La cocina del campeón

Luego de una década de inactividad, Jorge Litwiñiuk volvió al Misionero de Pista y alcanzó el título de la Clase 1. Detrás de él estuvo la familia Barrios que lo apuntaló y cumplió la palabra empeñada
martes 02 de noviembre de 2021 | 6:05hs.
La cocina del campeón
La cocina del campeón

El abrazo entre Gustavo Barrios (46 años), Jorge Litwiñiuk (38 años) y Mauricio “Mauro” Barrios (27 años) en el parque cerrado del Autódromo de Oberá cerró una herida que llevaba diez años y cicatrizó con el título de la Clase 1 del Misionero de Pista.

Es que hace una década los mismos protagonistas vieron como se les escurría de las manos aquel título de la Clase 2 con los Renault Clío del Servando Motorsport. Aquella polémica definición fue a favor de Luis Garay quien encontró el título en la técnica y luego de la exclusión de Litwiñiuk por un elemento del tren delantero que había utilizado todo el año, pero que recién en la última fecha los técnicos detectaron que estaba fuera de reglamento.

Gustavo Barrios decepcionado por el episodio se fue al Turismo Pista con Gonzalo Menor. Mauro emigró por otros equipos y Litwiñiuk se retiró de las pista y solamente corrió algunas carrera como invitado.

De la duda al éxito
Después de varios idas y vuelta y tras una década, los tres se volvieron a juntar. Estaba vez en el taller del MB Power, en Tambor de Tacuarí casi San Martín de Posadas. Ahí luego de una charla y una prueba se concretó la vuelta del Polaquito a las pistas.

“Siempre hubo charlar para volver, porque Gustavo me aprecia mucho y siempre le agradezco que me tenga en cuenta y las palabras que tiene para mi son muy gratificante. Pero como había pasado tanto tiempo yo no me animaba, porque me había entrado la duda si iba a seguir siendo rápido. Y fue mi señora la que me empujó a volver”, contó Litwiñiuk en charla con el Más Deportivo.

“Así que fuimos al autódromo y salieron los tiempos muy rápidos así que me dije ‘tan mal no estoy’ y ahí me anime al proyecto. Después aparecieron los sponsor y nos embalamos todos. Muy contento porque se logró el campeonato y se trabajó muchísimo para llegar al objetivo”, comentó el Polaquito quien fue bicampeón de cafeteras en el 2004-05 y en el TCM en el 2007.

Sobre el campeonato de la Clase 1 el posadeño comentó: “Para mi fue una alegría enorme, salir campeón en una categoría tan competitiva y con tantos autos”.

“Ahora queremos defender el 1 el año que viene y también tengo pendaiente hacer algo a nivel nacional y creo que es el momento de volver a intentarlo”, anticipó Litwiñiuk, quien corrió en el TC Pista en el 2008.

Se sacó un peso de encima
“Nunca salimos campeón en Misiones y era todo un desafío el que encaramos. Armar el equipo, pelear el título y armando un auto desde cero. Y por suerte fuimos encontrando los eslabones del equipo como fue Francisco Litwiñiuk en el chasis y Jorge Litwiñiuk como piloto, que para mi es el mejor piloto de Misiones y lo sigo sosteniendo. Hoy estamos festejando este primer título para el equipo”, relató Gustavo Barrios.

“Me había quedado pendiente el título con Jorge, porque hace 10 años hicimos todo para ser campeones. Ganamos la última fecha y después nos echaron en la técnica por un reglamento que no era del todo claro. Pero diez años después tuvimos revancha, así que nunca hay que bajar los brazos”, reflexionó Gustavo.

Barrios nunca dudó de las condiciones de Litwiñiuk, siempre apostó por él y recordó una charla que tuvo con su hijo Mauricio, más conocido en el ambiente como Mauro: “Siempre le decía a mi hijo ‘el día que puede la voy a hacer un auto a Jorgito porque para mí es el mejor piloto de Misiones, pero nunca tuvo la chance de demostrarlo. Y mi hijo siempre me decía ‘será que es tan bueno como decís”. El lo veía a Jorgito y decía ‘será que es bueno’ y cuando fuimos a la primera prueba, se subió al auto sin entrenar, después de diez años y metió la vuelta en cinco vueltas. Ahí se dio cuenta de lo bueno que era y me dijo ‘la gran p.. que es bueno este Polaquito’.

Gustavo Barrios es un tipo bonachón, de poca palabras, pero que mamó los conocimientos de los mejores mecánicos de su época.

“Tuve un gran maestro que fue Tito Rosa, salí de la escuela de Tito y los hermanos Rosa, estuve 13 años y ahí aprendí el 90 por ciento de lo que se de mecánica. Yo empece con el a los 14 años, después de ahi me fui a trabajar con Servando, estuve 12 años en la agencia, fui jefe de taller, me capacité en Buenos Aires, Brasil. Armé los primeros Clios de Misiones. Teníamos cuatro autos, tres corriendo y uno de reserva y cuando pasó de que nos sacan el campeonato, me fui con Gonzalo a correr a nivel nacional. Estuvimos cinco años corriendo en el Turismo Pista. Esa fue una muy buena experiencia porque estuvimos con los mejores, como el Tano Gava, Cano Raing, Juanjo Tartara y muchos otros. Toda esa experiencia la puse en Fiat Uno y acá están los frutos”, recordó.

El jefe del equipo tuvo sólo palabras de elogios para el piloto: “El éxito del título fue haber elegido a Jorge Litwiñiuk como piloto. Él nos enseño mucho y además siempre estuvo dispuesto a trabajar”.

Sobre lo que significa ser campeón, Barrios dijo que “cuando pusimos el primer auto en pista nos dimos cuenta de que teníamos el potencial para pelear el título y fuimos creciendo durante el año para lograr el objetivo. Lograr el primer campeonato es para un mecánico sacarse una mochila de encima. Porque se trabaja mucho, se trabaja para ganar, y cuando llega el primer título es una descarga. Después vendrán otros pero creo que ninguno será igual al primero, porque es el que uno más disfruta”

Sorprendido
Mauricio Barrios, más conocido como Mauro en el ambiente tuerca, tenía 17 años cuando su padre perdió el título de la Clase 2. A principio de año y en plena pandemia le dijo a su padre para hacer un Fiat Uno para la Clase 1 se sorprendió con la respuesta.

“Yo era chico cuando ellos pierden el campeonato de la Clase 2 y no estaba tan enfocado como ahora. Y cuando le dije que quería hacer un Fiat Uno, mi papá dijo que sí pero lo vamos a subir a Jorgito, y ahí me sorprendió. Y el primer día que lo vi dije ‘este no maneja nada, ya pasó su tiempo’ y la verdad no le tenía mucha fe, pero el viernes antes de la primera fecha, fuimos temprano al autódromo y fuimos los primeros en salir a pista y apenas abre la vuelta miro para los boxes y todos los equipos estaban tomando tiempo del auto de Jorge, que era el único en pista. Ahí me di cuenta de que algo bueno tiene y después me fue demostrando el gran piloto que es”.

Mauro vendió su auto de calle para armar el primer auto que corrió Litwiñiuk y literalmente se quedó a pata para desarrollar su pasión que es armar autos de competición: “Dejamos muchas cosas para armar el primer auto, vendí mi auto, después tuvimos mucha ayuda de Raulito Finten y su familia que primero me dijo vos estas loco, y después lo convencimos y terminó corriendo junto a sus hijos. Lo que es la pasión porque primero era ‘no, no y no’ y un día vino al taller y vio lo que queríamos hacer y terminó corriendo con un auto, ya no se cuantos autos hicimos con su ayuda. Estamos felices por el objetivo cumplido”.

Mauro es mecánico y trabajó con Roberto Peralta, con Fabio Montiel y ahora volvió a trabajar con su padre: Tuve la mejor escuela y ahora todos los días con mi papá aprendo algo porque es un libro abierto y no se guarda nada, me transmite todo.

Sobre la clave del campeonato resaltó: “Sale todo del taller, el grupo, el trabajo, la cabeza, por eso cuando llegamos al autódromo nosotros tenemos que estar frío y calmados. Si nosotros estamos nervioso, ellos -los ayudantes - se ponen más nervioso. Esa fue una de las claves de este campeonato. Pero la mayor clave fueron las decisiones de mi padre y la fuerza y las ganas que le pusimos todo el año”.

“Siempre hacemos cosas con mi viejo, pero este proyecto tenía un sabor especial, por la cuenta pendiente de él con Jorge y fue más que lindo, un momento único”, recordó sobre el día de la consagración.

No descansan
El equipo campeón de la Clase 1 no se duerme en las mieles del éxito y ya trabaja en la próxima temporada: “Estamos trabajando para que Jorge siga y defienda el uno y tenemos dos autos nuevos, vamos a ir a la Clase 3, y queremos seguir creciendo como equipo”, anticipó Gustavo.

“Estamos haciendo dos autos nuevos, 0km para la Clase 1 2022 y vamos a atender un auto de la Clase 3, así que capaz tengamos 8 autos el año que viene”, agregó Mauro.

A la hora de agradecer el campeonato, Gustavo se lo dedicó “a mi hijo Mauricio, que sé el esfuerzo que hizo, porque vendió dos autos de calle para terminar el auto de carrera de Jorge, a Raulito Finten, que siempre creyó en nuestras locuras y terminó cumpliendo su sueño de correr, y a los chicos del equipo que nunca bajaron los brazos”.

El Fiat Uno con el que Jorge Litwiñiuk campeonó en la Clase 1. Foto: Pablo Lizarraga
Gustavo se funde en un abrazo con Litwiñiuk y Mauro Barrios no pueden evitar las lágrimas. Foto: Pablo Lizarraga
Litwiñiuk alcanzó su cuarto título en el automovilismo provincial. Foto: Pablo Lizarraga
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