Preparar la Navidad, una responsabilidad amorosa

El trabajo de ornamentación y la atmósfera creada por los vecinos oriundos de Capioví para celebrar la Navidad, año tras año ha ido en aumento. Lo que arrancó en 2009 con la idea de un grupo de chicos de catequesis, se convirtió en una tradición de toda la comunidad que espera ansiosa la llegada del último trimestre del año para poner manos a la obra y deleitar a los vecinos -y todos los turistas que atrae la propuesta- con el clima navideño; decorando no sólo la parroquia San Luis Gonzága, sino también la plaza y varios espacio públicos de la localidad.

El aumento de producción en la decoración, también conllevó al crecimiento exponencial del número de personas que prestan sus manos para fabricar cada adorno y acompañar con los trabajos -fuera del reciclado o pintura de botellas-, brindando el servicio de soldar y poner en condiciones los hierros para que cada adorno quede en condiciones de ser exhibido.

En la ciudad, esa tarea está a cargo de Hugo ‘Nano’ Juárez (32), herrero que pone manos a la obra y también forma parte de la propuesta de preparar la Navidad en Capioví.

“Hace doce años que me dedico a la herrería y hace unos 6 años vengo colaborando con el equipo que decora la ciudad. Me encargo también de la parte eléctrica, las luces y demás”, contó Nano, que junto a otros colaboradores ya se encuentra trabajando en los adornos, a fin de llegar a tiempo con la ornamentación.

Sobre su rol en esta actividad precisó que “trabajar en esto es un verdadero desafío que va desde el diseño y la elección de cada material hasta la instalación del producto ya terminado”. Además, destacó que el trabajo lleva muchas horas de dedicación, “para que lo que se exhiba sea exitoso”, ya que la idea de todos es que la ciudad se embellezca con la apuesta y por eso que “cada elemento decorativo debe quedar hermoso”.

Apuesta que siempre se renueva
Aunque la temática navideña se representa con una decoración típica, en la ciudad, todos los años innovan y construyen nuevas piezas o elementos de decoración; para de esa manera renovar la propuesta año tras año.

El herrero detalló en ese sentido que los adornos se reciclan -ya que esa es otra de las finalidades del proyecto-. Sin embargo “año a año hay que trabajar en eso para que vuelvan a lucir lindos y con decoraciones nuevas”.

También destacó que colaborar en la iniciativa siempre es un desafío porque “hay innovación, siempre se presentan adornos nuevos, ideas nuevas; y eso es lo sorprendente, ya que nunca se repitió una decoración completa. Todos los años nos ingeniamos para presentar y mostrar algo distinto a la comunidad”.

Respecto a la puesta a punto de cada objeto, Juárez destacó que los adornos más complejos de armar son los arbolitos de navidad o aquellos muy cargados de colores y elementos. Puesto que muchos ya han sido utilizados el año anterior -porque la base del proyecto se centra en la importancia de reutilizar materiales y reciclar elementos para evitar la contaminación-. Sin embargo, el equipo trabaja con esfuerzo y dedicación, y siempre logran que todo quede “impecable para la presentación”, al tiempo que contribuyen a reducir el impacto ambiental.

Y destacó que la comunidad entera colabora en el quehacer ya sea juntando los elementos, donando otros, cortando y dando forma, colaborando en la realización de los adornos o incluso instalándolos en la ciudad. Todos, desde lo que saben y pueden, aportan su colaboración.

“Hay un gran compromiso de los vecinos. El pueblo se une cada vez que llega esta fecha, trabajamos juntos”, enfatizó al tiempo que también expresó que por otro lado también subsiste una “situación de estrés que se genera por la intención de llegar con los tiempos y realizar la tarea de la mejor manera, para que quede perfecto. Colocar todos los adornos cumpliendo con los plazos y que todo quede correctamente instalado es una gran responsabilidad”.

La alegría del logro
Ahora bien, después de tanto trabajo, esfuerzo y hasta un poco de tensión por la presión de cumplir con las expectativas, llega el asombro y la alegría que genera en los visitantes y el pueblo entero el objetivo cumplido.

“La felicidad y tranquilidad que se siente a la hora de tener todo instalado, que al turista le guste, que disfrute de la belleza de lo que hacemos y que se sientan conformes con este esfuerzo genera mucha alegría”, dijo Nano, quien todos los años siente esa cuota de gratificación como un mimo a todo el trabajo.

“Todo el esfuerzo del año se ve reflejado en los elogios, por ello también es un orgullo formar parte de esta familia y que Capioví sea reconocido a nivel nacional por lo que hace”, dijo emocionado.

Cuenta regresiva
El trabajo de decorar y embellecer la ciudad seguirá hasta el domingo 28 de noviembre. Ese día, las tareas culminan con el encendido de luces del árbol central en la primera velada navideña del año.

La jornada especial se celebrará el Domingo de Adviento, fecha que señala el comienzo del año litúrgico cristiano (cuatro semanas antes de navidad), inaugurando el clima navideño con una velada artística especial, con músicos invitados, desde las 20.30.