Segunda jornada en el Tribunal Penal Uno

Juicio en Oberá: Bondar trató de anular el debate recusando a los jueces, no prosperó y mañana habría sentencia

En el banquillo está Jonathan Taborda, Rosalino De Melo y Jacobo Bareiro, acusados de robar y violar a una anciana en el Kilómetro 9 de Oberá. Ayer la víctima fue obligada a revivir el calvario. Dos de los acusados se dicen inocentes y uno, confesó el robo pero negó la violación.
jueves 21 de octubre de 2021 | 12:47hs.
Juicio en Oberá: Bondar trató de anular el debate recusando a los jueces, no prosperó y mañana habría sentencia
Juicio en Oberá: Bondar trató de anular el debate recusando a los jueces, no prosperó y mañana habría sentencia

La segunda jornada de debate oral por el robo agravado y abuso sexual que sufrió una anciana con discapacidad de 71 años en 2016, en Oberá y tiene en el banquillo de los acusados a Jonathan Taborda, Rosalino De Melo y Jacobo Bareiro, tuvo un inicio inesperado en razón de que el abogado de éste último, Roberto Bondar, recusó con causa a los jueces subrogantes que integran el Tribunal Penal Uno de Oberá, Miguel Orlando Moreira, Graciela Ivonne Heppner y Jorge Villalba, y además al secretario, Benjamín Armoa.

Basó el planteo -presentado diez minutos antes de la apertura- en la supuesta parcialidad de los magistrados a quienes, entre otros términos, los acusó de que "ayudan y socorren a una sola de las partes" y en ese contexto los declaró "indiferentes para descubrir la verdad" y "carentes de la necesaria objetividad para administrar la causa".

Esto tiene que ver con un certificado que presentó la víctima con firma del médico obereño Carlos Flamig, en el que declaró una serie de dolencias físicas y cierto grado de alzheimer que supuestamente le imposibilitaba declarar en el juicio. En la víspera, por insistencia del propio Bondar y de la defensora oficial subrogante (de Taborda), Gabriela Carvallo, el Tribunal hizo lugar al pedido de que la mujer fuera revisada por una junta médica del Cuerpo Médico Forense (CMF), que si bien confirmó los condicionantes físicos la determinó mentalmente apta para testimoniar, lo que finalmente ocurrió (ayer a la tarde) después de ser trasladada hasta la sede tribunalicia y obligada a revivir con detalles el calvario que padeció hace poco más de cinco años.

Los tres acusados (Bareiro, De Melo y Taborda) junto a sus abogados defensores.

Bondar denunció en la recusación que dicho certificado fue presentado "por desconocidos, sin nombre y apellido, de manera ilegal y sin que las partes tuvieran conocimiento" y aseguró que ante eso, recién "a instancias de Carvallo y con el apoyo de los otros defensores" los jueces aceptaron el pedido de intervención del CMF que concluyó lo contrario. "Si no hubiera intervenido la defensora Carvallo ese certificado hubiera permitido que no declare", manifestó en relación a la anciana damnificada.

En consecuencia, expuso en los argumentos que pidió (ayer, durante el debate) una investigación por presunto delito de falsedad ideológica e incumplimiento de los deberes de funcionario público, tanto para el médico que firmó el certificado que declara incapaz a la mujer como para el secretario del Tribunal que recibió dicho documento -a su criterio- sin la legalidad correspondiente, lo que no fue considerado por los jueces y le terminó sirviendo entonces como fundamento base  de la recusatoria.

"Es grave lo sucedido, nos quisieron obstaculizar, no tienen la necesaria objetividad", reiteró Bondar en relación a los miembros del Tribunal, quienes después de analizarlo en un cuarto intermedio de casi dos horas decidieron rechazarlo "por incierto" y minutos antes del mediodía dieron continuidad al debate, con la declaración de una última testigo (ex pareja de De Melo.

"Rechazar por ser manifiestamente incierto, hechos que se alegan en forma de hipótesis y contrarios a lo ocurrido. Para este Tribunal no existe ninguna decisión o manifestación que pueda deducir presunción de parcialidad", concluyeron los magistrados y el debate continuó con la declaración de la ex pareja de De Melo que nada relevante aportó.

"No soy un violador"

En la continuidad, Bareiro, defendido de Bondar, habló ante los magistrados. Dijo no conocer a Taborda (el que confesó el robo e involucró a los tres pero se despegó del abuso), admitió que conoce a De Melo "desde que tenía 10 o 11 años" y negó haber participado en ambos delitos: "No soy un violador", dijo lanzando una serie de cuestionamientos a los jueces que dictaminaron la sentencia que posteriormente fue anulada por el Superior Tribunal de Justicia (STJ) dando lugar al nuevo juicio.

"Nunca hicieron lugar a un testigo clave que pedí, un vecino con el cual estuve esa noche (del hecho) tomando mate en su casa hasta que volví a la mía con mi señora y ahí estuve hasta el día siguiente que me fui a trabajar, y las muestras de ADN que me tomaron en la comisaria tampoco aparecieron en la causa", se quejó el imputado y siguió: "Una sola vez me llevaron a declarar y cómo puedo defenderme de esa manera. No soy un violador, no robé, no violé y me tiraron 22 años por la cabeza en el juicio anterior. Hace cinco años estoy esperando esta oportunidad, pasando mil traumas, teniendo que ver desde atras de las rejas a mi familia, ver que se humillan desnudándose en cada visita a la cárcel, por eso quiero que se haga justicia y termine esta pesadilla. Sufro discriminación, me apuñalaron porque dicen que soy violador y ustedes saben que es imposible la vida en la cárcel para condenados por abuso, pero yo no soy eso. Me condenaron por un delito que no cometí".

Reveló en su declaración que compartiendo penitenciaría, hace algunos años, el otro acusado en la causa (Taborda) "le había pegado a De Melo mientras le exigía que se haga cargo de todo. Yo no tengo nada en contra de ellos, pero les pido (a los jueces) que me hagan el ADN para que se certifique que no soy un violador como dicen".

En consonancia con eso, Bondar pidió al Tribunal que arbitre las medidas para la extracción de muestras de ADN de su defendido, y el cotejamiento con los rastros genéticos hallados en la escena y en el cuerpo de la víctima. El pedido será analizado y mañana, previo al inicio de los alegatos, se sabrá si dan lugar o lo rechazan.

“Fui hombre para robar, también lo soy para reconocer mis errores”

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