Destrucción y amenaza permanente

Un hombre carga sus pertenencias en moto y pasa en medio de muebles que sus vecinos sacaron al camino a la espera de ser evacuados en Supiturang, en la provincia indonesia de Java Oriental, afectada por la erupción del volcán Semeru. La cifra oficial de fallecidos es de 34, aunque se estima que crecerá con el correr de los días. “De golpe, el cielo se oscureció y luego llegaron la lluvia y los nubarrones ardientes”, cuenta Bunadi, un habitante de la cercana aldea de Kampung Renteng. Las familias que se quedaron sin hogar se cuentan de a miles y la erupción también cortó un puente estratégico que conecta dos áreas en el distrito de Lumajang con la ciudad de Malang y destruyó edificios.