¿Qué es la libertad?, ¿puede tener varios significados?

jueves 02 de diciembre de 2021 | 6:00hs.

A cabo de encontrar un escrito de un audaz y progresista pensador, el italiano Bifo Berardi, teórico de medios y activista social, autor de dos libros, quien repasa el origen del concepto “libertad” y aquello que los políticos modernos han llegado a proponer sobre este fundamental concepto de la democracia, en un sentido que comparto plenamente.

Berardi señala que, tras la aparición de la pandemia, se formaron dos “bandos”: aquellos que rechazan cualquier limitación a la libertad personal y quienes apoyan regulaciones más o menos estrictas a la interacción social. Y, paradójicamente, las fronteras entre frentes políticos –de derecha o izquierda– se diluyeron: ¿antiguos anarquistas y grupos de izquierda aceptaban reglas sanitarias dictadas por un “estado de excepción” y los fascistas exigían hacer lo que les plazca?

En su nota, Berardi afirma que el concepto original de libertad ha sido bastardeado y manipulado políticamente; se confunden tres distintos niveles de existencia y se los mezcla maliciosamente: un sentido de la esencia de la libertad, otro político y otro físico.

Sostiene que el régimen menos libre y más automatizado de los últimos tres mil años –el neoliberalismo– se postula como símbolo de la libertad. A los actuales empobrecimientos de la vida social y al agotamiento de los recursos planetarios se los denomina “libre empresa”, manipulando el concepto de libertad.

El hombre –y Dios para los creyentes– no han tenido ni asignado ningún destino al ser humano. La acción humana no está predeterminada por ninguna voluntad omnipotente, lo que es conocido como “libre albedrío”.

Berardi, llamativamente, afirma que como nuestras acciones suceden en el mundo físico –en el que juegan las fuerzas físicas– la libertad depende de nuestra potencia (o poder) para dominar esas fuerzas.

“Somos libres de hacer lo que nuestra potencia nos permite”, insiste Berardi.

Acá surge una duda del pensador Spinoza: ¿qué puede hacer un cuerpo? Equivaliendo a ¿cuál es el alcance de su libertad? Dada la complejidad de nuestro contexto (la naturaleza, nuestra decadencia física, la tecnología y la presencia de otros cuerpos), quedando una libertad vacía. En este punto Berardi propone denominarla “autonomía” en lugar de libertad.

En el pasado, como en el siglo XIX, la potencia del contexto no era abrumadora como hoy; la tecnología tenía poca densidad y la información circulaba muy lentamente. La voluntad política era eficaz para someter la naturaleza al ingenio humano. En la actualidad, la potencia de la voluntad confronta con la omnipotencia del capital, afirma Berardi, ya que la inserción de automatismos y técnicas en el tejido temporal ha triunfado.

Pero ahora, en esta posmodernidad, irrumpe la pandemia de Covid-19 empeorando el colapso climático y amenazando, no sólo a nuestros cuerpos físicos sino también a las esferas económicas, semióticas y afectivas. Berardi considera –y yo comparto– que el capital financiero es cada vez menos la voluntad de la clase dominante y cada vez más el resultado de la conexión automatizada entre dinero y vida social, entre redes tecnológicas y decisiones económicas.

Es muy esclarecedor al respecto la reciente nota –de lectura recomendada– del analista Guillermo Wierzba, del 21 de noviembre sobre las férreas condiciones  que pretenden imponer a la Argentina los capitales que actúan tras la máscara del FMI a la actual y espuria deuda contraída “en cinco minutos” por el gobierno anterior.

Es para seguir analizando en otra nota más…

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