Todo salió a la luz el pasado jueves con una sentada de las estudiantes

Alumnos denunciados por abusos terminarán el año de forma online

La Justicia y la institución acordaron ayer al mediodía separar del aula a los denunciados. El juez Jiménez resolvió que los chicos estudiarán online hasta que se den las condiciones para volver
miércoles 03 de noviembre de 2021 | 6:06hs.
Alumnos denunciados por abusos terminarán el año de forma online
Alumnos denunciados por abusos terminarán el año de forma online

Los adolescentes 2° año del Roque González que fueron acusados por sus compañeras de curso de ejercer abuso y acoso sexual hacia ellas continuarán el ciclo lectivo 2021 en una “modalidad de enseñanza asincrónica”, según lo acordado entre el juez que entiende la causa, César Jiménez, y las autoridades de la institución. En principio lo harán en la virtualidad y cuando estén dadas las condiciones se dará su regreso a las aulas de manera presencial.

“Es lo que acordamos con el rector - Juan Rajimón - oficio de por medio durante el mediodía”, explicó ayer Jiménez en diálogo con El Territorio. La medida responde a la necesidad de que víctimas y victimarios no compartan el aula, es decir, el espacio físico y que se garantice el cumplimiento del derecho a la educación.

En medio de declaraciones confusas a lo largo de la jornada, anoche finalmente se ratificó la decisión de que los chicos denunciados continúen el cursado online. Es que en horas de la tarde, el magistrado había había confiado que los adolescentes asistirían al establecimiento escolar en horario diferente a las chicas vulneradas, quienes movilizaron a toda la comunidad la semana pasada luego de una sentada dentro del colegio. Y que el colegio debería, reorganizar los horarios, dado que el Roque González no cuenta con turno tarde.

Sin embargo, más tarde, Jiménez sostuvo que “en principio los chicos seguirán estudiando de manera virtual” y señaló que lo acordado entre la Justicia y la institución educativa “es una medida socioeducativa, no penal”.

Lo expuesto está en la misma línea que  lo anunciado en una reunión de padres ayer, pero en horas de la mañana. En la ocasión,  el personal docente comunicó a los tutores de las estudiantes víctimas que los chicos acusados terminarían el año en la virtualidad. Es decir, que no regresarían al establecimiento. Así lo confirmó una de las madres que estuvo presente en la reunión.

La fiscal Correccional y de Menores Uno de Posadas, María Laura Álvarez, pidió el lunes a la mañana al juez Jiménez que arbitre la garantía de educación vía internet a los estudiantes denunciados y que ordene al establecimiento escolar que no les renueve la matrícula.

La situación que vivían las jóvenes salió a la luz el jueves de la semana pasada, cuando llevaron adelante una sentada dentro del colegio, hartas de que no se las escuche y que estos varones sigan hostigándolas. La movida tomó tal relevancia en las redes sociales, que cientos de mujeres empezaron a darles su apoyo y a exigir respuestas. En tanto, el viernes cientos de chicas de otros establecimientos escolares de Posadas se movilizaron en apoyo frente a las puerta del Roque González exigiendo la presencia de los directivos que no dieron respuestas rápidas y la implementación urgente de la ley de Educación Sexual Integral (ESI).

La reinserción de los adolescentes

La problemática que se desató en el colegio posadeño y tuvo relevancia nacional puso de manifiesto la necesidad de la implementación de la ESI y colocó sobre el tapete numerosos casos similares en las escuelas misioneras.

Sin embargo, no hay que olvidar que se trata de chicos de entre 14 y 15 años, es decir, menores de edad que no son punibles. En ese marco, la reinserción de estos sujetos en el contexto de la escuela y de la sociedad que los rodea es un punto a considerar.

“La reinserción hay que hacerla en grupos, considerando también a la familia. Pero lo primero y principal es el diagnóstico, saber por qué llegaron a ese punto. Posiblemente hacer un trabajo con la institución juntando a los padres de diferentes familias hubiera sido algo que se podría haber probado también”, sostuvo, en diálogo con este medio, Guido Fischer, psicólogo especialista en sexología.

En ese punto, agregó: “Si estos adolescentes ya fueron marginados van a necesitar un seguimiento psicológico porque posiblemente esta marginación les genere más daño con el tiempo y les cueste más la integración”.

Por su parte, Ricardo Martin, coordinador del Gabinete Provincial Interdisciplinario (GPI), que depende del Consejo General de Educación (CGE), entiende que es necesario rechazar el comportamiento inapropiado y descontextualizado de los adolescentes, pero no excluirlos.

“Aprender a convivir es el desafío como institución/escuela y sociedad. La escuela tiene que escuchar, atender, contener y orientar al adolescente en construir su proyecto de vida. Asimismo, habilitar canales de comunicación formales para recepcionar e informar cómo se resuelven y transforman los conflictos inherentes a los grupos humanos”, sostuvo Martin.

También señaló que es prioridad enseñar y aprender a usar las nuevas tecnologías y decodificación de mensajes que invaden con violencia y falta de respeto a la persona en sus diferencias, así como generar “espacios dialógicos con docentes, familias y estudiantes para abordar la ESI en el marco de la ley correspondiente”.

Fischer también comparte que la Educación Sexual -entre un abanico mucho más amplio de abordaje-, es primordial para reconocer abusos y aprender sobre el respeto por el otro y las diferencias.

“Hay que hacer mucho más énfasis en educación sexual, que incluya a la sociedad, empezando por las familias. Así se puede prevenir mucho más y más rápidamente estás problemáticas. En mi opinión la manifestación de los chicos con la sentada puede ser más efectiva para visualizar estos temas que una decisión de echar a los agresores de la escuela, porque irán a otra y no sabemos si van a aprender algo de esto o no. En cambio si se hace seguimiento individual psicológico, y después también grupal, se puede corregir conductas que fueron desadaptativas o desubicadas y agresivas”, consideró Fischer.

Mientras que Martin señaló que la sexualidad sigue siendo un tema tabú para las generaciones anteriores, al mismo tiempo que las religiones y mandatos culturales colaboran con los miedos a abordar la sexualidad. “Las familias delegan en la escuela en cierta medida la ESI pero cuestionan si se aleja de sus concepciones y representaciones sobre la sexualidad. Por ello, acordar entre  escuelas y las familias qué y cómo se abordará la ESI evita los fantasmas”, destacó el coordinador del GPI.


Estudiantes sostienen que la ESI no se aplica

El 80% de los estudiantes considera que la Educación Sexual Integral (ESI) no se aplica de forma adecuada en su escuela. El dato surge de una encuesta realizada por la Fundación Huésped cuyo objetivo fue recopilar información actualizada acerca del conocimiento y aplicación de la ESI a quince años de la sanción de la ley que creó el Programa Nacional de Educación Sexual Integral.

De acuerdo con esta norma, todos los niños, niñas y adolescentes que asisten a escuelas públicas y privadas del país tienen derecho a recibir una educación de este tipo, ya sean “aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y éticos”. La encuesta fue realizada en todo el país a 2.459 docentes de todos los niveles y 1.345 estudiantes y graduados secundarios. De la consulta a los estudiantes, también surgió que siete de cada diez jóvenes entrevistados señaló tener conocimiento de la ESI, lo que muestra un incremento del 22% en relación a la encuesta realizada en 2016 y 2017 por los diez años de la ESI.

En referencia a los docentes, el 94% de los profesionales de todos los niveles indicaron que incorporan la ESI en sus clases, una cifra que está un 8% por encima de los valores obtenidos en 2016.

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