Cinco personajes en busca de amor

La soledad, los vínculos, las emociones y una ciudad de noche que ensombrece o aclara realidades y perspectivas constituyen pero no agotan el horizonte de ‘Solo quiero…’, una pieza teatral escrita durante la pandemia por Maximiliano Scheibe, que además dirige junto a Diego Acuña.

La puesta del grupo Al Lado del Sol Vivo se suma al circuito cultural de la ciudad luego de su estreno el viernes y ayer en la Peña Itapúa. Las próximas funciones serán el viernes 19 y sábado 20 a las 21.30 en la sala ubicada en calle Buenos Aires 2039.                 

Scheibe, artista oriundo de Montecarlo, presenta así su primer guión para teatro, que es el resultado de un proceso que comenzó con una beca de formación.

La obra despliega el derrotero de cinco personajes que están en espacios distintos y que en un punto se encuentran y, tiene música original creada por Guillermo O’Connor y Daniel Zeballo, incluida una cumbia con pasajes del libro.

Conforman el elenco Bárbara Hobecker, Agustín Delpiano, Diego Tachile, Marilyn Melo Fajardo y Nahuel Quintana.

Suspenso reflexivo

Los puntos suspensivos al final del título pueden leerse también como una puerta entornada, “una penumbra que puede iluminar o que puede escondernos las cosas”, planteó el autor. Un resquicio revelador de la existencia que no es en sí mismo ni malo ni bueno.

Scheibe y Acuña, la dupla al frente de la dirección y puesta en escena, en entrevista con El Territorio, contaron sobre el camino andado hasta concretar el estreno de este fin de semana y ponderaron  que una fortaleza de la propuesta es que tiene cierto final abierto, “no es un contenido masticado, sino que convoca a la reflexión”.

“Los puntos suspensivos están a propósito y es que cada personaje está en la búsqueda de algo que quiere y tiene sentido para sí. El público esta pausa también puede completarla con sus ideas y con su propio bagaje. Puede haber identificación quizás con alguno de los personajes por momentos, porque creo que todos tenemos una conexión en cuanto a la búsqueda de la felicidad, del amor”, señaló Scheibe.    

Se trata -dijo- de una obra “existencial con bastante filosofía” y que juega mucho con la atmósfera en que gravitan los personajes. Vicios, virtudes, conquistas, derrotas sobrevuelan. “Son cinco personajes, cinco individuos o individualidades que están interrelacionados pero a su vez están solos en el mundo. Es una historia de amor que se está destruyendo, una relación tóxica con muchos pesares”.

Sobre la narrativa, Acuña agregó, “la temática es también contemporánea con respecto al deterioro de las relaciones. La pandemia no aparece explícitamente, pero sí Maxi escribió la obra durante la cuarentena y aparecen estas marcas que nos llevan a pensar cómo hicimos para subsistir en un momento difícil de la humanidad, está el tema del encierro, la soledad”.   

Dramaturgia misionera

Solo quiero… es el primer guión para teatro que escribe Scheibe y si bien aborda temas universales la historia tiene a su vez guiños de localía y actualidad.

“La historia sucede en una ciudad que puede ser cualquier ciudad pero está pensada en Posadas y hay ciertos indicios que van a llevar al espectador a situar la escena en Posadas, un barrio, una referencia a un lugar, una costumbre de la vida nocturna de la ciudad, un recorrido de colectivo”, describió.

Por su parte, Acuña resaltó el hecho de que el público que asista pueda completar la historia, “el espectador actual está sobrecargado de series y películas y, esta obra invita a que tome parte y se lleve su propia impresión y complete la historia. No hay una bajada de línea de principio a fin sino que hay una intención de abrir un montón de panoramas y diferentes capas de los personajes”.

En esta línea, consideró que la hiperoferta de contenidos audiovisuales lleva a que el teatro independiente genere espacios de reflexión además del entretenimiento. “El espectador hoy está muy emancipado, investiga, estudia, es muy crítico y por suerte en esta ciudad está sucediendo que hay mucha actividad cultural y esto desafía a que la obra invite a la reflexión y no tanto a algo más comercial o masticado el mensaje, sino que sea algo que nos convoque a pensar, reflexionar, sobre todo en ese caso, que hay claroscuros, que no todo es lineal y blanco o negro”.

La obra resultó ganadora de la Beca de Creación 2021 del Fondo Nacional de las Artes y tiene apoyo del Instituto Nacional del Teatro.