El héroe

domingo 07 de noviembre de 2021 | 6:00hs.

Montado en su jirafa color zanahoria, el héroe, UTO-NECRO, bajó de las montañas opacas a la llanura de las brumas. Atravesó los vertiginosos arroyos y llegó a los jardines del palacio real. El rey NEO-CON estaba lustrando sus botas sentado en una roca.

-Majestad —dijo el héroe mientras desplegaba una escala de cuerdas para descender de la jirafa— he acudido a tu llamado al ver el halcón real volando sobre las cumbres.

Luego se acercó al anciano y se sentó a su lado sobre la hierba.

El monarca prosiguió su tarea con el rostro ensombrecido. Luego de una larga pausa clavó sus ojos en el otro y dijo:

-Es necesario que cumplamos con nuestro destino. Tú ya has hecho mucho por nosotros como héroe cultural; tu papel no pudo ser mejor.

Nos diste el fuego, la agricultura, el hierro y la rueda. Pero ahora debes convertirte en un Dios.

-Su majestad, soy aún muy joven, puedo prestaros nuevos servicios, no quiero morir. Además, estoy por traeros un nuevo artefacto que os maravillará. Se llama ballesta y es más poderoso y efectivo que el arco y la flecha.

-Es demasiado tarde, UTO-NECRO, ya estamos importando ballestas del país de los Volcanes Multiplicados. ¡Guardia! muestra tu ballesta, ¡ahora!

A espaldas del rey y por sobre la muralla del pétreo castillo se irguió la silueta de un guerrero con casco emplumado. Apuntó su ballesta reluciente y disparó con certeza al corazón del héroe que se derrumbó. Dos pajes corrieron desde el castillo y se pararon junto al cadáver esperando órdenes.

-El cuerpo debe desaparecer. Pero, antes de quemarlo, muéstrenselo al escultor para que empiece la estatua -dijo el monarca con voz entrecortada. Luego agregó balbuceante: -Cocinen la jirafa a fuego lento para la noche y avisen a la reina.

El relato pertenece al libro Esquirlas y Perdigones, Editorial Universitaria. Abinzano es docente emérito de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Unam

Roberto Abinzano

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