Robin Wood falleció el 17 de octubre

De los días en la tierra de origen del artista errante

El escritor y guionista vivió una vida de aventuras, al igual que sus personajes. El historiador Julio Sotelo contó sobre la infancia y los últimos años de Wood en Encarnación
domingo 24 de octubre de 2021 | 6:05hs.
De los días en la tierra de origen del artista errante
De los días en la tierra de origen del artista errante

Un hombre humilde y genial, lejano a toda solemnidad de etiqueta, estaba siempre escribiendo en su mente y apuntando mundos en un cuaderno. “Así era el más universal de los paraguayos”, describió el historiador caazapeño Julio Sotelo a su coterráneo y amigo Robin Wood, fallecido la noche del pasado domingo 17 de octubre en Encarnación.

La partida terrenal del escritor y guionista de historietas, a los 77 años y luego de una larga enfermedad, fue reflejada en los medios de prensa internacionales. Sus lectores en todo el planeta le dedicaron los recuerdos más sentidos al creador de los héroes de la infancia.

Inquieto, aventurero y algo solitario -como sus personajes- Wood viajó, vivió por el mundo y a veces lo conquistó. Aunque debió enfrentar también la resistencia y críticas de sectores intelectuales que mezquinaban la cultura a las clases populares.

En 2018 fue incorporado a la Sociedad de Escritores de Paraguay (SEP) en el marco de la Libroferia de Encarnación. “Estaba muy contento, había dicho que si en su país lo aplaudían ‘había logrado el éxito’ en su vida”, explicó Sotelo acerca de ese reconocimiento.

En ese mismo evento, que marcó una de sus últimas apariciones públicas, Wood presentó su libro Anahí y se definió con humor: “Mi vida ha sido un verdadero javorái (mezcla). Nací en Colonia Cosme, me crié en Asunción, Encarnación y Buenos Aires. Tengo sangre australiana, inglesa e irlandesa, la mezcla es terrible. Tengo nombre de poeta, de pájaro y de bandido. No podía ser una persona normal. Desde pequeño leía libros clásicos”.

La importancia de la lectura
Sobre sus primeras lecturas en la biblioteca de su abuela y también de sus textos iniciáticos dedicados a su madre y tipeados en la máquina de la familia Silvero en la Encarnación de los 60, instruyó Sotelo, que lo conoció personalmente en los años 2000, cuando preparaba una publicación.

El docente e investigador compartió en una entrevista con El Territorio, algunos pasajes poco conocidos de la vida de Wood.

Su historia comienza con una viñeta en la rural Colonia San Cosme, Caazapá, donde nació el 24 de enero de 1944, a los 6 años irá con su madre a Buenos Aires y se escapará poco después de regreso a su tierra, en un carácter itinerante que sostendrá gran parte de su vida.

“El germen del gran escritor que fue Robin está en Encarnación, aquí escribe sus primeros textos a la par que trabaja en un aserradero. Hace sus primeras lecturas en la biblioteca de su abuela, su tío lo lleva a trabajar en el Alto Paraná, cuando regresa se queda en casa de la familia Silvero que lo cuida como a un hijo más”, rememoró.

Cuando tenía 20 años, su amigo, el filósofo Rómulo Perina, le insiste para que se anote en un concurso literario del diario La Tribuna junto con la Embajada de Francia, “Robin ganó, el premio se entregaba en un lugar emblemático, y ahí viene llegando Robin con su ropa de fajina y haciendo ruido con las botas embarradas de trabajo”.

Pasado un tiempo, Perina le da el dinero para un boleto en lancha a Posadas y de ahí tomó el tren a Buenos Aires, “lo que sigue es una historia más conocida”, sostuvo.

Después de darle vueltas al globo, Wood se instala con su esposa María Graciela Sténico en Encarnación. “Su esposa lo cuidó hasta el final, en el último tiempo él ya no podía escribir. Partió un hombre que dedicó su vida a imaginar historias y diálogos y escribirlos en un papel para que muchas generaciones descubran la lectura y su potencial transformador”, concluyó.

 

Una colección de universos fantásticos

Wood en una muestra con sus personajes, en el Bosetti en el 2000. Foto: archivo
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