Hace pocas semanas dieron el puntapié en Katupyry de San Ignacio

El Centro del Ciego ya llega a aldeas mbya

De manera gratuita un grupo de profesionales atiende desde bebés hasta adultos mayores con problemas de visión. La importancia del acompañamiento familiar
sábado 13 de noviembre de 2021 | 6:05hs.
El Centro del Ciego ya llega a aldeas mbya
El Centro del Ciego ya llega a aldeas mbya

Con 39 años de historia, el Centro de Rehabilitación del Ciego Santa Rosa de Lima es una marca registrada de Posadas.

Actualmente asisten 120 personas de toda la provincia desde bebés hasta adultos mayores para reeducarse visualmente, insertarse o reinsertarse en la comunidad, aprender a autovalerse y adquirir oficios. Todo es gratuito y sólo basta inscribirse. Pero aún hay muchas personas ciegas o con problemas visuales que desconocen su existencia.

En ese sentido encaran tareas de difusión y por primera vez en las últimas semanas hicieron un trabajo en la escuela de la aldea Katupyry de San Ignacio, puntapié para replicarlo en otras.

Allí, acompañados por médicos, se evaluaron a 53 niños y detectaron algunos con problemas de visión.

“Nos recibieron muy bien, se encontraron algunos casos y vinieron a Posadas y en el consultorio oftalmológico se terminó de realizar la consulta. Ahí se determinó si necesitaban ayudas ópticas o no, o una posible cirugía”, contó a El Territorio Noemí Aguirre, directora del Centro del Ciego. “Cada escuela está organizada con un auxiliar docente que es el que oficia de traductor, que constantemente nos acompañó para explicarle a los niños cuál iba a ser el procedimiento. Y ya tuvimos pedidos puntuales para visitar escuelas en otras aldeas, hay muchas expectativas”, agregó.

Sobre los problemas visuales que encontraron, la especialista en Estimulación Visual, Leticia Mantinian, indicó que “hay dos que nos preocupan, uno es un bebé albino y el otro tiene opacidad en la córnea, una lesión que le quita visión y hay que ver si es operable para que recupere la visión. Se le explicó esto a los papás” y ellos decidirán cómo avanzar.

“Fue una experiencia muy linda y enriquecedora desde lo personal y en lo profesional pude dar mi granito de arena a estos niños que necesitaban”, dijo.

La escuela de Katupyry al igual que otras tres de educación intercultural bilingüe (EIB) y el Centro del Ciego dependen del Obispado de Posadas. “En nuestra historia y recorrido, nuestro fundador es monseñor Jorge Kemerer, que también es el fundador de estas escuelas bilingües, así que al igual que estas instituciones nosotros no tenemos cuotas, ni cobro de inscripción. Esto es un servicio totalmente gratuito, por eso colaborar con el otro nos gratificó y creamos un vínculo. Es más, uno de los niños va a continuar asistiendo al centro haciendo estimulación visual y temprana. Todo fue sumamente fructífero”, reflejó Aguirre.

Trabajo dinámico

El trabajo en el Centro del Ciego es dinámico y cada caso se evalúa con profesionales para decidir cómo avanzar.

“Con el bebé se trabaja con la familia, con los padres, en atención temprana. Si tiene visión también se hace estimulación y se le da acompañamiento con psicólogos y trabajadora social. Con un adulto se trabaja en rehabilitación básica para volver a realizar todas las actividades cotidianas solo, movilizarse en la vía pública y en su casa con autonomía y también se incluye a la familia, porque es la que acompaña y sostiene”, explicó Mantinian.

Alrededor de 50 personas trabajan en la institución, esa es una de sus principales fortalezas. Pero en el trabajo hay otra pata fundamental que es el acompañamiento familiar para con el concurrente. Al respecto, Luciano Matijas, vicedirector del centro, señaló: “La persona que pierde la visión tiene que volver a aprender cómo orientarse, movilizarse, hacer las actividades en lo cotidiano implica todo un proceso, primero de aceptación que hay una discapacidad. Eso es lo que más cuesta, aceptar que se perdió la vista, después está lo emocional, lo espiritual, la dimensión social de la relación con los otros y la relación con la familia. Porque muchas veces es la familia la que no acepta que la persona puede tener autonomía. Y en eso acompañamos desde el equipo”.

“Acá pueden aprender en talleres de carpintería, cerámica, computación, encuadernación, tejido, arte y braille. Se apunta a la rehabilitación y a volver a sentirse útil a pesar de la pérdida visual. También se trabaja en la orientación y movilidad, actividades para la vida diaria. Trabajamos con cada realidad, porque no es lo mismo una persona que vive en Posadas en las cuatro avenidas que alguien que vive en la chacra”, finalizó Aguirre.


Para agendar

El Centro del Ciego funciona en calle Sarmiento 1847 de Posadas de lunes a viernes de 8.30 a 11.30 y de 14.30 a 17.30.
El teléfono fijo es (0376) 44-31488 o el celular es 3765-120202. Actualmente están realizando las admisiones para el año próximo.


Crear empatía para lograr una ciudad amigable

Desde el Centro del Ciego consideran que el trabajo con la sociedad es fundamental para concientizar, por eso continuamente realizan capacitaciones. “Sabemos que no es suficiente porque hay lugares en Posadas o el interior que no nos conocen. Pero tratamos de llegar a todos porque nuestro proyecto de rehabilitación es comunitario”, contó Noemí Aguirre, la directora.

Sobre si Posadas es una ciudad amigable con la persona con problemas de visión, comentó: “Se está trabajando mucho en la accesibilidad pero todavía falta concientizarnos. Tenemos muy buena respuesta con la gente cuando vamos a hacer las capacitaciones, pero cuando salimos a la calle vemos que en la vereda están las motos, que no se cumplen normativas. Pero cuando se les muestra lo que implica para una persona con discapacidad visual manejarse dentro de Posadas es como que la gente toma conciencia y se crea empatía, pero falta mucho trabajo todavía por delante”.

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