción la invade a cada minuto: “Lucía es la mayor y es quien está embarazada, y la menor es Ana Paula. Lo más lindo de todo esto es que pronto seremos cuatro chicas, ya que va a ser mi primera nieta y se llamará Juliana”, dijo la mujer. Tanto ella como sus hijas decidieron viajar a Entre Ríos para pasar las fiestas y así poder compartir con su papá Jorge -al que no ven hace más de dos años- y que se reúnan los cuatro hermanos, Carlos, Joel, Daiana y Daniel.

“Mi mamá Zulma falleció hace trece años, por lo que siempre la tenemos presente en nuestros corazones”, marcó sobre el significativo reencuentro de esta Navidad.

La mujer llegó de pura casualidad a Ruiz de Montoya tras decidir trabajar en Misiones, pero se instaló definitivamente allí hace algunos años.

“Vine en busca de tranquilidad para poder estar más tiempo con mis hijas”, definió sobre su elección. “Cuando entregué el currículum en el Caps Centro me dijeron que había llegado como caída del cielo porque ese mismo día renunciaron algunos enfermeros y soy la única que tiene título universitario”, relató. La vocación de servicio de Carolina no se concentra solamente en la atención dentro del predio, sino que junto con otros colegas visitan las comunidades aborígenes y brindan su aporte de esa forma a la sociedad.

La mujer incluso comentó qué es lo que le gusta de la localidad donde actualmente reside. “La tranquilidad es única, más aún estando sola con mis hijas. Me encanta que el municipio fomente el deporte y se pueda aprovechar al máximo, porque la más chica juega vóley, básquet, arquería y hasta aprende violín y solamente se paga un seguro mensual”. Además, destacó la cultura de los vecinos por ser una comuna limpia y ordenada.

Al conversar agregó lo que realiza por su propia cuenta y sus proyectos a futuro: “En las comunidades aborígenes hay mucho por hacer y es un desafío constante trabajar allí”. Alentando a sumarse al espíritu solidario de la Navidad, durante todo el año, contó que brinda talleres y charlas en un merendero, sobre diversos temas como salud, alimentación, siempre buscando que la gente mejore su calidad de vida, tanto en Jardín América como Ruiz de Montoya. A ello le suma atención de enfermería en domicilios particulares, “por vocación y no por dinero, porque mucha gente no puede pagar”.

El encuentro de Carolina y sus hijas con su papá y hermanos no se pudo concretar el año pasado por la pandemia. Por ello, volver a casa y reunirse con sus seres queridos va a ser muy especial en la mesa navideña de este 2021.

“La familia es el tesoro más preciado que Dios nos da, tenemos todo porque es sinónimo de apoyo, sostén, el motivo diario por lo que avanzamos y luchamos, siendo ellos los que van a estar siempre sin importar la circunstancia o distancia”, destacó al sostener que aún cuesta superar la partida de su mamá Zulma. “Cambiaron mucho nuestras costumbres desde que ella se fue, se nota mucho su ausencia, pero seguimos unidos y compartiendo siempre que podemos”.

Para la mesa de Nochebuena en Entre Ríos es tradicional una pavita al horno con ensalada, aunque este año posiblemente el menú sea otro. “Estimamos que será un chivito y cordero al horno con verduras a la estaca y de postre siempre lo infaltable es la ensalada de frutas”, expresó la enfermera sobre sus costumbres navideñas.

“La tradición siempre fue pasar la noche en familia con una cena tranquila y recordando el nacimiento de Jesús y de lo importante que es eso para nosotros como seres humanos, ya que es la oportunidad que Dios nos dio, otorgándonos el perdón y enviando a su único hijo a este mundo”, manifestó y diferenció: “Si bien Año Nuevo parece más festivo, para nosotros es más significativo celebrar la Navidad”.

 

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