Tras cumplirse dos años del caso de presunto gatillo fácil en El Soberbio

Los dos policías acusados de matar a Reinaldo Andrade seguirán detenidos

El juez Gerardo Casco, titular del Juzgado de Instrucción de San Vicente, dispuso una prórroga extraordinaria de la prisión preventiva de Matías Lohn y Fabio Boges
miércoles 17 de noviembre de 2021 | 6:03hs.
Los dos policías acusados de matar a Reinaldo Andrade seguirán detenidos
Los dos policías acusados de matar a Reinaldo Andrade seguirán detenidos

El sábado se cumplieron dos años del presunto gatillo fácil de Reinaldo Andrade, asesinado de un disparo en el paraje San Ignacio de El Soberbio. Por el hecho hay dos policiales detenidos, quienes entonces prestaban servicios en el Comando Radioeléctrico de la localidad, pero que al momento del hecho estaban de franco de servicio.

Ellos son Matías Lohn (23) y Fabio Boges (23). A Lohn se lo acusa de homicidio calificado por ser integrante de una fuerza de seguridad y agravado por el uso de arma de fuego y a Boges como partícipe necesario del mismo delito. Ambos están alojados en una unidad del Servicio Penitenciario Provincial (SPP). Y allí seguirán.

Según pudo saber El Territorio en base a fuentes ligadas al proceso, el juez Gerardo Casco, titular del Juzgado de Instrucción Tres de San Vicente, dispuso una prórroga extraordinaria de un año para la prisión preventiva y la instrucción del caso, dado que aún faltan elementos por incorporarse para que el expediente sea elevada a juicio.

Es que luego de dos sin una condena, los efectivos policiales podrían acceder a una  excarcelación. Hay que recordar que fueron apresados el día del hecho, mientras que la prisión preventiva se dictó el 29 de abril de este año.

Las fuentes consultadas expresaron que el caso está avanzado, pero aún se esperan informes solicitados a Gendarmería Nacional en la reconstrucción del hecho, realizada el 5 de agosto último en el lugar de la secuencia que terminó con la muerte de Andrade. La fuerza federal intervino por orden del juez al determinarse que los sospechosos del crimen eran efectivos de la Policía de Misiones.

Uno de los puntos que se quieren incorporar es si había restos de pólvora en el vehículo de Andrade. Los efectivos policiales expresaron que dispararon a modo intimidatorio debido a que vieron que la víctima portaba un arma de fuego.

La bala 9 milímetros que mató a la víctima, se sabe, salió del arma reglamentaria de Lohn. Él expresó que disparó a la ventanilla, pero la defensa señala que fue por atrás y a corta distancia, debido a que la bala ingresó por la nuca y hay dos marcas compatibles con disparos en la luneta del vehículo.

El hecho ocurrió a unos 500 metros de la ruta costera 2, luego de un choque en la calle de tierra del paraje. Lohn y Boges estaban en el auto particular del segundo, vestidos de civiles; mientras que Andrade estaba con dos amigos conduciendo su Gol Trend.

Los efectivos policiales dijeron en su declaración indagatoria -que ratificaron en la reconstrucción- que el choque se produjo en el marco de una persecución a conocidos cigarrilleros de la zona, y que el auto en el que viajaba Andrade con sus acompañantes se interpuso en el camino, dando a entender que buscaron entorpecer la detención de los presuntos contrabandistas en fuga.

Los testigos, en cambio, expresaron que viajaban hacia una chacra cercana escuchando música y tomando cervezas hasta que se detuvieron porque uno de ellos quería orinar. Acto seguido, apenas volvió a sentarse en el coche, sintieron el impacto del otro auto desde atrás. Cuando se dieron cuenta Andrade estaba desplomado contra el volante y con su peso sobre el acelerador.

“Fue un terrible caso de gatillo fácil que, esperamos, se esclarezca y no se trate de cubrir a los responsables, porque no todo termina en los policías que lo mataron. Entendemos que hubo responsabilidad del mando del Comando Radioeléctrico porque fue un crimen cometido por dos policías de civil, en un auto particular, sin identificación y que se buscó disfrazar con un supuesto operativo”, remarcó en agosto Pablo Andrade, el hermano de la víctima.

Es que para ellos y el abogado que los representan, las dos armas halladas en la escena fueron plantadas por los propios policías, quienes luego del hecho llamaron a un superior para que se presentara en el lugar. El jefe del Comando, afirman, se llegó a la zona y pudo ser él quien plantó las armas. Luego se fue y volvió a presentarse en la escena, ya con uniforme.

“Se detuvieron a orinar pero mi hermano se quedó en el auto. Segundos antes de entrar escucharon detonaciones, disparos, suben y en segundos los policías aparecen en ese auto oscuro, con vidrios polarizados y al ponerse casi a la par recibe el balazo, que de acuerdo a la autopsia entró de atrás y explotó en la frente, por eso es mentira la versión de ellos, que dicen que dispararon a la luneta porque se sintieron amenazados. Mi hermano no tenía armas”, reafirmó entonces.

El crimen ocurrió en Paraje San Ignacio, a 500 metros de la ruta 2.
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