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Nunca es tarde para estudiar: egresados de la tercera edad

Seguir activos y cumplir sueños. Esas son las dos premisas fundamentales para quienes pese a su edad, decidieron completar sus estudios, que habían postergado en su momento por diferentes motivos, y que con el paso de los años, ya en otra etapa de sus vidas, decidieron comenzar o retomar, tanto en la primaria como en la secundaria o la universidad. Una decisión que psicólogos y gerontólogos consideran muy positiva tanto para la mente como para el cuerpo.

domingo 14 de noviembre de 2021 | 1:51hs.
Nunca es tarde para estudiar: egresados de la tercera edad
Heriberta Noguera es de Puerto Leoni y superó todos los contratiempos y obstáculos que se le interpusieron: a los 62 años egresó de la primaria y a los 66, de la secundaria. Además, fue distinguida como abanderada. //Foto: Marcelo Rodríguez.
Heriberta Noguera es de Puerto Leoni y superó todos los contratiempos y obstáculos que se le interpusieron: a los 62 años egresó de la primaria y a los 66, de la secundaria. Además, fue distinguida como abanderada. //Foto: Marcelo Rodríguez.

Estudiar como sinónimo de libertad y empoderamiento para encarar la vida. No hay límites para ello y así lo demuestran los adultos mayores que pese al paso del tiempo y los achaques propios del cuerpo deciden seguir activos, con nuevos desafíos y en muchos casos cumpliendo sueños que fueron postergados por años y por diversos motivos.

"Nadie está preparado para una jubilación, entonces, tener proyectos ya sean nuevos o postergados es muy positivo, porque esto nos ayuda a seguir adelante, a aceptar nuevos desafíos que algunas veces no los tenemos presentes o creemos que no podemos realizar ciertas cosas", explicó a El Territorio la médica gerontóloga Mirta Soria, directora de Gerontología de Salud Pública de Misiones.

Por su lado, la psicóloga Leticia Fontana se explayó sobre la importancia de establecer planes para la vida. "Tener un proyecto de vida en cualquier edad o ciclo vital es de los ejes centrales para el bienestar y la salud mental de un ser humano. En la vejez existe la idea de que se terminan los proyectos que trazamos en la juventud o edad adulta, pero es importante pensar que en la tercera edad se inicia el último ciclo vital y no menos importante de la vida, y que para poder pensar una adultez empoderada y equilibrada, hay que planearla y considerar construir nuevos proyectos acordes a cada uno", destacó. "Hay muchas maneras de envejecer y uno envejece como ha vivido", siguió.

Aunque remarcó: "Es sustancial pensar en que esos proyectos estén planeados a partir de aceptar las limitaciones físicas, cognitivas y económicas, y que de esta manera la persona no sufra frustraciones por expectativas fuera de su alcance o prejuicios autopercibidos".

En Misiones, la modalidad Escuelas para Jóvenes y Adultos (Epja) tiene 85 escuelas y 33 de tipo itinerante con una matrícula que supera los 30.000 estudiantes. Si bien no todos son adultos mayores, no son pocos los que tras largos años de postergaciones se vuelcan a cumplir un objetivo.

"El año pasado atravesamos una situación bastante difícil, tanto emotiva como de presencialidad (...) una persona que dejó mucho tiempo la escolarización primaria necesita la confianza, el afecto y la contención del educador. Un perfil que reúnen los docentes de adultos para ese tipo de atención, que naturalmente no se pudo dar porque trabajamos con la virtualidad que se impuso por la pandemia", había comentado Luis Capaia, director de las Epja.

Acompañar

Pero arrancar nuevos proyectos va más allá de la decisión propia, para un adulto requiere también del acompañamiento del entorno.

"Empezar o terminar un estudio es positivo, tanto para nuestra mente como para nuestro físico y para nuestro entorno social. Porque también se da que no nos tienen confianza porque ya estamos jubilados y somos mayores. Y hay veces que no nos sentimos estimulados en el entorno más cercano, que es la familia. O bien nos dan otras funciones, como cuidar de los nietos o ser cuidadores naturales de nuestros pares, el marido o esposa si está enfermo. Por eso cuesta mucho aceptar nuevos desafíos como terminar los estudios, ponerse metas nuevas. Pero son desafíos que hay que aceptarlos", señaló Soria y agregó: "El entorno tiene que apoyar en esto a las personas mayores. Poder aceptar los desafíos también nos da libertad".

Mitos

La vejez no es negatividad, pérdida o enfermedad. Derribar esos mitos es clave para Fontana, ya que tienen un impacto negativo en el desarrollo y la imagen que los adultos perciben sobre sí mismos. "Esto es lo que no permite que la persona pueda construir un proyecto sólido que le dé sentido a su vida", sostuvo.

"Tenemos que considerar desde chicos que la vejez es un ciclo más de la vida y que hay que estar preparados para vivirla, rescatando valores, experiencia e independencia. Incluirla en la sociedad visibilizando, revalorizando y con acceso a todos los derechos básicos como cualquier ciudadano", sumó.

En tanto, la gerontóloga Soria recomendó estar con otros, ir a clubes y buscar actividades, en síntesis, alejarse de la soledad.

"La soledad te lleva en ciertas oportunidades a adicciones como el alcoholismo, tabaquismo o la ludopatía. Por eso hay que integrarse a organizaciones como clubes de abuelos, estar con pares. Seguir en contacto con los compañeros de trabajo en caso de estar jubilado, en fin, socializar. Lamentablemente es habitual que el adulto caiga en alguna adicción motivado por la soledad. O la adicción a los psicofármacos, ansiolíticos o la polifarmacia, uno de los síndromes de la psiquiatría", detalló.

"Queremos empoderar a las personas mayores. Nosotras las mujeres muchas veces fuimos educadas para depender de alguien y ser la señora de alguien, de otra persona. Entonces había una dependencia económica que no nos permitía tener libertad. Una vez que nos empoderamos, como por ejemplo con la jubilación de las amas de casa o una moratoria, eso dio mucha libertad económica. Más aún si aprendés a leer o a firmar y tenés una identidad y te manifestás con la educación, que te da autonomía y poder para hacer cosas por las cuales no tenés que pedir permiso", dijo Soria.

A continuación cuatro de historias de los que se animaron a estudiar pese a la edad y motivan a otros a que cumplan sus sueños. Primaria, secundaria e incluso la universidad. Formarse como equivalente a independencia y determinación.

 

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